Motores muy mejorados
Recientemente informamos en Autocity tanto de las novedades de la Clase E como de la nueva gama AMG. Pues bien, hoy ya estamos en disposición de facilitar los precios y de contar las sensaciones que proporcionan tres de las nuevas versiones de la Clase E: los E220 CDI 170 cv, E500 de 388 cv y E63 AMG de ¡514cv! Mercedes ya admite pedidos de estos nuevos modelos, los cuales se comenzarán a entregar en breve y suponen un importante paso adelante.
Y es que Mercedes lleva cuatro años con su actual Clase E –lo que le hace algo más veterano que sus rivales más directos: A6 de Audi y Serie 5 de BMW- por lo que era el momento de efectuar un ligero cambio de imagen, modificar más de la mitad de sus motores, revisar la puesta a punto y mejorar el equipamiento. Lo más importante es que los precios apenas han variado, pues algunos que sí han experimentado mejoras permanecen invariables (como el E200 K), otros aumentan la inapreciable cantidad de 250 € (como los CDI de cuatro cilindros), y sólo los más evolucionados (como el E63 AMG y E500) cuestan en torno a 2.400 € más. De este modo los precios de la Clase van de 39.900 € a 69.400 € en diesel y de 41.450 € a 106.150 € en gasolina.
Comenzando por el diesel que condujimos, el E220 CDI, vemos como ahora con sus 170 cv de potencia y 400 Nm de par se convierte en una opción muy recomendable, pues acelera de 0 a 100 km/h en sólo 8,4 segundos, alcanza los 227 km/h y sólo gasta 6,3 l/100 km de media. Su precio: 42.600 euros. En la toma de contacto observamos como al arrancar en frío no puede ocultar su funcionamiento con gasoil, ya que muestra ligeras vibraciones y ruidos, por lo que se ve desfavorecido frente a sus hermanos de gama o competidores de seis cilindros. Pero en que alcanza la temperatura correcta, y se circula en carretera a velocidad de crucero, la finura de marcha es total, la insonorización sobresaliente y el agrado de conducción fabuloso; aspectos que le posicionan en el lugar que se merece un Mercedes. Su motor de cuatro cilindros y 2,2 litros de cilindrada comienza a funcionar con verdadera decisión desde las 1.850 revoluciones, y sorprendentemente “estira” hasta las 5.000 rpm con mucha alegría (lo normal es que a partir de 4.000-4.500 rpn no de mucho más de sí). Por último decir del comportamiento general del coche que resulta muy estable y a la vez cómodo con las suspensiones de serie. Estándar es también la caja de cambios manual de seis velocidades.
Nos subimos después al modelo que más ha cambiado, el E500, el cual pasa de los 306 cv de la versión anterior a los 388 cv de la actual. Ahora cuesta 70.300 euros (2.400 euros más que su predecesor). La forma de “andar” del nuevo E500 es increíble, pues resulta rapidísimo pero a la vez muy refinado. Es decir, que se puede correr mucho pero apenas se nota, y hay que fijarse en referencias como la velocidad en la que sube la aguja del velocímetro o lo rápido en que se suceden las cosas para darse cuenta de la velocidad o de la aceleración, ya que por insonorización y elasticidad de la entrega de potencia no percibimos tal fuerza. Sólo con citar el dato de aceleración (5,3 segundos de 0 a 100 km/h, podemos certificar la rapidez del nuevo Mercedes). Por último decir que funcionamiento del cambio 7G-Tronic, automático y con función secuencial de siete velocidades, es una delicia, y que algunos de los elementos de equipamiento extra hacen que el coche resulte un lujo por comodidad y un aventajado por seguridad. La suspensión neumática nos pareció ejemplar.
Y el plato fuerte para el final: el nuevo E63 AMG de 514 cv, que sustituye al anterior E55 AMG de 476 cv y llega a superar en potencia por 7 cv a su máximo rival, el BMW M5. Con un precio de 106.150 euros y motor V8 de 6,3 litros de cilindrada nos podemos hacer una idea del nivel del coche ante el cual estamos. Verlo gusta, pero salvo por la cuadruple salida de escape trasera apenas tiene detalles que le diferencien. Eso sí, bajo las llantas asoman unos discos de freno enormes que luego en la práctica nos demostraron su magnífica efectividad. Pero cuando lo arrancamos la sangre ya comienza a hervir, pues el bramido de su motor atmosférico con 630 Nm de par sugiere potencia raudales. Con el cambio 7G-Tronic con levas tras el volante, tanto en posición automática como manual los pasos de una marcha a otra se suceden suavemente y con bastante rapidez. Buena prueba de su efectividad es el dato de aceleración, 4,6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h; y al margen de las cifras las sensaciones que produce son espectaculares. Tracciona de forma extraordinaria –tanto con la intervención del ESP como si lo desconectamos- pero se siente una gran “patada” que hace que la espalda se pegue al respaldo con fuerza. Si nos acordamos del empuje del E500 comparado con este E63 AMG vemos como la diferencia no es tanta, sin embargo la diferencia entre las reacciones de uno y otro sí es abultada: refinamiento ejemplar en el 500 y sensaciones puras de deportivo en el AMG.