Seat acabará fabricando en China para consolidarse en ese mercado, según IHS
Según explicó a Efe Namrita Chow, analista principal de la firma en el país asiático, con sede en Shanghái, Seat probablemente acabará fabricando en el país hacia el final de esta década, ya que ‘sin una base de producción local en China, las oportunidades de tener ventas de cierto volumen son extremadamente limitadas’.
Desde el primer momento en que Seat se presentó por primera vez en el país, en el Salón del Automóvil de Shanghái de 2011, los directivos de la compañía aseguraron que su intención es solamente hacer de China un mercado de exportación para sus coches hechos en Martorell (España), pero que no tenían planes de fabricar allí.
Con todo, ‘Seat necesita tener un punto de apoyo fuerte en China para ganarse una porción de su mercado, y para eso la marca tiene que tener producción local’, aseguró Chow, que compara la situación de Seat con la experiencia de Fiat en el país oriental.
‘Tras años manteniendo una empresa mixta fallida con Nanjing Auto (NAC), (Fiat) se quedó sin base de producción en China, y dependió sólo de las importaciones para mantener su nombre vivo en el mercado’, recordó, hasta que ‘ahora ha vuelto contar con una base de producción local y la situación de la marca está mejorando’.
En 2007, después de ocho años de alianza con NAC, en la que Fiat iba a invertir unos 500 millones de euros adicionales para tratar de vender 300.000 unidades hacia 2010, la empresa mixta se vino abajo cuando NAC fue absorbida por la Corporación Industrial del Automóvil de Shanghái (SAIC).
Desde 2009 Fiat está asociada en el país a la Corporación Industrial del Automóvil de Cantón (GAIC).
Seat, con sus modelos importados a China (por ahora el León y el Ibiza, a los que planea añadir a partir de este año el monovolumen Alhambra), logró en su primer año en el gigante asiático 2.183 unidades vendidas, que se redujeron a unas 1.100 el año pasado, según los datos de IHS.
Con todo, tras la entrada del Alhambra, que dará una mayor penetración a la marca, la consultora estima que las ventas podrían empezar a dispararse en 2014 hasta superar las 11.000, aunque ‘cuando comience a producir en China, eso impulsará significativamente su presencia’.
Chow se mostró convencida de que ‘el objetivo final de que Seat entre en China con modelos importados es construir una presencia de la marca previa a la fabricación de modelos en el país’, de manera que los coches importados funcionen como ‘una campaña de presentación de la marca’.
‘La gran ventaja de Seat es pertenecer al grupo Volkswagen’, indicó, que es de hecho el primer fabricante extranjero que se estableció en el país, con su llegada a Shanghái en 1984, y que cuenta con ‘una fuerte red de concesionarios y un conocimiento en profundidad del mercado’, además de con ‘fábricas nuevas’.
‘Su planta de Foshan, en la provincia de Cantón (sureste), será al final donde se espera que sean producidos los modelos de Seat’, ya que, explicó, ‘bajo la ley actual, a un fabricante se le permite aumentar el número de marcas que produce en China’, como hace ya el grupo alemán con Audi, Skoda y la propia marca Volkswagen.
‘La empresa mixta Shanghai Volkswagen (junto con el gigante estatal SAIC) ya produce los modelos Skoda en China, por lo que se espera que (su otra firma mixta) FAW Volkswagen (con la pequinesa estatal FAW) sea la fabrique la marca Seat’ en un futuro, anticipó Chow.
‘Desde el punto de vista de Volkswagen, traer producción local de Seat a China le dará una marca más con la que amasar ventas, y además abrirá nuevas miras positivas a Seat, que está luchando por conseguir un nicho propio a nivel mundial’, valoró.
Según la analista, Seat aspira a vender sobre todo en las ciudades chinas de segunda y tercera categoría, ‘a clientes que quieren algo ligeramente diferente’, de ahí que esté ajustando sus precios para competir mejor, a pesar del obstáculo de las tasas a la importación.