Un salto al futuro
La lucha por ganar en espacio, confort, dinamismo y seguridad entre las berlinas de clase media se ha disparado en los últimos tiempos y todas las marcas se han ido adaptando a las demandas de un mercado cada vez más exigente. Ford, una vez más, se ha ganado un papel protagonista en esta evolución y ha dado un salto de gigante con su nuevo Mondeo. En Autocity, nos echamos al asfalto a bordo del 2.0 TDCi Titanium X con carrocería de cinco puertas, un coche nacido para abrir camino.
a favorCapacidad interior.Consumos ajustados.Relación calidad/precio.en contraPeso del portón del maletero.Visibilidad trasera reducida.Pocas sensaciones al volante.
Más amplia, más confortable y más capaz, la renovada berlina de la marca americana adquiere una nueva dimensión y se acerca a la oferta de las firmas premium… por un precio evidentemente inferior. Y es que el actual Ford Mondeo, cinco centímetros más largo que su predecesor, mide 4,778 metros de largo y tiene una habitabilidad casi tan destacada como la de un BMW Serie 5, un Audi A6 o un Mercedes Clase E.
En el garaje, un vistazo vale para comprobar la arrolladora presencia del Mondeo que, por precio y prestaciones, compite cara a cara con rivales tan cualificados como el Citroën C5, el Renault Laguna, el Mazda 6, el Peugeot 407, el Toyota Avensis, el Honda Accord o el Volkswagen Passat. Frente a ellos, Ford apuesta decididamente por el espacio y el dinamismo y consigue que el Mondeo sea una de las berlinas más recomendables que hay a la venta, ya que también mejora a la media en confort y estabilidad.
La carrocería de cinco puertas de nuestra prueba es levemente más corta que la de la versión de cuatro puertas, pero tiene prácticamente el mismo volumen de maletero y es más funcional, ya que la enorme boca de carga que habilita el portón es ideal para guardar bultos grandes. Sus 528 litros de capacidad se antojan idóneos para salir de viaje con la familia y la casa a cuestas.
El motor diésel de 140 cv destaca por su buena relación entre prestaciones y consumo y logra una respuesta adecuada, a pesar de que tiene que cargar con un lastre de 1.571 kilos, lo que pesa en vacío el Mondeo diésel de cinco puertas. Además, tiene una estabilidad a prueba de carreteras complicadas, por lo que un viaje en un Mondeo resulta tan cómodo como los recorridos de Jessica Tandy y Morgan Freeman en ‘Paseando a Miss Daisy’. ¿Quieres conocer a fondo el Ford Mondeo? Bucea en nuestra prueba y descubre una berlina hecha a tu medida.
Amplio y atrevido
Ford emprendió el camino de la renovación total con el Mondeo para ganar más adeptos a su causa. Sobre su predecesor, el cambio estético es radical. De un coche voluminoso, pero discreto, pasamos a uno más amplio y, sobre todo, mucho más racial. Y es que el aspecto del Ford Mondeo de cinco puertas destaca por su contundencia y robustez, lo que deriva en un coche con mucha más ‘personalidad’ que el modelo al que jubiló.
El concepto ‘kynetic design’ con el que la marca americana busca armonizar diseño y dinamismo aflora por los cuatro costados. La delantera, rotunda, es realmente llamativa, gracias al buen manejo de los cromados en la parrilla y la boca de refrigeración. La guinda la ponen unos faros con forma de lágrima, que suavizan con estilo una línea imponente. Los enormes pasos de rueda, para envolver unas neumáticos que se montan sobre unas atractivas llantas de cinco radios y 18′, y su trasera elevada completan una silueta que no deja indiferente y que engancha a primera vista… a aquellos amantes de los vehículos ‘duros’.
Por dimensiones, un viaje en el Ford Mondeo de cinco pueras es una delicia. El conductor encuentra sin mayores problemas la mejor postura gracias a los reglajes del asiento y el volante, pero los que más notan el salto de calidad son los acompañantes. En los asientos traseros, hay espacio, tanto longitudinal como vertical, para estirar las piernas y acomodarse a su antojo, por lo que las peleas entre los niños por ser los reyes del asiento de atrás pasarán a la historia. Hay sitio para todos. La pincelada final la pone el maletero, que no es amplio, sino enorme. El cofre tiene una capacidad de 528 litros, ampliables hasta ¡1448 litros! con los asientos abatidos.
Por dentro, confort y seguridad son los principales argumentos del Ford Mondeo. El diseño del salpicadero, aunque mejorado con respecto al modelo anterior, sigue siendo algo frío. Los plásticos son de tacto agradable y están bien ajustados, lo que es sinónimo de calidad, si bien el ‘look’ metálico de la consola central nos parece mejorable. El revestimiento en cuero del volante multifunción y la palanca de cambios aumenta la calidad global de un acabado que merece nuestra aprobación.
Si la estética y los acabados son más que buenos, lo mismo su puede decir de su amplísimo equipamiento. El modelo de la prueba, con el acabado Titanium X, tiene de serie siete airbags, faros bixenón (que pueden combinarse con el sistema de iluminación adaptativa HID), control de estabilidad, sistema de fijación Isofix y control de presión de los neumáticos, para mejorar una seguridad que tiene su punto de partida en la carrocería ultrarrígida.
Para que los viajes sean un remanso de placer, el Ford Mondeo 2.0 TDCi Titanium X ofrece a sus usuarios bluetooth, cerraduras automáticas, botón de arranque sin llave ‘Ford Power’, sensor de luces y lluvia, asientos deportivos calefactables (con ajuste eléctrico para el conductor) y climatizador multizona. Esta terminación incluye también una pantalla con el display a color para controlar el ordenador de a bordo, que contiene más funciones que la pantalla monocroma de los acabados Ambiente, Trend o Ghia.
Para equipar por completo tu Mondeo, tendrás que invertir 1.200 euros en el control de velocidad adaptativo, 2.500 en un navegador con DVD, pantalla a color y cargador para 6 cd’s y 500 más en un techo solar eléctrico, si es que te gusta mirar al cielo mientras esperas en un semáforo.
Al volante, el Ford Mondeo 2.0 TDCi Titanium X resulta convincente, por confort y por prestaciones. De entrada, puedes acceder al vehículo sin necesidad de sacar la llave del bolsillo. Para poner el motor en funcionamiento tampoco te hace falta la llave. Basta con pisar el embrague y pulsar el botón Ford Power para arrancar.
Su extraordinaria combinación entre confort y estabilidad es la principal arma del Mondeo que pusimos a prueba. La berlina americana pisa el asfalto con un aplomo soberbio, ayudado por los casi tres metros de distancia entre ejes (para ser exactos, tiene 2,85 metros de batalla), por sus neumáticos de 235/45 R18, que se agarran a la carretera con energía y por el buen trabajo de las suspensiones. La dirección resulta confortable y muy precisa, al igual que la transmisión. El conjunto se completa con unos frenos potentes y perfectamente calibrados, perfectos para acortar la distancia de frenado de un coche de las dimensiones y el peso del Mondeo.
A cambio de estabilidad, el Mondeo pierde agilidad con sus ampliadas dimensiones. En ciudad o en atascos, es lento de reacción y no es el coche más indicado para realizar cambios de dirección bruscos o callejear por el centro.
El motor diésel, que rinde una potencia máxima de 140 cv a 4.000 rpm, resulta sorprendentemente silencioso, lo que colabora a crear un clima perfecto para emprender la marcha. Se maneja en unas cifras razonables dentro de su segmento y tarda nueve segundos y medio en pasar de 0 a 100 km/h, mientras que alcanza una punta de velocidad de 210 km/h.
En carretera, el Mondeo se comporta con solvencia. Sus 140 cv empujan de forma notable a bajo régimen, aunque pierden vigor cuando la aguja llega a la zona media-alta del tacómetro. Llaneando, se desplaza con una soltura sorprendente, pero da la sensación de no exprimir toda la capacidad del turbo. Además, el consumo es muy ajustado y la firma americana anuncia un gasto en ciclo mixto de 5,9 litros. En nuestra prueba, rodando en carretera entre 120 y 130 km/h, comprobamos que con apenas cinco litros de gasoil se pueden recorrer 100 kilómetros.
A cambio de algo menos de 30.000 euros, Ford pone a tu servicio una berlina amplia, bien acabada y prestacional, para que tus viajes sean más seguros y placenteros. La marca americana apuesta por la calidad y gana la mano con un vehículo de garantías.