Citroen mostrará en el Salón del Automóvil de Frankfurt el C-Cactus, un vehículo híbrido que presenta una nueva forma de construcción simplificada orientada a bajar los costes de producción y utilizar materiales reciclados y reciclables. Según sus impulsores, si se llegara a comercializar podría salir con un precio similar al de un C4 básico.
Se parte de la plataforma del C4, y sobre este chasis se monta sólo lo imprescindible. Por ejemplo su habitáculo lo forman 200 piezas, justo la mitad que las que se utilizan habitualmente en un coche de su tamaño. El Citroen C-Cactus mide 4,20 metros de largo y 1,80 metros de ancho, y tiene un interior para cuatro pasajeros y un maletero de 500 litros, ampliables a 1.100 litros. Además, gracias a que prescinde de muchos elementos sólo pesa 1.180 kilos.
Entre otras cosas se suprime, por ejemplo, la instrumentación del salpicadero, aunque en la consola puede llevar una pantalla táctil para manejar el climatizador o incluso navegador. Los mandos de los intermitentes, las luces, los limpiaparabrisas, el indicador y el limitador-regulador voluntario de velocidad están en los mandos fijos del volante, al igual que el velocímetro y las señales de encendido de los intermitentes, las luces y las alertas luminosas. Otro ejemplo de simplificación es la pieza utilizada para el paragolpes delantero, que incluye los faros y los símbolos de la marca. Es idéntica a la que forma la parte baja del portón del maletero. Esta elección, que contribuye también al diseño del C-Cactus, permite reducir los costes de producción de estos elementos.
Los paneles de las puertas tienen sólo dos piezas, y los asientos son de espuma. Monta cristales reciclables, algunas partes de la estructura están hechas en acero bruto, sin pintar ni barnizar, aunque sí con tratamiento anticorrosión. La tapicería lleva cuero reciclado, y muchas piezas del interior son de corcho, que se extrae de la corteza de los alcornoques.
En cuanto a la mecánica, el Citroen C-Cactus lleva un motor térmico diésel Hdi de 70 cv con filtro de partículas y un motor eléctrico de 30 cv. En uso urbano puede funcionar en modo completamente eléctrico, en absoluto silencio, mientras que en fuertes aceleraciones los dos motores trabajan conjuntamente. Sólo necesita 2,9 l/100 km de gasoil como media, y las emisiones de C02 son de 78 g/km. En cuanto a la velocidad máxima, se limita voluntariamente a 150 km/h, con el fin de constituir una nueva forma de entender el automóvil.