Entre la modernizada gama de turismos que actualmente comercializa Hyundai destaca un nombre, dos en este caso: Veloster Turbo. La marca coreana ha unificado las siglas “Veloster”, su carrocería dos en uno que rompe los moldes tradicionales de los coupés compactos, y “Turbo”, en esta ocasión un turbocompresor de doble entrada que ofrece una respuesta más viva y elástica casi en cualquier régimen de giro de su motor 1.6 litros T-GDI de inyección directa de gasolina, el mismo de su hermano pequeño, el Veloster de 140 cv de potencia.
El Hyundai Veloster Turbo se posiciona en la cumbre de la gama, tanto por prestaciones como por precio. Donde un Veloster atmosférico, con caja manual (22.40 euros) o automático de doble embrague DCT (25.940 €), resulta un producto asequible sujeto a unas promociones descomunales (hay Veloster desde 17.000 €) e ideal para el comprador joven que da importancia a la imagen sin preocuparse por el vigor de su mecánica, el Veloster Turbo (29.630 €) busca atraer las miradas de aquellos conductores más racing del segmento de coupés deportivos con potencias aristocráticas de 200 cv, terreno donde podría ser una alternativa a modelos tan dispares como VW Scirocco (210 cv), Peugeot RCZ (200 cv), Citroën DS4 (200 cv) o Kia Pro Ceed GT (204 cv), este último con un precio claramente inferior de 24.459 €.
Con rivales de esta enjundia, Hyundai necesitaba potenciar la imagen de su coupé de tres puertas, y sin versiones diésel en la gama, el camino de la deportividad pasaba por abrazar la turboalimentación que tanto gusta en Europa. Es por ello que la puesta a punto del motor del Veloster Turbo ha sido realizada por los ingenieros del centro técnico que la marca tiene en Rüsselsheim (Alemania), donde la obsesión ha sido aumentar la respuesta sobre todo a bajo régimen para facilitar la conducción en cualquier circunstancia. Sin versiones diésel, el Veloster Turbo es por imagen y prestaciones un coupé deportivo de garantías
A partir de esta modificación mecánica, la inclusión de un turbocompresor que aumenta un 33% más de potencia y un 59% más de par motor que el Veloster básico, Hyundai ha puesto a punto el resto de áreas de un Veloster Turbo que busca la etiqueta de deportivo. ¿Lo ha conseguido? Antes de arrancar el motor, comprobamos que la imagen exterior es más musculosa, con rasgos diferenciados de estilo GTI como la parrilla frontal, los faros antiniebla y unos nuevos paragolpes sobredimensionados, mientras que en la zaga destaca el difusor integrado con la doble salida de escape central y un prominente alerón coronando la escueta luneta trasera.
Estos aditamentos, además de mejorar su aerodinámica, modifican las dimensiones respecto al Veloster normal. Concretamente, esta versión Turbo mide 3 cm más de largo que el atmosférico: 4,25 metros. Inalterables la altura (1,39 m.) y la batalla (2,65 m.), las vías delantera y trasera han sido ensanchadas con lo que la anchura total también crece en 1,5 cm hasta los 1,805 mm. Es más largo y más ancho que el Veloster básico
El chasis es ahora más firme, con una calidad de rodadura muy superior a la del Veloster de 140 cv, que ofrecía un tacto muy burgués frente a cualquier aspiración deportiva. Calzado de serie con unos neumáticos de 215/40 R18, el Veloster Turbo sin ser para nada incómodo sí que ofrece un mejor agarre a velocidades elevadas (amortiguadores más rígidos y barras estabilizadoras más anchas), la dirección es mucho más precisa (su calibración es distinta y su desmultiplicación de 13,9 a 1) y la confianza que ofrece es mayor incluso en situaciones límites gracias a unos frenos delanteros más potentes (de 280 a 300 mm de diámetro) y con un tacto del pedal más directo y no tan endeble como en el 140 cv.
a favor- Concepto genuino – Elasticidad mecánica- Detalles de diseño GTIen contra- Gama cerrada y sin versiones diésel – Prestaciones limitadas- Terminaciones mejorables
El Veloster Turbo no es un coche especialmente rápido para su potencia, acelerando de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos, ni veloz, consiguiendo alcanzar una velocidad punta de 214 km/h de punta. Buena culpa de estos mejorables números lo tienen el sobrepeso de esta versión, 70 kg más pesada que el Veloster de 140 cv manual, y las relaciones del cambio manual de seis velocidades, excesivamente largas en las tres primeras marchas para este subsegmento. Por el contrario, las recuperaciones son notables, empujando con fuerza donde antes no empujaba (265 Nm a 1.500 rpm), y destacando por el vigor y al alegría con la que la aguja azulada del cuentarrevoluciones se aproxima al máximo potencial mecánico (186 cv a 5.500 rpm).
El consumo medio homologado de 6,9 litros está bastante lejos de cumplirse, acercándose peligrosamente a los diez litros en una conducción más realista, cifra que por otra parte es habitual en motores de potencias similares. La sonoridad mecánica es discreta, sin petardeos artificiales, y el aislamiento general del habitáculo es bueno para un uso cotidiano de este Veloster Turbo. En carreteras reviradas, se agradece la mejora en la dirección, más dura e informativa a velocidades elevadas, y sorprende la eficacia de la barra de torsión montada en el eje posterior que, sorprendentemente, sujeta al conjunto sin que la trasera se descontrole. El tacto de la dirección mejora notablemente, sobre todo cuando realizamos una conducción más viva
Para disfrutar más de las posibilidades dinámicas del Veloster Turbo, Hyundai ha concebido un habitáculo interior a la medida de los conductores más deportivos, con elementos específicos como los asientos en cuero combinados con pespuntes en color azul, a juego con la tonalidad de la instrumentalización, una consola central negra con pantalla táctil de navegación de 7”, pedales en aluminio, techo solar, volante multifunción forrado en cuero o llave inteligente con un botón de arranque de lo más sugerente, entre otros muchos elementos que se incluyen de serie en el precio base. La pintura metalizada (450 €) es de los pocos extras que habría que incorporar a este nivel de acabado exclusivo “Sport S” que Hyundai ha confeccionado para el Veloster Turbo.
Como la versión original, el Veloster Turbo mantiene el diseño espectacular de los mejores coupés deportivos y al mismo tiempo añade una pizca de originalidad y versatilidad con su particular carrocería de 3+1 puertas, esto es, dos puertas laterales delanteras algo más pequeñas que en un coupé al uso, el portón trasero que da cabida a un maletero de 320 litros, y la novedosa puerta lateral trasera en el lado derecho que facilita el acceso a las filas traseras. Si el interior es amplio delante, las dos plazas traseras -separadas por un doble portavasos- son más limitadas y agobiantes, sobre todo a nivel de altura, donde el techo acristalado queda demasiado cerca (¡ojo con los días de mucho sol y calor!) de los ocupantes traseros, que contarán con ventanilla solamente en el lado derecho.