Kia Sportage 2.0 CRDi

Solidez de juventud

Olvídense de lo que sabían sobre el anterior Sportage de Kia, ensamblado por Karmann en Alemania. El actual utiliza plataforma Hyundai y consigue encontrar el difícil equilibrio entre precio, prestaciones y equipamiento. Un motor brillante, una tarifa seductora, poco en opción y mucho de serie hacen un buen combinado. El resultado es muy satisfactorio y así lo dice el mercado español, en el que el Sportage es un valor en alza.

Aquí nos tienen de nuevo hablando bien de un Kia. Y les advertimos que no representa un esfuerzo, porque no hay en el mercado otra marca que viniendo de tan abajo haya llegado tan arriba en tan poco tiempo. Los productos de esta marca coreana, como el Sportage 2.0 CRDi que probamos en esta ocasión, han ganado en diseño, en calidad de materiales y construcción, en equipamiento y en cualidades dinámicas, manteniendo siempre en una posición ventajosa el precio y los acabados. Los motores diesel, pecado de juventud de todas las marcas asiáticas, se han convertido en uno de sus principales valores para atacar el mercado.
El 2.0 CRDi de 140 cv que probamos es el último en llegar a la gama de motores diesel de Kia, pero es el que llega con más fuerza. Además de ser tecnológicamente muy avanzado, llena un importante hueco de la marca que le hacía perder competitividad en un mercado, el europeo, en el que los motores de gasoil se llevan, de media, más de la mitad de las ventas.
Ficha técnica: Kia Sportage 2.0 CRDi VGT EX 4WD: 25.046
: 1.991 cm3, 4 cil. en línea, 16v, inyección directa common rail, filtro de partículas.
Potencia/Par: 140 cv a 4.000 rpm / 305 Nm a 1.800-2.500 rpm.
Transmisión/Tracción: Manual, 6 relaciones / Delantera-Total.
Consumo medio: 7,1 l./100 km.
Seguridad: ABS con EBD, 6 airbag.

Poco campo, mucha carretera

En conducción, el Kia Sportage es honesto. No pretende ser un buen todoterreno, sino simplemente un todopistas más que digno. De hecho, Kia ofrece versiones del Sportage con dos ruedas motrices por unos 3.000 menos, en lo que puede verse como la asunción de que su fuerte es el asfalto. Así, el Sportage se comporta con mucha entereza en conducción fuera pista si vamos por caminos no muy rotos o si afrontamos pequeños obstáculos, pero pierde los papeles completamente si intentamos ir más allá, en especial por la falta de una caja reductora (aunque el control de tracción electrónico intente hacer su trabajo) y por la escasa distancia al suelo. No obstante, el Sportage ofrece el bloqueo de la tracción total para mejorar la adherencia de las ruedas en superficies deslizantes cuando el sistema automático de transferencia de par a las ruedas traseras (en uso normal, es un tracción delantera) no puede garantizarnos salir airosos del atolladero.

Todo esto cambia cuando se trata de andar por el negro manto, donde el Sportage demuestra un comportamiento muy próximo a un turismo y una excelente suavidad y comodidad de conducción. El motor es muy silencioso a bajos y medios regímenes, incluso en frío, y nos permite llevar buenos ritmos en autopista con la misma facilidad que nos ofrece un buen par en bajos y una aceleración notable en ciudad y carretera. El consumo, bastante moderado, puede dispararse si rodamos rápidos por cuestiones obvias: el peso, la aerodinámica y el sistema de tracción.
En cuanto a precio y equipamiento, el Kia Sportage sólo tiene pequeñas lagunas: el ESP, el regulador de velocidad, el limpiaparabrisas automático o los faros de xenón no están ni en la lista de opciones. Son vacíos que quedan minimizados si tenemos en cuenta que su precio con todas las opciones posibles no rebasa los 28.000 .

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Privacy & Cookies Policy