Volkswagen Scirocco
La historia del automóvil cuenta con varios ejemplos de modelos míticos que han mantenido su denominación décadas y décadas, como el Golf de la propia Volkswagen, el Corolla de Toyota o el 911 de Porsche. Otros, por el contrario, han cambiado su nombre en cada nueva generación; y algunos otros, simplemente, han dejado de fabricarse para que la marca se centrase en segmentos diferentes. La historia de nuestro protagonista de hoy, el Volkswagen Scirocco, ha tenido un poco de todo ello, ya que nació en 1974, se renovó por completo bajo una segunda generación en 1981, cambió de nombre en 1989 para rebautizarse como Corrado, desapareció en 1996, y volvió al mercado recuperando el nombre de Scirocco en 2008.
Aunque algunos afortunados veinteañeros disfruten hoy día de un nuevo Scirocco, muchos de los compradores del coupe de Volkswagen superan la treintena, y, por tanto, habrán vivido sus primeros años de afición al automóvil en la década de los 80, cuando el Scirocco de la segunda generación era uno de los deportivos medianamente asequibles más deseados. En Autocity hemos encontrado un Scirocco de 1986 en estado original y bien conservado, y hemos querido enfrentarlo al Scirocco actual con el fin de analizar la evolución de este modelo y del automóvil en general.
Evidentemente no se trata de hacer una comparativa, ya que el nuevo modelo es superior prácticamente en todos los aspectos. Pero sí nos ha resultado curioso e interesante evaluar la progresión que ha experimentado el automóvil en estos años, en este caso concreto con 23 años de diferencia. Ya desarrollamos en Autocity esta misma idea en enero de 2004, cuando comparamos un Alfa Romeo GTV actual con otro de los 80. En este caso veremos como extraemos unas conclusiones similares, aunque las analizaremos sobre el modelo alemán.
Tampoco queremos pasar por alto lo que significaba el Scirocco entonces y lo que significa ahora, en este caso centrándonos en el mercado español. Hoy día, y a pesar de la crisis actual, el Scirocco es algo más accesible que su predecesor en los años 80, ya que en 1986 costaba nada menos que 2.660.000 pesetas (16.000 euros), una considerable cantidad de dinero que para un trabajador medio suponía un gran esfuerzo, superior al que tendría que realizar hoy día para pagar los 24.000 o 30.000 euros de un nuevo Scirocco.
Así las cosas, si bien el concepto era el mismo tanto en los 80 como ahora, en España el antiguo Scirocco resultó ser más exclusivo que el actual. Ya no sólo por la evolución del precio de todos los automóviles respecto a otros productos de consumo, sino porque, además, el Scirocco de los 80 era más caro que su rivales y que el compacto Golf; algo que no sucede ahora. Y hablando de rivales, a las revistas de la época les costaba posicionar al coupé de Volkswagen, pues mientras unas lo comparaban a deportivos clásicos como el Opel Manta, Ford Capri o Renault Fuego, otras lo enfrentaban igualmente a los más versátiles Renault 11 Turbo y Opel Kadett GSI. Más competidores de aquellos años, probablemente los más similares, fueron los Alfa Romeo Sprint y Volvo 480.
Hoy día quedan muy pocos Volkswagen Scirocco antiguos, de cuya segunda generación se vendieron 291.497 unidades en todo el mundo. La unidad que hemos seleccionado corresponde a una versión GTX 1.8 de 112 cv fabricada en 1986, la cual compartía chasis con el Golf GTI de la primera generación y motor con el Golf GTI de la segunda generación (de este último sí quedan muchos en circulación). Del nuevo Scirocco que hemos fotografiado en esta peculiar comparativa, decir que pertenece a una versión 2.0 TDI de 140 cv con cambio DSG y unas imponentes llantas opcionales de 19 pulgadas. Precisamente nos ha gustado esta versión por poseer características casi imposibles de imaginar en la época del Scirocco II ¡motor diésel y cambio automático! En la práctica veremos como sus reacciones y sensaciones resultan totalmente diferentes, pero tanto el nuevo como el viejo destacaban, y destacan, sobre sus rivales por la alta calidad de fabricación y por su agradable y efectiva conducción.
Robustez y agresividad son los dos aspectos que más se han potenciado en la evolución de Scirocco II al Scirocco III. Y es que el nuevo Scirocco tiene 19 centímetros más de anchura y una “línea de cintura” mucho más elevada que le aporta una robustez muy superior. En cuanto a neumáticos, si en aquella época los modelos de prestaciones deportivas se conformaban, como en este caso, con unos 185/60 R14, ahora vienen se serie con unos 225/45 R17, o de forma opcional, con unos impresionantes 235/35 ZR19.
Por lo que se refiere a longitud cada generación de Scirocco ha crecido 20 cm, desde los 3,85 metros del modelo que se estrenó en el 74, pasando por los 4,05 metros del “ochentereo” que hoy hemos traído a estas páginas, y hasta los 4,25 metros del Scirocco del Siglo XXI. En cuanto a capacidad interior, si bien el moderno proporciona un ambiente mucho más confortable, lo cierto es que cuatro personas –no muy altas las de la fila trasera- pueden viajar igualmente tanto en el nuevo como en el viejo. Además, el espacio para la carga no ha crecido mucho, pues si el Scirocco II ofrecía un cofre de 363 litros ampliables a 737 litros abatiendo los asientos, el Scirocco III ofrece de 312 a 1.006 litros.
Volkswagen ya se caracterizaba en aquella época por ofrecer unas terminaciones de calidad superior a la media, de modo que coches bien cuidados como el que ha pasado por nuestras manos conservan todavía un buen aspecto. Ahora bien, en este apartado la evolución ha sido bestial, y el lujo y la enorme cantidad de elementos que lleva el tablero de instrumentos del nuevo contrasta de forma notable con la simplicidad y austeridad del viejo Scirocco. Y eso que el coupe de Volkswagen era de los más modernos de la época, y contaba con un ordenador de viaje y cierre centralizado de serie. Pero los elevalunas eran manuales, y tanto el aire acondicionado como la dirección asistida una opción que muy pocas veces se solicitaba.
Por tanto, en cuanto a estilo queda claro que el actual es muchísimo más robusto y agresivo; en cuanto al lujo y los detalles la diferencia es abismal; y en cuanto a belleza simplemente decir que ambos llamaban, o llaman, la atención en su época, pues se desmarcaban, o se desmarcan, claramente de la mayoría de los automóviles. En estos casos la decisión siempre queda a gusto del consumidor, que se puede decantar bien por la pureza, clasicismo y trazos limpios del modelo antiguo, o bien por las angulosas y poderosas formas del valiente estilo del Scirocco III
Chasis y motores
Es curioso que si bien la comercialización en España del Scirocco II prácticamente coincidió en fechas con la del Golf II, el chasis de este modelo coupé se correspondía con el del Golf I. De esta forma, nuestro protagonista de hoy contaba con la plataforma de 2.400 mm de batalla y su ligero “esqueleto”. Esta versión concreta, con el motor 1.8 8v de inyección y 112 cv idéntico al del Golf GTI II, se mostraba algo más ágil y ligero que el popular Golf GTI II, y por tanto proporcionaba una conducción casi tan divertida como la del ligero y veterano Golf GTI I (del 76 al 83) y más que la del Golf GTI II (del 83 al 92).
La gama de motores del Scirocco II la formaban, según mercados, tres variantes de carburación (1.3 de 60 cv, 1.5 de 70 cv y 1.6 de 85 cv) y dos de inyección (nuestro protagonista 1.8 de 112 cv, que anteriormente fue 1.6 de 110 cv, y el tope de gama 1.8 16v de 139 cv, potencia reducida a 129 cv cuando se instaló el catalizador). Este último –con la mecánica del famoso Golf GTI 16v- llegó a brindar unas prestaciones fantásticas para su época, pues alcanzaba los 208 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos.
Por su parte el Scirocco actual cuenta con un sofisticado chasis de 2.758 mm en el que se puede elegir un eficaz sistema de suspensión variable con tres modos de uso. Por supuesto cuenta con el resto de ayudas electrónicas que en modelo de los 80 brillaban por su ausencia (ABS, control de tracción y control de estabilidad principalmente) y la posibilidad de elegir entre cajas de cambio manuales o automáticas y motores diésel o gasolina.
La gama 2009 está compuesta por mecánicas de gasolina de 122, 160 y 200 cv, además de dos opciones 2.0 TDI de 140 y 170 cv. En unos meses está previsto que llegue un Scirocco R con nada menos que 265 cv, lo que le convertirá en un deportivo de altísimas prestaciones.
Mucho ha cambiado en dos décadas la conducción en todos los automóviles, y en el Scirocco no iba a ser menos. Ya hemos desvelado en los anteriores apartados algunos aspectos que determinan las diferencias, como la ausencia en el modelo viejo de dirección asistida, ABS, controles electrónicos, etc… Y eso que el Scirocco II contaba ya con algunas de las nuevas tendencias de los 80, como la inyección y la tracción delantera, pues algunos rivales del antiguo Scirocco todavía contaban con carburación y propulsión trasera.
Esto último le acerca un poco más la conducción de los vehículos actuales, pues arranca a la primera sin necesidad de estrangulador (los conductores más jóvenes probablemente ni conocerán este tirador que llevan los coches de carburación para arrancar en frío) y las reacciones del sistema de tracción delantera resultan mucho más fáciles y previsibles.
Ya de por sí, entre el Scirocco GTX 1.8 de 1986 y cualquier Scirocco actual las sensaciones que se obtienen son muy diferentes, pero si además escogemos la versión 2.0 TDI 140 cv con cambios DSG la diferencia es abismal. Vale que el nuevo es infinitamente más cómodo, silencioso, seguro, etc… pero aquel viejo estilo de conducción en el que “se sentía” la carretera, y al volante se transmitían de una forma tan directa las caraterísticas del terreno, también tiene su encanto para los amantes al automovilismo. De hecho, en una revirada carretera de montaña puede ser incluso más divertido el Scirocco II, ya que su agilidad (pesa 920 kilos frente a los 1.320 kilos del actual) y sus reacciones son fabulosas.
Ahora bien, con los pies en el suelo, hemos de admitir que, en general, el Scirocco III va infinitamente mejor que el Scirocco II, algo que sucede en todos los casos si comparamos vehículos de los 80 con vehículos actuales. Sólo desde un punto de vista lúdico e histórico puede resultar más interesante un veterano como este Scirocco II, un automóvil que se encuentra en esa fase en la que está a punto de ser un verdadero clásico y que, por tanto, resulta cada vez más recomendable conservarlo y mimarlo. Sin duda, el Scirocco II fue uno de los mejores coupes de los 80, y por ello merece la pena ser considerado como un automóvil que ha escrito una página importante en la historia del automóvil. De Scirocco actual quizá se pronto para hablar, pero muy probablemente será un modelo que engrandecerá la fama de este coupe y, de forma global, la de la marca Volkswagen.