Solidez de juventud
Olvídense de lo que sabían sobre el anterior Sportage de Kia, ensamblado por Karmann en Alemania. El actual utiliza plataforma Hyundai y consigue encontrar el difícil equilibrio entre precio, prestaciones y equipamiento. Un motor brillante, una tarifa seductora, poco en opción y mucho de serie hacen un buen combinado. El resultado es muy satisfactorio y así lo dice el mercado español, en el que el Sportage es un valor en alza.
Potencia/Par: 140 cv a 4.000 rpm / 305 Nm a 1.800-2.500 rpm.
Transmisión/Tracción: Manual, 6 relaciones / Delantera-Total.
Consumo medio: 7,1 l./100 km.
Seguridad: ABS con EBD, 6 airbag.
Poco campo, mucha carretera
En conducción, el Kia Sportage es honesto. No pretende ser un buen todoterreno, sino simplemente un todopistas más que digno. De hecho, Kia ofrece versiones del Sportage con dos ruedas motrices por unos 3.000 menos, en lo que puede verse como la asunción de que su fuerte es el asfalto. Así, el Sportage se comporta con mucha entereza en conducción fuera pista si vamos por caminos no muy rotos o si afrontamos pequeños obstáculos, pero pierde los papeles completamente si intentamos ir más allá, en especial por la falta de una caja reductora (aunque el control de tracción electrónico intente hacer su trabajo) y por la escasa distancia al suelo. No obstante, el Sportage ofrece el bloqueo de la tracción total para mejorar la adherencia de las ruedas en superficies deslizantes cuando el sistema automático de transferencia de par a las ruedas traseras (en uso normal, es un tracción delantera) no puede garantizarnos salir airosos del atolladero.