Audi S3 Sportback

Desde que en 1976 Volkswagen lanzase su afamado compacto deportivo Golf GTI muchos son los que han imitado el concepto, lo han radicalizado, y a pesar de lo que diga la publicidad de VW, también lo han superado, tanto por la potencia de sus motores como por la dualidad en la puesta a punto de sus chasis, aptos para divertirse y también para ser utilizados como el vehículo del día a día. Y en este terreno, pocos adoptan un equilibrio tan exquisito como los S3 de Audi, ya por su tercera generación y que con la última renovación de la familia A3 (basada al completo en la plataforma MQB del Grupo VAG) puede asociarse a las cuatro carrocerías disponibles: tres puertas, el novedoso Sedán, el caprichoso Cabrio y el tradicional cinco puertas denominado ‘Sportback’.

a favor- Capacidad de aceleración- Motricidad, estabilidad y sonido- Calidad de rodadura impecableen contra- Forma del volante- 1ª velocidad y marcha atrás cambio S-Tronic- Consumo muy sensible
Este último es la que ha pasado por el garaje de Autocity. Un compacto familiar (4,32 metros) de 5p camuflado, que si no fuera por la rebaja de altura de su carrocería en 25 milímetros, bien podría confundirse con un acabado deportivo ‘S-Line’ con el que puede combinarse cualquier otro Audi A3 normal. Al S3 además de esta suspensión específica, le hacen diferentes detalles estéticos como las carcasas de los retrovisores metalizadas, la parrilla delantera con cromados, las aberturas de refrigeración del paragolpes delantero, los logotipos S3 que se repiten en calandra, portón y umbrales de puertas y, quizás lo más llamativo, el difusor trasero con la cuádruple salida de escape.

Detalles elegantes que, sin ensanchamiento de la carrocería, se alejan de la radicalidad del RS3 de 340 cv que deriva de la generación anterior del A3 aunque se espera para 2015 la llegada de un RS3 de 400 cv. A expensas del aterrizaje de un nuevo RS3 todavía más potenciado, el S3 Sportback es el rey de la gama, conformándose con 300 cv de potencia (35 cv más que su predecesor), tracción Quattro, y cambio manual (44.520 euros) o automático de doble embrague S-Tronic (45.050 €), ambos de seis relaciones. El doble embrague se caracteriza por su rapidez, sugerentes petardeos al subir de marchas incluidos, y apenas supone un sobrecoste de 500 euros, mejorando la aceleración pura (en el Sportback 4,9 segundos de 0 a 100 por 5,3 s.) y el consumo mixto (6,9 por 7 litros) respecto al manual. Tiene un funcionamiento normal “D” o deportivo “S” y se puede manejar manualmente “M” con las levas tras el volante y toques longitudinales del pomo o por defecto en modo automático.El cambio automático S-Tronic, de seis relaciones, destaca por su rapidez y el sugerente petardeo que propicia en los escapes
Números aparte, el S3 ofrece una respuesta extraordinaria de su motor de cuatro cilindros en línea 2.0 TFSI gasolina, con una aceleración sobresaliente y una capacidad de recuperación muy alta gracias a sus 380 Nm de par motor disponibles entre 1.800 y 5.500 rpm. Además, la gran suavidad de marcha y lo bien que filtran las suspensiones -nuestra unidad de prueba calza los neumáticos de serie 225/40 con llanta de 18 pulgadas– es otra de sus cualidades más reseñables.
Tan destacado resulta su enorme capacidad de aceleración como lo cómodo y suave que es conducirlo
60 kg. más liviano que su antecesor, el nuevo S3 ahora pesa 1.395 kg gracias, entre otras circunstancias, a la utilización de aluminio en las aletas delanteras, la suspensión delantera, y el capó. Fundamental también ha sido el sistema de distribución variable de admisión y escape, con alzada de dos etapas de las válvulas de escape (Valvelift) y el doble sistema de inyección para mejorar la eficiencia (básico para bajar de los 8,5 l/100 km. del anterior S3 a los 6,9 que homologa el nuevo modelo) y un turbocompresor de tamaño generoso que sopla hasta los 1,2 bares de presión. El resultado, un motor con las mejores cualidades de un cuatro cilindros –suave, silencioso, contundente a bajas vueltas- y de todo un V6 –elástico, progresivo, siempre lleno, que nunca decae, estirando por encima de las 6.000 rpm-; un motor que empuja hasta el corte de inyección -6.800 rpm- incluso cuando ha superado el régimen de 5.500 rpm cuando se obtienen los 300 cv.
Capaz de mantener ritmos muy vivos sobre cualquier tipo de asfalto o de carretera (250 km/h de velocidad máxima limitada electrónicamente), sin perturbación alguna para un chasis que ofrece una estabilidad lineal colosal y una rigidez torsional de matrícula de honor, el S3 Sportback se apoya de serie en la tracción integral permanente Quattro. Y es permanente porque el nuevo embrague central multidisco de control electrónico y accionamiento hidráulico, no solamente es más rápido, sino que reparte el 50 por ciento del par a cada eje desde que iniciamos la marcha, limitándose a funcionar como un tracción delantera en situaciones de baja carga (muy favorables), incluso desacoplándose la transmisión del propio motor cuando el ‘Audi Drive Select’ funciona en modo ‘Efficiency’ y al dejar de acelerar practica una ‘conducción a vela’ en busca de rebajar consumos.

Un chasis adaptativo ‘Audi Drive Select’ que es de serie en toda la gama S3, y que en cualquiera de sus modos de configuración (Effiiciency, Comfort, Auto, Dynamic, Individual) no transforma al S3 en un compacto incómodo. Esta idoneidad para ser utilizado como coche de diario no es incompatible para considerarlo un compacto deportivo. En el modo ‘Dynamic’, la dirección de asistencia variable se endurece y la respuesta motor/cambio es más viva, así como el sonido de escape, gozando de una conducción precisa, rápida y divertida a la hora de trazar curvas (opcionales y muy recomendables son los amortiguadores magnéticos de nuestra unidad de prueba). Y siempre, filtrando las irregularidades con la pulcritud que se presume de un Audi.

El volante con la parte inferior plana ofrece una desmultiplicación excelente, facilitando cualquier tipo de maniobras en ciudad –apenas muestra resistencia- y sin embargo su diseño con la parte inferior plana puede ser un incordio para realizar una conducción más deportiva. Por lo demás el interior es un calco al de un A3 normal, más allá de las referencias a su genética deportiva ‘S3’, la sustitución del indicador de temperatura del motor por un sugerente ‘Boost’ que marca la presión del turbo, o en el caso de nuestro S3 unos exquisitos asientos deportivos opcionales con los reposacabezas integrados. El resto del habitáculo, dimensiones incluidas (buen espacio para dos ocupantes atrás que disfrutarán de las dos puertas laterales traseras que configura la carrocería ‘Sportback’ y el mismo maletero de 340 litros de las versiones ‘Quattro’), se mantiene inalterado, más allá de una posición de conducción ligeramente más baja.Sus reacciones son predecibles y sus aceleraciones, sobre todo en recta, pueden ser vertiginosas
Por concepción técnica, el S3 Sportback es un calco a su primo Volkswagen Golf R, al que iguala en potencia y en aceleración de 0 a 100. También 300 cv y tracción a las cuatro ruedas tiene el Subaru WRX STI, aunque su carrocería es tipo berlina y su motor gasolina de 2.5 litros y en configuración bóxer. Por su parte, el Mercedes A45 AMG ofrece una potencia muy superior de 360 cv y es tres décimas más rápido en alcanzar los 100 km/h. Por último, el BMW 135i de 320 cv tiene de serie tracción a las ruedas posteriores (opcional, con la tracción total xDrive). Salvo el Golf, todas estas alternativas se ofertan por un precio igual o superior al S3 Sportback; el A45 AMG muy superior (54.750 €). Y si miramos a las marcas generalistas, por relación precio/potencia/rendimiento, el primo español de este S3, el León Cupra podría ser una seria amenaza, más incluso que compactos deportivos muy consolidados como los últimos Astra OPC, Focus ST o Megane RS, todos con potencias entre los 250 y 280 cv, tracción delantera y PVP por debajo de los 35.000 euros.

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