Un motor de nuevo desarrollo de cinco cilindros, turboalimentado y construido en aluminio, da la bienvenida a la nueva generación de los Audi TT RS. Sin variar su cilindrada respecto a los TT RS anteriores (2.480 centímetros cúbicos), los TT Coupé y Roadster más potentes de la historia pasan de los 340 a los 400 CV, lo que se traduce en una potencia específica de 161,3 CV por litro. El par máximo de 480 Nm está disponible desde las 1.700 rpm y se mantiene constante hasta las 5.850 rpm, acelerando de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos en el caso del Coupé y en 3,9 segundos para el Roadster. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h de serie pero, si se solicita, Audi puede incrementarla hasta 280 km/h.
Claramente por encima de los TTS (310 CV), los nuevos TT RS (con transmisión S tronic de doble embrague y siete marchas; tracción quattro integral y suspensión específica RS) cuentan bajo pedido con los pilotos posteriores Matrix OLED (diodos orgánicos de emisión de luz) en diseño 3D.
En cada piloto trasero hay cuatro elementos finísimos de iluminación, que se van haciendo más pequeños de dentro hacia afuera. El más grande lleva un logotipo TT y los cuatro aros de Audi. La luz que se muestra cuando se conecta el encendido hace un rápido bucle a través de las cuatro unidades. Por último, se enciende una luz de LED visualmente homogénea y con forma de flecha, que completa la iluminación trasera OLED. Los intermitentes dinámicos, que se activan en la dirección deseada por el conductor, están situados en el borde inferior de los pilotos posteriores.
Además de por esta iluminación, los TT RS Coupé y TT RS Roadster se distinguen del resto de la gama principalmente por un frontal con nuevos paragolpes, entradas de aire más grandes y splitter aerodinámico muy próximo al suelo, así como por una zaga con un alerón fijo -no móvil como en el resto de versiones- de mayores dimensiones