El monovolumen grande (4,85 metros de longitud) de Seat protagoniza una de las evoluciones más destacadas de la categoría de familiares. Apoyándose en la misma plataforma, carrocería y motores que el Volkswagen Sharan (se puede hablar de modelos gemelos), este Alhambra resuelve con acierto todas las dificultades dinámicas de un monovolumen de su tamaño y peso y al mismo tiempo mejora (y mucho) aspectos relacionados con espacio, modularidad y funcionalidad.
a favor- Puertas laterales correderas – Consumos e insonorización- Ergonomía y acabadosen contra- Peso- Maletero con 7 plazas- Recuperaciones
Cuando se presentó el nuevo Alhambra en 2011, Seat llevaba diez años sin actualizarlo. En tiempos de monovolúmenes compactos de 5 ó 7 plazas (por ejemplo, la familia Altea de Seat compite con los Scenic, Picasso, C-Max, etc), un familiar del tamaño del Alhambra resultaba excesivo en su concepto original. Sin embargo, ahora la marca de Martorell con este Alhambra puede ofrecer un producto 100% familiar de diseño actualizado, con unas calidades y acabados líderes en el segmento, puertas laterales correderas que incrementan su practicidad, y todo por un precio muy competitivo de 30.000 euros gracias a suculentos descuentos, para competir con el propio Sharan, los más deportivos Opel Zafira Tourer y Ford S-Max, o los más capaces y pioneros Voyager (ahora Lancia) y Renault Espace. Mientras, el Seat Alhambra 4 (tracción total) alcanza los 32.000 €, una cantidad similar a otro contendiente de la categoría: el Fiat Freemont AWD 170 cv automático.
Son siete plazas independientes (en nuestro caso las dos traseras opcionales por 800 euros) en configuración 2+3+2. También nuestra unidad de prueba (Style) añade como extra el accionamiento automático de portón y de las nuevas puertas laterales correderas, por 1.025 €. Es un precio elevado pero al que se le saca mucho provecho en este tipo de vehículos. Su funcionalidad a la hora de accionar (abrir o cerrar) portón o puertas es múltiple, pudiéndose activar éstas últimas desde cinco puntos: mando a distancia, consola central, tirador interior, botón sobre el pilar B, y el tirador exterior sobre la propia puerta. Las nuevas puertas laterales correderas (automáticas, opcionalmente) y las siete plazas son las grandes bazas del Alhambra
La distancia entre ejes del Seat Alhambra roza los tres metros, lo que unido a los 4,85 m de longitud (+22 centímetros que su antecesor y +39 cm que el Altea XL) y a una notable altura de 1,74 m, nos deja un espacio interior ideal para toda la familia. La zona acristalada, grande pero sin perjudicar las proporciones exteriores (el nuevo Alhambra es un turismo enorme, no una furgoneta), mejora más si cabe una vida a bordo muy confortable para cinco adultos, principalmente en las tres plazas centrales con un desplazamiento independiente y longitudinal de 16 cm, de manera que acceder a las últimas dos plazas es más cómodo ya que incluso los respaldos del medio pueden abatirse conformando una superficie plana.
MODULARIDAD INTERIOR
Y es que esas dos plazas finales, por acceso y espacio, son aptas para adultos no muy grandes (hasta 1,75 m de altura) en viajes largos. Además, gracias al sistema de plegados de asientos ‘Easy Fold’, en el nuevo Alhambra no hace falta retirar las butacas que no vayamos a utilizar como ocurría en el modelo anterior: ahora, el maletero es una superficie de carga totalmente plana, con un portentoso portón y un piso de carga muy bajo que facilitan cualquier maniobra de carga con 809 litros de capacidad en configuración de 5 plazas y 2.430 l con la fila central abatida. La única pega es la notable reducción de espacio a 267 litros con las siete plazas, algo que no ocurre por ejemplo en la enorme Voyager.
Y es que esas dos plazas finales, por acceso y espacio, son aptas para adultos no muy grandes (hasta 1,75 m de altura) en viajes largos. Además, gracias al sistema de plegados de asientos ‘Easy Fold’, en el nuevo Alhambra no hace falta retirar las butacas que no vayamos a utilizar como ocurría en el modelo anterior: ahora, el maletero es una superficie de carga totalmente plana, con un portentoso portón y un piso de carga muy bajo que facilitan cualquier maniobra de carga con 809 litros de capacidad en configuración de 5 plazas y 2.430 l con la fila central abatida. La única pega es la notable reducción de espacio a 267 litros con las siete plazas, algo que no ocurre por ejemplo en la enorme Voyager.
La calidad interior es el otro gran punto de evolución del modelo. Como todos los modelos con ADN Volkswagen, este Seat Alhambra presume de un excelente acabado. Con la típica sobriedad alemana, los materiales utilizados son plásticos duros de buena apariencia y mejor tacto en las zonas más visibles de consola y salpicadero. Sin arabescos en los diseños de la instrumentalización, el ordenamiento de la botonería es extraordinario y en el puesto de conducción todo está bajo control: butaca comodísima y mullida, ligeramente elevada, con volante multifunción, y el resto de mandos perfectamente al alcance del conductor sin tener que retirar la vista de la carretera.
La ergonomía del puesto de conducción y la calidad general de los acabados son punteras en el segmento
Por lo demás, en un coche de su tamaño se puede echar de menos algún hueco más para depositar objetos, o incluso guanteras en el techo muy útiles, fórmula utilizada por otros rivales (el Tata Vista está forrado de éstas). Pudiéndonos puntillosos, algún centímetro a lo ancho también puede faltar, y eso que este Alhambra es 9 centímetros más ancho que antes (1,90 m). En cuanto al equipamiento de serie en este Seat Alhambra Style está dentro de lo razonable, con siete airbags incluido el de rodillas del conductor, controles de tracción, estabilidad y estabilizador de remolque, anclajes Isofix, sensores de luces, lluvia y parking, climatizador bizona, o radio CD/MP3. Fuera del precio base se puede incluir equipamientos de última generación, ya presentes en la mayoría de la gama Volkswagen-Seat, como: faros bixenón que regulan el haz de luz, los elevadores para niños integrados en los asientos, sistema Park Assit de aparcamiento semiautomático con cámara de visión trasera, un enorme techo panorámico, o la zona trasera con climatización independiente.
Al volante del Seat Alhambra turbodiésel 2.0 TDI de 140 cv, tracción delantera y cambio manual de seis velocidades, uno se siente a los mandos de un turismo de un tamaño y peso inferior. Con prontitud se encuentra una postura de conducción muy agradable, y ya en marcha asoman todas las bondades del conjunto motor/chasis de los últimos lanzamientos de Seat. Aunque su peso (1.700 kg en vacío) está siempre presente, conducir este Alhambra a velocidades alegres por carretera no es problema con una estabilidad optimizada gracias a una batalla y ancho de vías más grandes, una caja manual perfectamente escalonada y una dirección muy precisa. El aislamiento de la cabina y la finura de la suspensión son los dos aliados principales para realizar largas rutas con él. El motor es el que es, un diésel que al ralentí es ruidoso, pero que más allá no resulta molesto. La respuesta de este TDI 140 (hay un escalón superior de 170 cv) es perezosa a bajo régimen, no es hasta las 1.750 rpm cuando alcanza su apogeo (320 Nm de par motor máximo), y no estira mucho más allá de las 3.500 ‘vueltas’ con lo que es necesario anticiparse con el cambio a la hora de encarar un adelantamiento o una incorporación a autovía. La opción del automático de doble embrague DSG sería altamente recomendable (+2.100 €) para incrementar el confort dinámico. Por lo demás, el consumo real con el Star&Stop de serie no supera los 7 litros, incluso yendo bastante cargados.El aislamiento de la cabina y la finura de la suspensión, dos grandes alíados para largos viajes