Audi A3 2.0TDI

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MAS AMBICIOSO Y REFINADO

Si la primera generación del Audi A3 inauguró un nuevo segmento, el de los compactos de lujo, que ha dominado a lo largo de toda su vida, esta segunda generación lo mejora y lo supera, haciéndose más acusadamente deportiva aumentando sus medidas y exclusividad, y con un cierto aire de coupé, al menos esta versión de 3 puertas (la de 5 diseñada en Martorell, no aparecerá hasta el próximo año).

Nuevo, pero continuista
En el diseño del nuevo A3 no se han corrido riesgos, manteniendo una línea continuista, al ser una evolución del anterior. Sin embargo no es un restyling, sino un coche totalmente nuevo, que ha crecido en longitud 5 cm, pasando de 4,15 a 4,20 m, en anchura 3 cm, de 1,73 a 1,76 m, pero ha descendido en altura 1 cm, de 1,43 a 1,42 m, mientras que la batalla se ha incrementado en 6,5 cm, pasando de 2,515 a 2,58 m, y las vías también aumentan, 1,51/1,49 frente a 1,54/1,51 m. Por otra parte, sus cortos voladizos se rematan con unos abultados pasos de rueda que albergan unas grandes llantas de 17 pulgadas con neumáticos 225/45 R 17 de serie, que delatan la vocación deportiva de este acabado Ambition.
  La parte posterior destaca por la redondez y equilibrio de sus formas recordando a un coupé; la luneta tiene menos superficie que el modelo anterior lo que le resta algo de visibilidad y el portón permite un excelente acceso al maletero de forma cúbica, cuya capacidad de 350 litros o los 1.100 con el asiento trasero abatido no ha variado respecto a su predecesor.
Habitabilidad mejorada
Del incremento de la batalla en 6,5 cm, se beneficia el espacio para los pasajeros, aumentando la longitud interior en 5,5 cm y el ancho interior en 4 cm. En comparación con la generación anterior, los pasajeros de las plazas traseras disponen ahora de 3 cm más de espacio para las piernas. A pesar de la reducción de la altura del vehículo, el espacio a la altura de la cabeza no se ve afectado, gracias a los asientos deportivos situados a un nivel más bajo, que permiten incluso en las plazas traseras tallas de más de 1,80 m.
El interior se distingue por su estilo deportivo y elegante, así como por el perfecto ajuste y calidad de los materiales, heredando ciertos aspectos del Audi TT. Los asientos delanteros disponen, tanto en la zona del respaldo como en la del apoyo de una cubierta acolchada con un material de espuma firme, que se adapta al cuerpo, ofreciendo no sólo una buena sujeción y confort, sino también la rigidez necesaria para largos viajes, además disponen de la función ‘easy-entry’, que facilita la entrada a los pasajeros de las plazas traseras.
También cuenta con numerosos compartimientos portaobjetos, así como posavasos de fácil acceso. Y en general la ergonomía de sus mandos es correcta, a excepción de la posición del botón del cierre centralizado, situado en la puerta del conductor.
En conclusión, el Audi A3 2.0 TDi cumple con las expectativas previstas, deja un poco frío su diseño excesivamente conservador, así como su precio de 27.380 euros, que es su principal handicap, aunque hay que considerar que pertenece a la categoría Premium en la que prácticamente apenas hay modelos que le hagan la competencia, y es uno de los mejores coches de su segmento.
MOTOR EXCELENTE

El A3 que hoy probamos incorpora el nuevo motor 2.0 TDi, que puede considerarse la tercera y última generación entre los TDi, teniendo el honor de ser el primero en adoptar una culata con dos árboles de levas y 4 válvulas por cilindro, con el sistema inyector-bomba específico. En realidad este motor no es nuevo exactamente, sino que deriva del bloque del 1.9 TDi, al que se le ha aumentado el diámetro de los cilindros hasta 81 mm frente a los 79,5 mm del anterior, incrementando la cilindrada en 72 cc con un cubicaje final de 1968 cc. Además, el inyector-bomba es más compacto con 6 orificios y colocado en el centro de la cámara de combustión, con el fin de que quepan las 4 válvulas en cada cilindro.

También la cámara de combustión responde a un nuevo diseño con el fin de optimizar las turbulencias y mejorar la combustión. Este excelente conjunto mecánico, sobrealimentado por un turbocompresor de geometría variable con su correspondiente intercooler, proporciona un extraordinario rendimiento de 140 CV con un par máximo disponible de 32,6 mkg entre 1.750 y 2.500 rpm, ayudado por un cambio manual de 6 marchas con unos desarrollos bien ajustados.
Otros elementos técnicos que influyen de forma definitiva en la excelente dinámica del A3 es la concepción de su innovador tren de rodaje, a base de un Mac Pherson perfeccionado delante, con brazos triangulares transversales inferiores unido el conjunto a un travesaño de aluminio; mientras que atrás abandona el eje torsional por el principio de 4 brazos: dos oscilantes transversales inferiores, uno basculante transversal superior y una barra longitudinal. Del apoyo vertical se encargan muelles y amortiguadores de gas alojados en puntos de apoyo separados.
La dirección electromecánica de asistencia variable es de desarrollo totalmente nuevo y sólo consume energía cuando se está girando, de este modo ahorra una media de 0,2 litros cada 100 km. Igualmente se han retocado los frenos con un buen resultado, ya que se ha reducido apreciablemente la distancia de frenado.
Deportivo y confortable.- Divertirse al volante del nuevo A3 2.0 TDi es prácticamente obligado, gracias a su bastidor manifiestamente mejorado. Y no porque antes el comportamiento fuera malo, todo lo contrario, pero no alcanzaba el nivel de eficacia y equilibrio entre deportividad y confort de la nueva saga, sobre todo en esta versión Ambition, la de planteamiento más deportivo, cuya suspensión tiene un tarado más firme, y una altura de la carrocería 15 mm más baja, mientras que las llantas de aleación son de 17 pulgadas con neumáticos 225/45 ZR 17.
Con este modelo y efectivo tren de rodaje se consigue un manejo ágil y deportivo, manteniendo una gran estabilidad, a la vez que garantiza un convincente y preciso comportamiento. Como calidad adicional cuenta con un confort de marcha tan elevado como el de muchas berlinas de categoría superior, gracias a las suspensiones independientes que absorben las irregularidades del firme. Además este A3 también convence en trazados sinuosos, al ser más manejable, más ágil y con mejor comportamiento, gracias al esquema de suspensiones con una geometría muy evolucionada.
Comportamiento noble
En curvas, muestra un carácter neutro, hasta alcanzar los valores límite, que se sitúan muy altos, momento en el que tiende a un ligero subviraje, sin entorpecer la agilidad de marcha, mientras que los balanceos de la carrocería son limitados, incluso cuando el asfalto presenta irregularidades en las curvas, de manera que prácticamente no afecta al comportamiento de marcha. Todo ello se consigue también gracias a la mayor rigidez torsional dinámica de la carrocería, que se incrementa en un 20% y la estática en un 33%. Ahora bien, si desconectamos el ESP podemos jugar con la trasera del coche, pero cuando está conectado mantiene firme sus trazadas.
La precisión y rapidez de la dirección electromecánica de asistencia variable es excelente, de respuesta inmediata a cualquier insinuación con el volante, y su tacto es firme cuando se circula rápido y muy suave cuando se está aparcando o a baja velocidad. El sistema de frenos, con cuatro discos, los delanteros ventilados y los traseros macizos, es bastante eficaz, aunque su tacto es mejorable, ya que no empiezan a actuar hasta que el pedal ha bajado casi in tercio de su recorrido. En conducción deportiva y bajando un puerto de montaña, los frenos se calientan más de lo que nos hubiese gustado, pero la eficacia de la frenada no queda demasiado perjudicada, y además cuenta con un ABS de última generación de perfecto taraje, de distribución de la fuerza de frenada y de asistencia complementaria de la frenada.
Este motor 2.0 TDi se muestra más suave y progresivo que el 1.9 TDi de 150 CV del VW Golf, sin la brusquedad de este último y con menor efecto turbo. En realidad lo que se ha conseguido, al aumentar la cilindrada y su nuevo sistema de distribución, es mejorar la respuesta por debajo de 2.800 rpm hasta 1.800 rpm, para que la entrega de potencia y par sea más progresiva hasta las 4.500 rpm, resultando más agradable de conducir. Aunque su considerable par máximo de 32,6 mkg, disponible desde 1.750 rpm, llega a provocar ciertas pérdidas de tracción en situaciones límite, que son subsanadas por el control electrónico de tracción.
De todos modos este motor aún tiene una asignatura pendiente, su excesiva rumorosidad, propia de los motores inyector-bomba que trabajan a gran presión, y pese a que las versiones diesel del A3 están más aisladas que las de gasolina. La caja de cambios manual de 6 marchas dispone de unos desarrollos perfectamente ajustados a la potencia y par del motor, con una 6ª perfectamente utilizable desde 70 km/h hasta casi llegar a los 210 km/h. El cambio, por su parte, aunque preciso y de fácil manejo, tiene un tacto que no acaba de convencernos.
Consumos ajustados
Las prestaciones del A3 2.0 TDi, al incorporar el 4 cilindros diesel más potente y dinámico que Audi ha utilizado hasta el momento, son francamente buenas, con una velocidad máxima que roza los 210 km/h, unas aceleraciones equivalentes a las de un gasolina de la misma cilindrada y parecido rendimiento, así como unas recuperaciones buenas, incluso en 6ª, y permite adelantar con seguridad al disponer de un reserva de potencia más que suficiente. Con los consumos pasa otro tanto, resultan muy ajustados incluso en conducción deportiva, con una media de 6,5 litros cada 100 km, unos optimizados 5,2 litros circulando entre 90/100 km/h y 9,5 litros en conducción deportiva.

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