Tres importantes noticias subyacen del último prototipo de BMW, el Vision Future Luxury. La primera su descomunal eslora (sin hablar de números concretos), sobre una carrocería de cuatro puertas y una caída del techo hacia la zaga que emula la silueta de un gran coupé, posicionándose por encima de los actuales Serie 6 y Serie 7. El segundo dato importante es la deportividad del puesto de conducción, acentuando esa sensación de cockpit que tiene cualquiera que se haya puesto al volante de un BMW de última generación. Y la tercera, y no menos importante, es que ya no es un secreto que BMW trabaja incesantemente en el habitáculo limpio de botones.A mercados como el chino todo un Serie 7 les podría quedar pequeño
Como cualquier otro gran fabricante, BMW tiene en el mercado chino más de mil millones de potenciales clientes a captar. Por eso, y ser una economía emergente, China y el Salón del Automóvil de Pekín está acaparando novedades de relieve entre las marcas europeas de más tradición. Con este Vision Future Luxury, BMW presenta las líneas de diseño de sus futuros modelos, pero sobre todo la posibilidad real de comercializar en mercados como el chino una elegante y lujosa berlina de representación a lo Rolls Royce -propiedad del Grupo BMW- pero con la deportividad típica de los vehículos de BMW: un hermano mayor del Serie 7.Con el tamaño de un Rolls, pero la deportividad de un BMW
Destacan la importancia de la aerodinámica en el propio diseño -un pilar C con canalización de aire interna y aperturas en el faldón posterior-, las proporciones de gran berlina con batalla larga y voladizos cortos y bajos, un habitáculo posicionado hacia atrás para alargar aún más esa silueta interminable, especialmente prominente es su línea de capó, y la utilización de materiales de construcción ligera, como el aluminio en el finísimo y sinuoso pilar central –con puertas suicidas incluidas– o la fibra de carbono en los umbrales de las propias puertas.
Como buen prototipo, el BMW Vision Future Luxury incluye los últimos avances presentados por la marca, de tal manera que la iluminación integral con tecnología láser para las ópticas delanteras no falta, ni tampoco la sustitución de los pilotos traseros de LED por unos más vanguardistas de OLED (diodos luminosos orgánicos) que destacan por una iluminación más uniforme en toda su superficie.Faros delanteros con tecnología láser y pilotos traseros de OLED
Esta deportividad continúa en el interior del último prototipo de BMW, que tiene muy claro que el conductor es el actor principal en la película de sus futuros coches. Sobre los actuales salpicaderos ya orientados notablemente hacia el conductor, la firma de Múnich marca de un modo mucho más radical la frontera entre conductor y acompañante. El primero contará con un despliegue de tres pantallas frente al volante, la central informativa y personalizable, a la izquierda los menús del ordenador de a bordo, y a la derecha para el control de los sistemas de navegación y entretenimiento. Por su parte, el copiloto también contará con su propia pantalla, pudiendo configurar diferentes informaciones del coche. Junto al Head-up display de última generación, esta reorganización del salpicadero y consola central nos conduce a un nuevo espacio limpio de cualquier mando, más allá de los situados en el propio volante.
Los gadgets más visibles en un habitáculo configurado para cuatro personas serán las tablets en la parte posterior de los reposacabezas delanteros de las que podrán disfrutar los dos ocupantes traseros, separadas sus enormes butacas por una prolongación de la consola central que hace las veces de reposabrazos y de la que emergen bandejas de cortesía de estilo avión.