Alfa Brera Vs Giulia Sprint

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DE PUREZA A BELLEZA

El departamento de diseño de Italdesign ha dado a luz un concept-car de los buenos, de los que tienen formas más próximas a la realidad que al futuro, de los que hasta andan. Se llama Brera, como una novia que tuvo su creador Frabrizio Giugiaro. Su producción es un enigma, pero nuestra obligación pasa por comprobar su eficacia y por dejar que esta top model conociera a su antepasado el Giulia Sprint.

Hola abuelo Sprint! Mis padres GTV y Spider me han hablado mucho de ti, dicen que naciste a mediados de los años cincuenta bajo una exitosa experiencia de Alfa Romeo dirigida a una amplia clientela. Creo que tu diseñador fue uno de los profesores de mis actuales creadores: el genial Nuccio Bertone de Turín, aquel hombre serio que siempre llevaba zapatos de ante y reloj por encima del puño de la camisa y al que también le encargaron dibujar a tu sucesor.
Querida nietecita Brera, veo que estás muy enterada de mi pasado, pero para los lectores de Altas Prestaciones no soy un vulgar desconocido. En el número 40 de julio de 1999 me dedicaron un amplio reportaje, donde el bellaco periodista que me entrevistó, osó a llamarme ‘Ladrillo volador’ por mis pronunciadas formas angulosas y escaso peso. Me hace mucha ilusión que nos hayan juntado para este reportaje, pero tú, mi querida Brera estás más próxima a los elitistas 1900 ó 2300 Superligera, que a tu viejo abuelo Giulia Sprint.
Hoy todavía recuerdo mi puesta de largo en el Salón de Turín de 1954, allí estaba tu abuela Giulietta Sprint, tan guapa como siempre… Soportando a una prensa que decía de nosotros que éramos todo un atleta de corta distancia entre ejes y con un estilo tremendamente elegante y espacio para dos pasajeros adultos y dos personas de talla reducida o niños. Hija, en este apartado nos parecemos bastante y en la boca y los ojos también, sin olvidar que los dos somos de cintura alta. A tu lado soy muy bajito, porque mido 3,98 de largo cuando tú llegas a 4,39, mientras que mi anchura es de 1,54 y la tuya de 1,89.
Emilio Olivares
Foto: Alex Blanco
7 de noviembre de 2002
ALFA BRERA & GIULIA SPRINT

Yo, por el contrario, sólo soy una modelo de alta costura sin mucha reputación a la que mis creadores, los ‘sastres’ italianos Giorgetto y Fabrizio Giugiaro, han querido bautizar como Alfa Brera. Mi presentación en sociedad ha sido este año en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, pero luego he hecho una gira más importante que la de Operación Triunfo, pasando por distintos países e incluso asistiendo a concursos de elegancia donde conocí familiares nobles y únicos. Los más ‘enteradillos’ dicen que soy el futuro GTV o Spider de Alfa Romeo; pero otros opinan que puedo llegar a ser un Gran Tursimo llamado a competir con Porsche, Ferrari o Jaguar. Vistos los tiempos que corren, lo más seguro es que acabe en el museo Italdesign de la escuela de mis creadores, como en su día ocurrió con los Alfa Fioravanti Bola o Pininfarina Dardo. A diferencia de otras top model o concept-car y gracias a que he nacido en la casa turinesa de los Giugiaro, yo me muevo sola, no soy una simple estatua de parafina, caucho y fibra dispuesta a derretirme bajo una pegajosa lona de tela oscura. Algún jeque árabe ya ha puesto un cheque en blanco sobre la mesa, pero de momento no soy más que un globo sonda para una cadena de montaje. El ‘Capo operativo’ de la Fiat, Giancarlo Boschetti, dice que el próximo GTV debe salir de los estudios de diseño de la propia Alfa, pero los tiempos están revueltos y el desembarco en el año 2004 de Alfa Romeo en Estados Unidos puede mover ficha a favor de mi producción.
Abuelo, podríamos dar una paseo, porque como bien sabes los chicos de Maserati me han dejado la planta motriz del GT y un potente propulsor V8 de 400 CV que me situarían entre los grandes.

Pequeña Brera, ha sido una experiencia inolvidable rodar a tu lado, he visto como mueves tus caderas, como frenas, como te agarras y sobre todo como cantas cuando te exigen. Llevas un techo muy sexy de policarbonato que se extiende hasta el maletero pentagonal invertido, pero en verano debes ser un solarium hasta que no te instalen esos cristales que se oscurecen con el sol. Menudos zapatos de Michelin llevas, y además con llantas de 20 pulgadas y encima con frenos Brembo. Tú si que sabes; y encima te han instalado el CambioCorsa secuencial de los nuevos Maserati en un interior de cuero, aluminio y buenos plásticos, que ya nos hubiera gustado tener a tu abuela y a mí. Por cierto, me encanta eso de que puedas abrir tus puertas como si estuvieras nadando a mariposa, pero ten cuidado cuando te metas en un párking subterráneo.

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