Golf 1.9 TDi 130 cv

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POTENCIA Y EQUILIBRIO

El turbodiesel 1.9 TDi de inyección directa por inyector-bomba y 130 CV instalado en el VW Golf con la caja manual de 6 velocidades es una inmejorable opción diesel para quienes buscan el mínimo consumo sin renunciar a la potencia y el confort, con unas prestaciones deportivas en formato compacto.

El 1.9 TDI 130 CV de tracción delantera se sitúa en la zona media alta de la gama Golf, en una posición privilegiada entre los turbodiesel compactos de altas prestaciones. Esta versión, que reemplaza al 1.9 TDi de 115 CV, se ofrece en 3 y 5 puertas y exclusivamente en nivel Highline, con un fantástico rendimiento completado por su nuevo cambio manual de 6 marchas. Y en opción, también está disponible con tracción integral 4Motion o con el cambio automático Tiptronic (pero con 5 relaciones).
Su equipamiento en seguridad y confort es de lo más completo, montando de serie airbags frontales y laterales, ABS, ASR, volante regulable en altura y profundidad, aire acondicionado, faros antiniebla, llantas de aleación (15 pulgadas), asientos delanteros «easy entry» (para facilitar el acceso a las plazas traseras) y regulables en altura, respaldo posterior abatible asimétricamente, reposabrazos central delantero y trasero, etc. Claro que el control dinámico de estabilidad (ESP) es opcional, como los faros de xenon, los airbags de cabeza y el tren de rodaje deportivo. ¡Todo lo que nos gusta!.
EXCELENCIA MECANICA

El 1.9 TDi de VW es un motor que parece inagotable a la hora de superar su rendimiento. De los 90 CV iniciales con que nació, ha pasado a 100, 110, 115 (estos últimos ya por alimentación PDE bomba-inyector) y ahora a 130 y 150, cumbre de la evolución en el GTi/TDi. Pero quizá este 130 CV sea la versión más equilibrada por consumo y prestaciones, ya que parte de un rediseño total del bloque y sus bajos (es un motor prácticamente nuevo y no sólo «apretado») para soportar mejor sus nuevas cargas, asegurando así su acreditada fiabilidad. Toma el bloque del 115 CV con alimentación por inyector-bomba, pero muy mejorado en lo relativo a inyección, refrigeración y lubricación.
Así, el «intercooler» es más grande, el turbocompresor variable (Garrett T15) cambia de geometría, con mayor presión y tamaño, y estrena nuevos difusores de inyección de mayor caudal. Pistones, bielas y cigüeñal son nuevos y reforzados, lo mismo que el bloque y la culata, mientras que del engrase se encarga una nueva bomba de aceite con un 25% más de caudal, amén de lubricar a chorro la parte interna de los pistones para refrigerarlos mejor. Ello unido a una nueva gestión electrónica del motor da como resultado no sólo 15 CV más, sino un par máximo de 31,6 mkg frente a 29 mkg antes, siempre al régimen de 1.900 rpm. Capaz de entregar más de 30 mkg entre 1.900 y 3.500 rpm, supera con facilidad las 4.000 rpm, algo poco usual hasta ahora entre los 1.9 TDi del grupo VAG.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO SIN CAMBIOS

Respecto al TDi 115 CV no hay cambios significativos de comportamiento, con un notable agrado de conducción tanto en ciudad como en carretera. La adecuada sección de barras estabilizadoras (23 y 22 mm), el correcto tarado de muelles y amortiguadores, junto a la equilibrada medida de neumáticos (195/65 R 15) le proporcionan un excelente aplomo, como ya comprobamos en su día con el Audi A3 de igual mecánica. En trazados rápidos se muestra muy estable y perfectamente alineado, y en los más cerrados y sinuosos, sobre buen firme, sigue siendo uno de los mejores de su clase, no demasiado subvirador, y muy predecible y progresivo con el eje posterior, que reacciona con suavidad al levantar el pie del acelerador para ayudar al morro a trazar la curva.
Si el piso no es tan bueno, el confort (y en menor grado la estabilidad) se deteriora algo, debido al tarado algo blando a la extensión de los amortiguadores, con alguna oscilación indeseada del morro y ciertas molestas vibraciones al volante. El control de tracción ASR (de serie) contiene bien los aprietos en que el motor pone a los neumáticos (incluso en seco, y sobre todo en mojado, cuando el par suministrado a las ruedas le hace trabajar de lleno para no comprometer la adherencia de los neumáticos). El control de estabilidad   ESP (opcional, pero montado en la unidad de prueba) actúa discretamente, sin frenar demasiado al coche y controlando bien su trayectoria, lo que le permite seguir siendo divertido y fácil de conducir sobre cualquier trazado.
La dirección resulta agradable y de gran precisión, de asistencia algo justa y suficientemente rápida para enlazar con decisión tramos virados. El diámetro de giro es aceptable, con el único pero de resultar algo pesada en maniobras. Los frenos son bastante buenos, con 4 discos de generosas dimensiones, ventilados los delanteros, aunque la potencia, par y peso del coche tienen en parte la culpa de ponerlos en evidencia, acusando cierta pérdida de eficacia en un uso intensivo prolongado. Las distancias de frenado son correctas, aunque las hay mejores en su categoría. El ABS (+EBV) de última generación, como es habitual, actúa cuando debe.

Prestaciones

PRESTACIONES EXCEPCIONALES

Pero el motor es lo que más destaca: el 1.9 TDI de 130 CV es sensacional, con una respuesta que difiere poco del GTi/TDi de 150 CV. En un principio se esperaría cierta brusquedad de respuesta por sus características, pero nada más lejos de la realidad. Es contundente en su entrega de potencia, pero el mayor esfuerzo se ha hecho en aumentar la elasticidad y el régimen de giro. Así, a 1.500 rpm ya da una cifra de par de casi 20 mkg, superando los 30 a 1.900 rpm, valor que mantiene hasta las 3.500 rpm… Así se explica la notoria mejora de su agrado de utilización desde el ralentí, con unos bajos impresionantes que permiten subir rampas de garaje en 1ª a 1.000 rpm sin pisar el acelerador, circulando por ciudad con total comodidad. Pero esto ya ocurría con el 1.9 TDi de 115 CV (aunque en menor medida). Pero lo mejor son las fulminantes subidas de régimen, que agotan las marchas en un instante, dando la sensación de que se echa de menos… ¡una 7ª!. Lo más sorprendente de este motor, como en el TDi de 150 CV, es que sube de vueltas hasta regímenes insospechados en un diesel de este tipo, que suelen hacer techo a las 4.000 rpm. Lo que no es el caso aquí, en que la aguja del cuentarrevoluciones sube con facilidad hasta las 5.000 rpm, flirteando con la zona roja, sin que el motor sufra una sensible pérdida de potencia a tal giro (lo que sería explicable de una potencia máxima oficial a 4.000 rpm).
El cambio manual de 6 marchas es el mismo de los Bora y Passat, de inserción suave y precisa, aunque no muy rápido. Pero en todo caso, más agradable de manejo que los de otros turbodiesel de su segmento. Los desarrollos están bien calculados para la potencia y par del motor, con una relación bastante cerrada entre 4ª, 5ª y 6ª. Es curioso comprobar lo bien que reacciona en 6ª por carretera al límite legal de velocidad (120 km/h), girando sobre las 2.000 rpm, ya que la entrega de par es tan alta (más de 30 mkg) que la respuesta al acelerador es fulminante en los adelantamientos, siendo muy pocas veces necesario recurrir a una reducción de marcha. Y lo mismo sucede en los repechos; la única nota negativa es su rumorosidad, sobre todo en frío y por encima de 140 km/h.

Este TDi 130 CV no pretende ser el diesel más deportivo (ya está el 150 CV), pero sus prestaciones están al nivel de muchos GTi de gasolina de su categoría, y con diferencias mínimas en aceleración respecto al GTi/TDi de 150 CV, apenas 2 ó 3 décimas de segundo, y de 3 a 8 décimas en las recuperaciones. Sólo en velocidad máxima se despega claramente su hermano de 150 CV, sacándole 10 km/h de diferencia (215 frente a 205). Pero aún así son cifras muy por encima de las de otros turbodiesel de su segmento. Y si se saca partido a sus cualidades deportivas, su consumo de gasóleo sigue siendo muy contenido (lo que ya no es el caso del 150 CV, que en conducción rápida es bastante más glotón, con diferencias de hasta un litro). Es difícil que el ordenador de a bordo nos sorprenda con cifras de dos dígitos… incluso en conducción deportiva por carreteras de montaña.
En conclusión, este Golf TDi 130 CV vuelve a poner el listón muy alto a su competencia, siendo un digno rival hasta de su hermano el Golf GTi/TDi 150 CV, máxime cuando la diferencia de precio entre ambos (2.840 euros, casi medio millón de pesetas) juega claramente a su favor. En resumen, un compacto bien terminado y equipado de serie (a falta del ESP), y capaz de ofrecer unas muy brillantes prestaciones con un consumo de lo más contenido, algo que siempre se agradece.

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