En un segmento abonado por las marcas de lujo alemanas, Ford se atreve a lanzar un modelo como este Edge. Un SUV de 4,80 metros de longitud que en ésta, su segunda generación, salta el charco y llega a Europa, donde Ford quiere posicionarlo como un todocamino distinguido, de cierto estatus y con tecnología de primer nivel: una especie de Mondeo elevado.
El Edge será un SUV de imagen, aspiracional, en busca de atraer clientes de firmas premium
Y es que en cualquiera de sus versiones comercializadas en nuestro mercado, el Edge apuesta siempre por la tracción total, mientras que en tema de motores, habrá que elegir entre dos opciones nacidas del mismo bloque 2.0 TDCi: uno de 180 CV, combinado con un cambio manual de seis marchas, o un Bi-Turbo de 210 CV, asociado a la caja automática PowerShift de doble embrague y seis velocidades.
El motor diésel 2.0 TDCi se ofrece en dos escalas de potencia, la superior de 210 CV, con dos turbos y cambio automático
Las dos variantes mecánicas que puede utilizar este modelo todocamino tienen un consumo de combustible de 5,8/5,9 litros por cada cien kilómetros recorridos y unas emisiones de dióxido de carbono de 149/152 gramos por kilómetro.
En lo relacionado con el equipamiento, habrá tres niveles de acabado: Trend, Titanium y Sport. Según el elegido, la dotación puede ser de lo más abundante, con sistemas como por ejemplo, la cámara de visión frontal partida, la dirección adaptativa o el asistente de precolisión con detección de peatones.
En busca del máximo confort, el Ford Edge cuenta con cristal acústico del parabrisas y el cristal laminado para las ventanillas de conductor y pasajero delantero, que ayudan a minimizar el ruido en la cabina. Los paneles inferiores de la carrocería y los forros de los arcos de rueda ayudan a minimizar el ruido de la carretera y aerodinámico. Todos los modelos Edge también vienen equipados con la tecnología Control Activo de Ruido que detecta ruidos no deseados del motor dentro de la cabina y los cancela, oponiendo ondas sonoras que se emiten desde el sistema de sonido del coche.
El nuevo modelo de la firma automovilística estadounidense se vende en el mercado español con un precio base de 43.425 euros para la opción TDCi 4×4 manual en el acabado Trend, mientras que el tope de gama es el Edge TDCi 4×4 Powershift de 2.0 litros Sport, con un precio de 51.925 euros.
Se trata del tercer SUV de Ford en España, después del Kuga y el EcoSport.