Aston Martin V8 Vantage N420
Radical pero sin exagerar
El Aston Martin V8 Vantage N420 es una edición especial que la marca británica saca al mercado con la intención de continuar en la brecha abierta por el Vantage N400, diseñados ambos para ofrecer a sus pudientes clientes el volante de un coche radical pero que guarda las formas en todo momento y para el que los elementos de confort no están ni mucho menos olvidados. Sin precios por confirmar pero de los 150.000 euros seguro que no bajará esta versión de acceso a Aston Martin-, el Vantage N420 se ofrecerá con dos carrocerías, coupé y roadster, y presenta detalles específicos a nivel de arreglos mecánicos y de diseño exterior e interior.
Inspirado en los coches de competición que la marca está desarrollando desde 2006 en las 24 horas de Nürburgring, tanto con los GT4 como con los Vantage con especificaciones para circuito, el N420 es el sucesor del N400 lanzado en 2007. Así, encontramos distinciones en su carrocería respecto al Vantage de serie. Por ejemplo los marcos de las puertas pintados en color negro, a juego con los resaltes en fibra de carbono en el spoiler delantero, las branquias laterales o en el difusor trasero. También son de nuevo cuño las llantas. El caso es que todos estos desarrollos no han influido en exceso en el peso final del artefacto, que sigue siendo demasiado pesado, 1.678 kilos (27 kg menos que el Vantage convencional), si lo comparamos con sus rivales más directos, como el Ferrari 458 Italia (1.560 kg) o el Lamborghini Gallardo, que, con un motor V10 y tracción a las cuatro ruedas, reduce su peso a 1.634 kg.
En el chasis las mejoras son más evidentes. Se incluye de serie el Pack Sport, que añade al conjunto unos muelles y unas suspensiones de recorrido más corto y más duro y unas barras estabilizadoras de superior diámetro, con el objetivo de ambientar nuestra conducción en el estilo más Racing posible. A esto también ayuda una doble salida de escape, integrada en el paragolpes trasero y terminada en tono oscuro, mucho menos restrictiva y que agudizará el fabuloso sonido de motor de este Aston Martín.
Se mantiene el propulsor V8 de 4.7 litros del Vantage N400, pero ha sido retocado en pro de una mayor eficiencia. Su rendimiento es de 426 cv de potencia máxima, asociados a una transmisión manual o automática de seis velocidades, lo que le permite alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,9 segundos y una velocidad punta de 288 km/h. Algo corto si lo comparamos con los 325 km/h del Ferrari 458 (de 570 cv) o los 324 km/h del Lamborghini Gallardo (de 560 cv). Por debajo en prestaciones, este Aston Martin, a falta de confirmación, también se presume menos caro que los otros dos biplaza con los que competirá.
Por dentro, la marca británica introduce al habitáculo ya conocido el paquete Iridium, con instrumentación en grafito, volante de cuero o Alcántara, asientos de fibra de carbono con costuras o placas conmemorativas. La deportividad de este modelo no está reñida con su habitabilidad, manteniendo así elementos de confort que cualquier turismo convencional presentaría en su equipamiento de serie: Bluetooth, control de velocidad o avisador acústico de aparcamiento. Por último, podrá decorarse con los elementos de la gama Race Collection de la marca y con pinturas exclusivas, como el amarillo Rose, el verde Kermit, el blanco Asia Cup, el azul Elwood (el de nuestra foto de portada) o el british racing green.