Audi sorprendió el año pasado con el lanzamiento de un auténtico deportivo al nivel de los consagrados Porsche, Ferrari o Aston Martin. Pero ahora, con motivo del Salón del Automóvil de Detroit, va más allá y presenta un prototipo basado en el mismo R8 pero con motor diésel. La verdad es que la marca de los aros no lo ha tenido muy difícil, pues le ha bastado recurrir al propulsor V12 TDI del bólido de competición el R10- con el que venció en las 24 Horas de Le Mans.
En caso de llegar a producirse en serie, el Audi R8 V12 TDI sería un coche único, ya que no existen deportivos diésel de semejante potencial. Es incluso más potente y rápido que el R8 V8 4.2 FSI de 420 cv que se vende ya por 116.800 euros, pues gracias a su enorme motor de seis litros alimentado por dos turbos esta mecánica obtiene ¡500 cv de potencia y 1.000 Nm de par! Gracias a ello le saca cuatro décimas en aceleración de 0 a 100 km/h a su hermano de gasolina, pues el R8 TDI declara 4,2 segundos; mientras que en velocidad máxima, a falta de homologar, se asegura que supera los 300 km/h.
La configuración de este superdeportivo diésel es de motor central y tracción integral Quattro, y va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades con un embrague de dos discos para soportar tanta fuerza. Para el equipo de frenada recurre a discos cerámicos, y su sistema de escape se ha trabajado para ofrecer un bonito sonido de un vehículo de su clase.
Estéticamente se presenta todavía más ancho que el de gasolina, con un color Gracesilver mate, y con un espectacular techo de cristal. También la parte del capó es transparente para dejar a la vista el interesante propulsor. En cuanto al interior, destaca el volante deportivo con botones de arranque y gestión incorporados. Mediante este último se actúa en el sistema drive select, el cual puede seleccionar los modos de conducción Dynamic, Sport y Race. Este interruptor ajusta el motor y el sistema electrónico de cambios, así como los amortiguadores magnetic ride.