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RESTYLING Y DIESEL DE 300 CV

BMW presenta un “lavado de cara” para su Serie 7, pero en este   caso no sólo afecta a pequeños retoques de parrilla o faros, sino   que modifica claramente un diseño que no terminó de convencer   cuando hace más de tres años se presentó la actual   generación. Ahora su estilo es menos extravagante, y   más en la línea del resto de la gama BMW.
                                                                                             Pero a las modificaciones estilísticas les acompañan mejoras   técnicas, ya que cinco de los seis motores de la actual   gama son nuevos. Y lo más importante, son propulsores que elevan   su potencia sin aumentar el consumo, además de ofrecer un mayor refinamiento.   Los nuevos Serie 7 de BMW estarán disponibles tanto en carrocería   “normal” como el carrocería “larga” a   partir de esta primavera.
Mecánicamente comenzaremos diciendo que todas las versiones   llevarán caja de cambios automática de seis velocidades Steptronic.   Sólo hay una motorización que permanece sin cambios, la del 760i   con su motor V12 de 445 cv. En diesel el 730d de seis cilindros   en línea es más ligero (cárter de aluminio) y con una inyección   retocada (tecnología piezoeléctrica), por lo que eleva la potencia   de 218 cv a 231 cv, baja su consumo de 8,5 l/100 km a 8,2 l/100   km, y aumenta las prestaciones hasta 238 km/h de velocidad máxima y 7,8   segundos en aceleración de 0 a 100 km/h.
El 740d de 258 cv deja de existir para dar paso al nuevo 745d de 300   cv, el cual desarrolla un monstruoso par de 700 Nm entre 1.750   y 2.500 rpm. Así las cosas, en este V8 más ligero la   aceleración de 0 a 100 km/h se puede alcanzar en sólo 6,8 segundos,   mientras que el consumo baja hasta los 9,5 l/100 km como media.
La gama de gasolina comenzará con el 730i, que incluye   el nuevo motor con aluminio y magnesio del que ya hablamos en los 630i y 330i,   el cual pasa de los anteriores 231 cv a los actuales 258 cv.   Los V8 de gasolina también ganan potencia sin aumentar consumos. El 735i   de 272 cv es sustituido por un 740i de 306 cv, mientras que   el nuevo 750i de 367 cv “jubila” al actual 745i   de 333 cv.
A nivel de bastidor los nuevos Serie 7 presentan importantes   novedades, como la de ofrecer una batalla 14 cm más   larga. Pero lo principal será el “comportamiento   a la carta”, ya que será posible solicitarlos con tres   tipos de puesta a punto. El chasis de serie seguirá   fiel la filosofía de BMW, con un tarado equilibrado entre dinamismo y   confort. El chasis Adaptative Drive incluye un sistema de regulación   constante de la amortiguación (EDC-K), cuyas barras estabilizadoras varían   constantemente evitando balanceos de carrocería. El EDC-K se encarga   de adaptar la amortiguación a las características del terreno   y tipo de conducción. Por último figura el chasis deportivo,   orientado a una conducción dinámica y deportiva.
Otras modificaciones de los nuevos Serie 7 que se podrán comprar a partir   de la primavera son la simplificación de manejo del   sistema i Drive (botón de mando único para controlar   todas las funciones de la pantalla instalada en el salpicadero), y el aumento   de equipamiento tanto de serie como opcional.
Y aunque todavía no se han anunciado fechas concretas de comercialización,   BMW tiene ya muy avanzado su motor de hidrógeno, y asegura   que en unos años tendrá un Serie 7 equipado de   serie con este combustible, el cual respeta mucho más el medio ambiente.
Enrique Marco, Autocity 
1 de Febrero de 2005
 1 de Febrero de 2005
