Futuro urbano premium
Audi no tiene un buen recuerdo de su experiencia en el segmento pequeño, pues su pasado A2 no tuvo buena aceptación. Sin embargo ahora parece que vuelve a la carga con un nuevo vehículo urbano, muy diferente por diseño a aquel minmonovolumen, de concepto mucho más deportivo, y con una alta tecnología que incluye un motor híbrido. Vamos, que cuando a finales de esta década pase de ser un prototipo a un modelo de calle –que podría llamarse Audi A1- ¡ya puede temblar el Mini de BMW!
De momento se le denomina Metroprojet Quattro, y está por ver cuantas de las soluciones que en el Salón del Automóvil de Tokio plantea se podrían llevar al futuro modelo de serie; pero por aquí deben “andar los tiros”. Con una carrocería de 3,91 metros de longitud (igual que un VW Polo), 1,75 metros de ancho y 1,40 metros de alto, este nuevo urbano de Audi ofrece un habitáculo con cuatro asientos independientes y un maletero de 240 litros de capacidad.
En la parte técnica lo más destacable es su doble propulsión: un motor convencional para las ruedas delanteras y un motor eléctrico para las traseras, que pueden funcionar bien por separado cualquiera de los dos o bien de forma simultánea. El convencional es un 1.4 TFSI como el del A3, aunque potenciado a 150 cv de potencia y 240 Nm de par, unido a una caja de cambios S-Tronic con modo secuencial mediante palanca o levas tras el volante. Por su parte, el eléctrico puede generar hasta 40 cv de potencia y 200 Nm de par, y su energía procede de unas baterías de ion litio. Este motor, ubicado en la parte trasera, bien visible e incluso iluminado, puede funcionar por sí sólo hasta 100 km, y la recarga puede realizarse en cualquier toma de corriente.
Las prestaciones del Audi Metroprojet Quattro son excelentes, ya que en momentos de máxima demanda de potencia funcionan los dos motores a la vez, cada uno aplicando la potencia a un eje. Se logra así una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y una velocidad máxima de 201 km/h. Los consumos medios son de sólo 4,9 l/100 km y las emisiones de CO2 se fijan en 112 g/km.