VW Golf GTD 5p DSG
Tan efectivo como el GTI
Estamos ante uno de los coches más deseados por los jóvenes: el Volkswagen Golf GTD. En esta sexta generación del popular compacto alemán la variante diésel más deportiva ofrece una imagen y unas sensaciones muy próximas a las del mítico Golf GTI, pues entre otras cifras declara 222 km/h, 8,1 segundos en el 0 a 100 km/h y sólo 5,3 l/100 km de gasto medio (220 km/h y 5,6 l/100 km con cambio DSG; la aceleración es la misma que con el cambio manual). Tanto es así, que la decisión entre GTI y GTD puede resultar muy complicada, ya que objetivamente hablando la balanza queda muy equilibrada.
Nuestra unidad de pruebas fue, en concreto, el GTD 5p con cambio DSG y un par de extras (techo practicable y llantas de 18), un automóvil que con sus 30.835 euros (32.250 € con los extras mencionados) no es precisamente barato. Eso sí, todo aquel que lo prueba sale encantado, pues su tremendo empuje, su impresionante cambio de marchas, la sobresaliente puesta a punto del chasis y la elevada calidad general del coche convencen a cualquiera. Evidentemente su hándicap es el precio, ya que su “primo” Seat León FR con idéntica mecánica y caja de cambios cuesta en torno a 3.000 euros menos; e incluso el Audi A3 de similares características puede ser algo más barato que el Golf GTD. Eso sí, si en el A3 TDI 170 cv DSG igualamos el equipamiento del GTD el de los cuatro aros ya es significativamente más caro.
Respecto a los compactos ‘premium’ de similar potencia y prestaciones sí que es un poco más competitivo, ya que el Volvo C30 D5 de 180 cv y el BMW 120d de 177 cv, si los asociamos a la caja automática opcional y a igualdad de equipamiento, cuestan algo más de 33.000 euros. Hasta aquí comparado sólo con compactos diésel de altas prestaciones y cambio automático, ya que para los que sigan prefiriendo el cambio manual (muchos de ellos será porque no han probado un automático como el DSG) existen otras opciones igualmente recomendables y notablemente más económicas, como el Fiat Bravo Super Sport 2.0 JTD de 165 cv o el Mazda 3 2.2 CRTD de 185 cv.
Pero si nos olvidamos de si este Golf GTD está bien o mal posicionado en cuanto a relación precio/producto se refiere; lo cierto es que su comportamiento es una delicia, y cuando lo tienes, casi vas buscando excusas para ir a cualquier sitio, pues conducirlo es una auténtica gozada. Parece mentira que pueda acercarse tanto a un mito como el GTI, pero debido a su mayor par motor (350 Nm frente a 280 Nm) y a su contenido peso (¡sólo pesa 12 kilos más que el gasolina!) en determinados tipos de trazado puede incluso superarle. Cuesta 800 euros menos que el GTI, y su consumo medio es inferior en casi dos litros cada 100 km… Estamos ante un verdadero “jaque al Rey” (aunque no un “jaque mate”).
Completo y sugerente
Esta versión GTD del Golf es bastante deportiva y sugerente, aunque sin estridencias. Por una parte posee un frontal bastante deportivo que evoca a su hermano GTI, aunque por otra la estampa lateral y la trasera resulta bastante discreta. En el interior los asientos son magníficos, tanto por diseño como por comodidad para uso deportivo, mientras que el volante y el pedalier tienen, un claro “look racing”.
Por tamaño, el Golf de la sexta generación, con sus 4,20 metros de longitud, no ha querido entrar en esa guerra de centímetros que hace crecer y crecer a la mayoría de los coches de reciente aparición. Y es que, algunos de sus rivales compactos le sacan más de 20 centímetros, con la consiguiente superioridad en habitabilidad y maletero. No obstante, el Golf ofrece un buen espacio para los ocupantes y un espacio de carga de 350 litros, un volumen bastante considerable.
El equipamiento del Golf GTD es muy completo, e incluye de serie los mencionados asientos específicos, el volante deportivo de cuero achatado en su parte inferior, los pedales de aluminio, unos paragolpes y spoilers específicos de esta versión, la doble salida de escape cromada, unas llantas de aleación con neumáticos 225/45/ ZR17, faros bixenón direccionables con lavafaros, luz diurna, suspensión deportiva y diferencial electrónico XDS. Además de esto, todos los elementos de seguridad habituales, o incluso algunos que no lo son tanto (como el airbag de rodillas o los reposacabezas delanteros activos) también son de serie en el Golf GTD.
Como extras principales podemos citar el techo practicable (850 €), las llantas de 18 pulgadas con neumáticos 225/40 (565 €), o la suspensión adaptativa electrónica DDC con tres modos de uso (860 €). Este último extra no lo lleva nuestra unidad de pruebas, pero lo hemos probado en otros modelos de la marca y es francamente recomendable, a nuestro juicio mucho más que pagar por una medida de llanta tan grande.
En definitiva, que un Golf como este GTD viene con un equipamiento tan selecto, que la impresión que produce el coche cuando uno se acomoda al volante es más la de un vehículo “premium” que la de un “generalista”. En cuanto a su diseño exterior, pensamos que logra un acertado equilibrio entre deportividad y discreción.
Comportamiento sobresaliente
Si comenzamos hablando de cuánto anda el Golf GTD, evidentemente tenemos que afirmar que anda mucho. Antes lo comparábamos con el GTI, y respecto a este la cifra de aceleración de 0 a 100 km/h es significativamente peor (8,1 segundos frente a 6,9 segundos), pero en la práctica el empuje resulta muy similar, e incluso en recuperaciones a regímenes medios sale más rápido el GTD. Eso sí, exprimiendo los motores el GTI anda más; pero mucho hay que estirar para que se perciba claramente esa superioridad del modelo de gasolina y 210 cv. Además, que uno sólo gaste 5,6 l/100km (0,3 l/100 km más que el manual) y otro 7,4 l/100 km también es un dato a tener en cuenta. Respecto a otros rivales, la cifra de aceleración de 0 a 100 km/h es similar a la de los modelos antes mencionados de entre 165 y 180 cv, pues todos ellos oscilan entre 7,8 y 8,4 segundos. La mejor marca de estas la obtiene el BMW 120d, y eso que no hemos querido incluir al 123d, el cual con sus 204 cv es claramente más rápido (aunque también más caro: con caja automática supera los 36.000 euros).
Del cambio DSG ya no podemos decir mucho más, simplemente que es fantástico, aunque con él este coche cuesta 1.700 euros más que si nos conformamos con el cambio manual de serie. No sólo es cómodo y eficaz, sino que es divertidísimo. Algunos todavía argumentarán que es más divertido, o más racing, conducir con cambio manual, lo cual no deja de ser una opinión totalmente respetable, pero ¿acaso no llevan cambio secuencial los coches de carreras mejor preparados? (ver comparativa Clio Cup vs Mini Challenge).
Además de lo mucho o poco que corran estos coches, hay otros factores que determinan el placer de conducción, como la agilidad del chasis o la precisión de dirección; y el Golf GTD reúne un cóctel francamente competitivo. Una buena postura de conducción, un volante y un asiento agradable, calidad en los elementos que nos rodean, dirección precisa, un agarre en curva estupendo son aspectos que contribuyen al citado placer del conducción, y, como decíamos, este coche los tiene todos. El tarado de la amortiguación no es radical, pero en ocasiones sí puede resultar un poco duro, por lo que ya puestos a invertir en un coche que cuesta bastante dinero, recomendaríamos añadir la suspensión opcional DDC (860 ).
En definitiva, entre los compactos diésel de elevada potencia y cambio automático, este Volkswagen Golf GTD no es ni el más rápido, ni el más barato, ni el más grande, ni el más premium; pero proporciona tanto placer al conductor, va tan bien equipado y logra una nota tan alta en todos y cada uno de los apartados, que su compra resulta totalmente recomendable.