Con sus cuatro plazas y su techo de lona de accionamiento automático en una carrocería de de tamaño medio (4,70 metros) y de imagen altamente exclusiva, la nueva generación del Mercedes Clase C Cabriolet presenta en el Salón del Automóvil de Nueva York 2016 las declinaciones AMG más bestias: los V8 que llegarán al mercado en agosto, pocas semanas después del lanzamiento del resto de la gama.
Hasta ahora el techo de potencia del Clase C Cabriolet lo marcaba el motor V6 de 367 CV del Mercedes-AMG C 43. Ahora, toman el mando las motorizaciones de cuatro litros, ocho cilindros en V, doble turbocompresor y tracción a las ruedas traseras, denominadas C 63.
Ambas versiones 63 disponen de una caja de cambios específica llamada AMG SPEEDSHIFT MCT 7, que en el caso del C 63 S Cabriolet le sirve para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, por los 4,2 de la variante menos potente. Ambos modelos consumen la misma cifra de carburante (8,9 litros a los cien kilómetros), así como declaran un idéntico dato de velocidad máxima (250 km/h, limitada electrónicamente) que puede alcanzar los 280 km/h de manera opcional (kit AMG Driver’s Package).
Como los Mercedes-AMG C 63 Coupé (que se lanzan en abril con un precio de 97.600 euros para España), los C 63 Cabriolet incorporan de serie elementos destacados como el tren de rodaje deportivo AMG Ride Control, que incorpora regulación electrónica de los amortiguadores, así como reglaje de los programas de conducción, diferencial autoblocante trasero y apoyos dinámicos del motor.
Por potencia y prestaciones, los nuevos Mercedes-AMG C 63 y C 63 S Cabriolet se sitúan un escalón por encima de los que serán sus rivales naturales: Audi RS 5 Cabrio (450 CV y tracción total) y BMW M4 Cabrio (431 CV).