Una empresa asturiana desarrolla un badén reductor de velocidad escamoteable

El primero de estos badenes, que reciben la denominación Vivaden, está instalado en Asturias y es operativo, y con él la compañía ha iniciado su comercialización, primero entre las administraciones públicas españolas para, en una fase posterior, ir la internacionalización del dispositivo.

Vivaden es un proyecto de investigación y desarrollo financiado por el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA) y cofinanciado con fondos europeos FEDER de desarrollo regional.

Vivaden es un nuevo reductor de velocidad que sólo sobresale del suelo en determinadas situaciones, como el exceso de velocidad de un vehículo, o accionado a voluntad si se trata de una hora punta con alta densidad de tráfico o la hora de entrada o salida de un colegio, y es capaz de discriminar a los servicios de emergencias, ocultándose a su paso.

El sistema nace, ha explicado a EFE la compañía, en un contexto general de impulso a la movilidad sostenible y con el objetivo de contribuir a la denominada ‘pacificación del tráfico’,

Con el ingenio se trata de implantar el principio de moderación de la velocidad de circulación en las calles urbanas, de modo que el coche privado pueda ser compatible con otras alternativas como el desplazamiento a pie y en bicicleta.

Así, con Vivaden se sale al paso de los firmes opositores de los badenes convencionales, tienen firmes opositores, porque su instalación penaliza a todos los conductores, vayan rápidos o no, incluso a la vecindad, a causa del ruido que producen coches y camiones al pasar sobre el badén.

Los badenes convencionales suponen en muchas ocasiones averías en elementos del vehículo como spoilers, trapecios, amortiguadores, o escapes, aunque, finalmente, es la oposición de los servicios de emergencias, principalmente de bomberos y ambulancias, la que está siendo la principal barrera a la instalación de badenes.

El problema queda resuelto con este dispositivo, que activado tiene una forma y dimensiones similares a un baden convencional homologado y es aplicables a aplicable a todos los tipos de vehículos que circulan en entornos urbanos, sea pesados o ligeros, con una velocidad máxima admitida de 50km/h.

En posición normal, el badén debe de estar escondido y no interferir el tráfico, de forma que no es un obstáculo para el salvo que un vehículo supere la velocidad permitida, en cuyo caso se activan las señales de advertencia y el baden, dotado de un sistema hidráulico, se eleva.

Las posiciones de normal o activo también pueden ser activada por control remoto y activarse automáticamente coincidiendo con los horarios escolares.

La única salvedad la hace con los vehículos de emergencia, que así pueden transportar enfermos delicados o hacerlo con la celeridad adecuada.

Además de permitir el paso de ambulancias y bomberos, Vivaden no genera atascos innecesarios y no penaliza a todo los conductores por igual, por eso permite circular sin frenazos o interrupciones y, por tanto ahorra combustible y reduce la contaminación acústica y ambiental.

Además, su diseño evita accidentes y reclamaciones legales, no irrita a los conductores y no daña a sus vehículos.

El dispositivo, explica la compañía, requiere de una mínima obra civil y su cose total, dispositivo e instalación, está en torno a los 20.000 euros.

Isastur es una compañía creada en 1978 que está instalada en el parque tecnológico de Llanera y ahora forma un grupo de empresas con presencia internacional en Ingeniería y Proyectos, Montajes y Mantenimiento, Montajes Electromecánicos e Instrumentación, Montajes Mecánicos, Edificación y Obra Civil y Proyectos Integrales.

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