Sebring Cabrio

UN SALON A CIELO ABIERTO

Chrysler, la marca con más penetración de productos americanos en nuestro mercado, presenta la versión Cabrio del reciente Sebring. Se trata de un cómodo vehículo que combina su naturaleza descapotable con una habitabilidad y comodidad inusuales en los modelos similares concebidos en Europa. Su gama está compuesta por dos motores, un cuatro cilindros de dos litros y el conocido 2.7 V6 de 200 caballos y dos acabados, LX y Limited. El motor pequeño está asociado a una caja de cambios de 5 velocidades y el V6 a una automática con posibilidad de accionamiento manual Autostick.Los precios van de 5.765.000 a 6.495.000 pesetas.

INNEGABLEMENTE AMERICANO

Exteriormente el Sebring Cabrio se enmarca en la más pura tradición de los grandes cabriolets norteamericanos; derivados de berlinas de generosas dimensiones y alto grado de comodidad en los que el aspecto deportivo pasa a un plano muy secundario. La presencia exterior es ante todo elegante y posee una atractiva combinación de volúmenes. Los voladizos son grandes tanto en el frontal como en la parte posterior, como ya lo eran en el anterior Stratus al que sustituye. En general se trata de un modelo muy continuista respecto al citado Stratus, algo normal si tenemos en cuenta la buena acogida de que gozó en el mercado. Es destacable la ausencia de un puente central a modo de protección contra el vuelco, gracias al pilar reforzado en el parabrisas.

Llama la atención el grado de integración del parachoques delantero con el resto de la carrocería. Como en la berlina se trata de un elemento creado en aluminio con un moldeado tridimensional que abarca los bordes laterales e inferiores de los grupos ópticos, una gran calandra oval situada en posición baja y vertical, los proyectores auxiliares y el emblema halado de la marca.

Lateralmente la forma es de cuña, con el vértice muy bajo en el morro y el maletero elevado. Todos los elementos auxiliares de la carrocería están pintados del mismo color, incluidas las bandas de goma laterales. La única diferencia entre las versiones LX y Limited apreciable desde fuera es el acabado de las llantas. En la definición inicial el color de la aleación pulida está a la vista mientras que la más refinada luce terminación cromada. El diseño y las dimensiones no obstante es el mismo.

COMPLETO EN CONFORT, MEJORABLE EN SEGURIDAD

Cualquiera de los dos acabados previstos ofrece un elevado grado de equipamiento. Las diferencias que motivan el suplemento en el precio de a versión Limited son el práctico cargador de cuatro discos compactos en el salpicadero, las llantas cromadas, la capota de lona azulada (negra en los LX), la alarma y el pomo del cambio forrado en cuero. Por lo demás ambos acabados ofrecen lo mismo. Empezando por lo más importante, la seguridad, en Chrysler han aumentado el grado de protección pasiva con nuevos refuerzos en el bastidor que aumentan la resistencia lateral y frontal del habitáculo. La dotación de airbags se reduce a dos frontales, echándose en falta al menos otros tantos laterales. Cierta escasez se manifiesta también en el apartado dinámico. El ABS se ofrece de serie, es de nueva generación y añade un distribuidor electrónico de la frenada. Sin embargo no se contemplan ni siquiera como opción el control de tracción o de estabilidad.

El confort es el habitual de la marca, cuidado al máximo. Así el aire acondicionado es de serie al igual que los asientos de cuero con regulación eléctrica en el del conductor. La capota es de accionamiento eléctrico al igual que los elevalunas y el cierre de las puertas a distancia. Las plazas traseras poseen un muy buen espacio y cuentan con apoyabrazos central pero no poseen reposacabezas.

PROPULSORES POTENTES Y DE ULTIMA GENERACION

La oferta de motores está compuesta por dos modelos de gasolina con 2 y 2.7 litros respectivamente. El 2.0 cuenta con culata de 16 válvulas y consigue una potencia máxima de 139 caballos a 5.700 revoluciones por minuto, mientras que el 2.7 es un moderno propulsor de seis cilindros en V con culatas y bloque de aluminio entre otras sofisticaciones que le permiten alcanzar una potencia máxima de 200cv a 5.900rpm.

Las prestaciones son más que suficientes para el carácter del Sebring Cabrio: 200 y 210 kilómetros por hora respectivamente en función del motor.

Los consumos no asustan, aunque están condicionados por el elevado peso del coche, que en cualquiera de los dos casos supera la tonelada y media. Las cifras medias oficiales son 10,8 litros cada 100 kilómetros para el V6 y 8,4 para el cuatro cilindros.

BUENOS PRECIOS

Una de las mayores virtudes de los Sebring Cabrio es la favorable relación calidad/precio. La versión LX 2.0 sale por 5.765.000 pesetas, mientras que el acceso al 2.7 V6, correspondiente también al acabado LX sube hasta 6.325.000 pesetas y el tope de gama 2.7 V6 Limited tiene un precio de 6.495.000 pesetas. Casi todos sus rivales fabricados en Europa exigen un mayor desembolso difícilmente justificable para la mayor parte de los potenciales clientes de este tipo de vehículos. Podríamos citar a Mercedes con el CLK Cabriolet, cuya versión básica supera en casi un millón la más equipada del Sebring Cabrio. También Saab posee un rival de entidad con el 9-3 Cabriolet, en este caso mucho más asequible e igualmente exclusivo por imagen, algo más de potencia pero menor tamaño tanto exterior como interior y un precio 100.000 pesetas por debajo del Sebring. En el caso del Volvo C70 Cabriolet, otro rival directo, es necesario al igual que en el caso de Mercedes desembolsar un millón más para acceder a su modelo básico respecto al Sebring mejor dotado.

En definitiva el precio es un importante punto fuerte que pone al descapotable americano en una buena situación comercial de cara al éxito.

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