Amor a primera vista
Cincuenta años después del nacimiento del coche que motorizó  y revolucionó Italia, el Fiat 500, renace en la actualidad manteniendo el  encanto inconfundible del original que encandiló al público con una imagen  simpática y coqueta. Basado en el concepto Trepiúno o 3+1, que se presentó en  2004 en el Salón de Ginebra, representa un profundo ejercicio de estética consiguiendo  una imagen muy fiel respecto al originario de 1957, transmitiendo además todo el  glamour y estilo único característicos de su cuna italiana.

a favorImagen distinguida.Motor alegre y lleno de carácter.Detalles exclusivos.en contraSuspensión demasiado dura.Maletero escaso.Consumo real algo elevado.
Recoge con el máximo rigor la mítica silueta abombada del  clásico, transmitiendo un aspecto amable, recogido y confortable, con unos  rasgos estilísticos muy similares a los de su antecesor como se puede apreciar  en los faros circulares ovales acompañados de dos luces inferiores de posición, el diminuto  capó con la clásica nervadura central, o la tapa del maletero inclinada de doble  ángulo con el tirador de apertura central cromado, dibujando un divertido aire  travieso. Todos los pequeños detalles que hacen del 500 un coche tan  especial nos hacen remontarnos inconscientemente a otro tiempo y siguen enamorando  a los más entusiastas del modelo.
Esta fuerte personalidad le ha valido para obtener el  galardón de Coche del Año 2008  en Europa, un premio que le concede un gran prestigio. Además, como nota  curiosa, hemos de mencionar que el día que se puso a la venta por Internet en  nuestro país, bastaron tan sólo 9 horas para que se agotasen todas las unidades  disponibles para 2007.
A pesar de suponer una reencarnación del clásico, el nuevo  500 tiene grandes diferencias con aquel, puesto que en su puesta al día se ha incorporado  un equipamiento tecnológico y unos acabados interiores del más alto nivel, propio  de segmentos superiores, donde no falta un sistema de audio de la máxima  calidad, ordenador de viaje, sistema de climatización automática e incluso una  impresionante colección de llantas de aleación como las de nuestra unidad con  acabado Sport, de 16   pulgadas y estilo deportivo. En definitiva, resulta una exquisita  combinación de glamour, exclusividad, funcionalidad y dinamismo puesta en  escena por Fiat, una marca con larga tradición e indudable liderazgo en este segmento de coches  de formato pequeño.1Nombre: FICHA TÉCNICAMotor: 4 lin. / 1.368 ccPotencia máx.: 100 cv a 6.000 rpmPar máx.: 131 Nm a 4.250 rpmCombustible: GasolinaTracción/cambio: Del. / man. 6 veloc.Frenos: Discos ventilados / DiscosNeumáticos: 185/45 R16Carrocería: 3 puertasLarg-Anch-Alt: 3.546-1.627-1.488Peso en vacio: 930 kgMaletero: 185 l. / 550 l.Nº plazas: 4Velocidad máx: 182 km/hAceler. 0-100: 10,5 segundosConsumo mixto: 6,3 litrosEuroNCAP: 5Precio: 14.500Ficha Jato: http://www.autocity.com/coches/nuevos/fiat/500/1.4_16v_sport/3_puertas/berlina_con_portón/index.html
Por todo esto se coloca por derecho en la parte alta del segmento de los  utilitarios, donde compite con modelos exclusivos y más caros como el Mini One,  con un precio más elevado, y otros menos exclusivos pero equivalentes en precio  como el Suzuki Swift, el Ford Fiesta o el Mitsubishi Colt. Curiosamente, el  precio de la unidad de gasolina que hemos elegido, con motor 1.4 16v de 100 cv,  es el mismo que con el motor diésel 1.3 JTD Multijet de 75 cv, que alcanza en  nuestra versión Sport los 14.500 euros de base.
El diseño del Fiat 500 es la pieza clave en torno a la que  gira el concepto del coche, puesto que resulta una reedición de su antecesor  con el mismo aire bonachón y divertido. Sus dimensiones son más grandes que las  de aquel, aunque las proporciones se aprecien totalmente equivalentes, algo lógico  puesto que aquel era realmente restrictivo en cuanto al espacio para los  pasajeros y éste ya ofrece cuatro plazas reales con total comodidad. Desde  luego que no es un salón, puesto que la distancia entre ejes visual (2,30 metros) es muy  corta comparada con la del resto de vehículos con los que se cruza, consiguiendo  ese exitoso aspecto diminuto y amable, aunque gracias a su forma general  abombada de gran altura consigue una amplitud respetable. Las dimensiones del  coche son realmente contenidas, pero están bien aprovechadas para cuatro  adultos. Su longitud de 3,550   metros, su anchura de 1,630 metros y su  altura de 1,490 metros  hacen de él un utilitario urbano más reducido que la media de la competencia,  aunque tiene una apariencia muy deportiva con una atractiva carrocería ensanchada.

Su estética se caracteriza por un conjunto que va poco más  allá de lo que es el habitáculo, muy iluminado gracias a una gran superficie  acristalada, con unos voladizos muy pequeños y un capó delantero reducido a la  mínima expresión. Lo que más resalta son los faros circulares ovoides  superiores combinados con dos ópticas inferiores más pequeñas de luz de  posición que se mantienen encendidas en todo momento, combinado con un gracioso  abombamiento del morro en lo que sería la “parrilla”, que se reduce a una  pequeña rejilla de ventilación sobre la placa de la matrícula, y la nervadura  central longitudinal sobre el capó que recoge el espíritu clásico del modelo. La  escena lateral la protagonizan las puertas, que son tremendas, los amplios  pasos de rueda que albergan llantas de diseño de hasta 16 pulgadas y una línea  de cintura marcada a partir de la cual se ensancha la carrocería hacia abajo y  lo asienta al suelo. La zona trasera acoge el portón de doble  ángulo caracterizado por incorporar el nuevo logotipo de la marca en grandes  dimensiones, un tirador cromado de estilo clásico con el logotipo 500 tallado y  unos grupos ópticos transparentes biselados por un marco cromado de estilo  clásico.
El 500 se puede personalizar al gusto tanto exterior como interiormente,  hasta cumplir un total de hasta casi 500.000 combinaciones que permite el modelo. Nuestro  modelo Sport estaba aderezado con una serie de opciones de aspecto deportivo,  como los faldones laterales, frontal y trasero, una cola de escape ovalada, llantas  de aluminio de 16   pulgadas que dejaban ver unas pinzas de freno rojas y un  techo a cuadros rojos que lo hacían muy deportivo, lo suficiente como para que  llamara la atención de todo el que pasaba a nuestro lado.
Practicidad glamurosa
El espacio para el pasajero de nuestro protagonista presentaba un acogedor  diseño “fashion” lleno de detalles que evocan al pasado pero con una calidad de  factura moderna e intachable y siempre con un objetivo funcional para un coche  de uso diario. Nota aparte merece el tema de la insonorización del habitáculo, puesto  que ofrece un silencio de rodadura excepcional, algo que nos llamó la atención  en un coche de este segmento. La ergonomía de todos los elementos es muy buena, sobre  todo la postura al volante y la posición elevada del cambio, que permiten  realizar una conducción deportiva de forma intuitiva. Los asientos, como el  resto de elementos, presentan un diseño muy original y resultan cómodos y de  gran sujeción lateral, aunque nos obligan siempre a ir algo elevados por la  posición. La zona trasera del habitáculo permite albergar dos  pasajeros adultos con comodidad, mientras que el espacio para el maletero de 185 litros con la  segunda fila habilitada resulta escasa pero suficiente para el día a día,  aunque el espacio está muy condicionado por la inclinación del portón del maletero.  Si se necesita más espacio, podremos llegar hasta los 515 litros abatiendo la  fila trasera.

Estéticamente, el salpicadero está recorrido por una original  moldura de plástico en color carrocería que parte la consola central e integra  los aireadores circulares clásicos a ambos lados, tres botones tipo clásico  biselados en cromado desde donde se activan el botón “sport”, las luces de  emergencia y los faros antiniebla, y la leyenda cromada “500” a la altura del copiloto.  La consola central presenta el sistema de audio y el de climatización. El  pequeño cuadro de instrumentos nos remonta también al primer 500, puesto que  presenta una estructura circular con visera como la de aquel, con varios  indicadores en círculos concéntricos que muestran la velocidad en la zona exterior, las  revoluciones en un nivel inferior y en el círculo central una pantalla con los  datos del ordenador de abordo, el odómetro y los indicadores de temperatura de  agua y nivel de combustible.
El equipamiento de serie de este pequeño gran coche es abrumador, con  casi todos los elementos tecnológicos que se puedan pedir a cualquier coche de  segmento superior. El acabado Sport de nuestro 1.4 16v de 100 cv ofrece elementos como el control de estabilidad ESP, airbags frontales, de  cabeza, laterales delanteros y de rodillas para el conductor, faros antiniebla,  asientos deportivos ajustables en altura con tejido en velours o piel de  distintos colores, radioCD con mp3, climatizador, llantas de aluminio,  deflectores aerodinámicos y hasta 12 colores de carrocería.
Opcionalmente, podemos completar nuestro 500 con elementos exclusivos  como la piel integral Frau de gran calidad (por primera vez en el segmento),  cambio automático Dualogic de 5 velocidades, que se puede completar con levas  tras el volante, sistema Blue&Me Nav que integra navegador, teléfono por  Bluetooth y comandos por voz, sistema de audio de alta calidad, entrada de USB  para leer formato MP3 o un iPod, pedales de aluminio, sensor de aparcamiento trasero,  techo solar Sky View fijo o de apertura eléctrica, llantas deportivas o  elegantes de aleación de 16   pulgadas y gran cantidad de detalles y dibujos exclusivos  de “maquillaje” para el exterior de la carrocería, como las líneas sobre el  techo, los cuadros en el techo, el número 5 sobre la puerta o el capó, la moldura  de la bandera italiana sobre las aletas, etc. Como colofón a este despliegue de  elementos de confort, se ofrece un difusor de fragancias con tres perfumes  disponibles, diversas carátulas intercambiables para la llave de contacto, un  adaptador para colgar chaquetas en los reposacabezas delantero o un original  portaequipajes sobre la luneta trasera de estilo clásico. Infinidad de  combinaciones para hacer aún más exclusiva la imagen de nuestra pequeña joya.
Dinamismo italiano
Los motores utilizados para mover al pequeño 500 son  inicialmente tres, a la espera del lanzamiento de la versión Abarth de altas  prestaciones. Exactamente dos propulsores de gasolina y uno diésel, entre los  primeros un 1.2 litros  de 69 cv y un 1.4 16v de 100 cv, el que hemos elegido para nuestra prueba, y un  diésel 1.3 16v Multijet de 75 cv, estos dos últimos con un carácter dinámico y  ágil típicamente italiano.

Como uno de los motores más equilibrados del grupo hemos apostado  por el 1.4 16v de 100 cv combinado con el cambio manual de 6 velocidades que  monta casi toda la gama media de los coches de la marca, como el Panda 100 HP,  el Grande Punto, el Bravo, etc. Dado el pequeño tamaño del vehículo y el reducido  peso del conjunto de 930 kg,  este motor de 100 cv se comporta como un verdadero revulsivo. Su comportamiento  es realmente ágil y las sensaciones que transmite son muy deportivas. Está  lleno de garra. No hay más que hundir el acelerador, subirlo de vueltas y  comprobamos cómo sus 100 cv a 6.000 rpm emiten un bramido ronco y nos catapultan  con la fuerza de motores más potentes. El 0 a 100 km/h en 10,5 segundos y la velocidad máxima  de 182 km/h  no son cifras precisamente abrumadoras, pero la sensación que nos transmite el  tacto del motor es bien distinta y a la hora de la verdad se puede rodar muy  rápido con él. Este propulsor, como el resto de la gama, está realmente  comprometido con el medioambiente, arrojando bajas cifras de emisiones de 149  gr/km y consiguiendo unos consumos ajustados en todas las mediciones: 8,2 l/100  km en ciudad, 5,2 l/100 km en carretera y 6,3 l/100 km en combinado.
Evidentemente no hablamos de un deportivo, aunque su imagen  quiera transmitir lo contrario. Nos encontramos ante un coche de ciudad para un  uso esporádico por carretera, o no tan esporádico. Esta polivalencia es gracias  a un chasis de gran rigidez y un bastidor puesto a punto con regulaciones  bastante deportivas, que permite realizar una conducción dinámica de forma muy  sencilla. En toda circunstancia, ofrece un comportamiento muy previsible y  noble mediante una configuración de bastidor con vías anchas respecto a la  carrocería del coche, neumáticos deportivos 185/55 y una suspensión independiente McPherson con  estabilizadora en el eje delantero y semi-independiente de barra de torsión en  el trasero. En trazados sinuosos esta configuración se muestra muy ágil y  directo de reacciones, sin apenas inclinaciones, aunque pasa factura a la hora  de afrontar terrenos irregulares o bacheados donde la rigidez general cobra protagonismo. A  la hora de frenar las buenas pinzas de freno sobre discos ventilados delante y  discos macizos detrás se muestran potentes y dan muy buen resultado.
En cuanto a la dotación de seguridad activa de serie en la  versión alta de gama Sport nos encontramos sistemas como el ABS con sistema  Distribución Electrónica de la   Frenada EBD, control de estabilidad ESP, sistema  antideslizamiento ASR, asistente al arranque en pendientes Hill Holder o  Asistencia a la Frenada  de Emergencia HBA.
n definitiva, un coche que nace con la ambición de convertirse en una  de las referencias del segmento mediante una imagen muy exclusiva, un  equipamiento sobresaliente, motores muy dinámicos y un nivel de personalización  infinito. Además el precio acompaña, puesto que desde 10.500 euros se puede  adquirir uno con un equipamiento muy completo. ¿Estaremos ante un nuevo mito?
 