PSA aprueba la entrada de Dongfeng y del Estado francés en su capital
La empresa tiene previsto hacer oficial la información mañana, día en el que tiene que presentar sus cuentas anuales de 2013, precisó la fuente.
De esta forma, PSA, fabricante de las marcas Peugeot y Citroën, logrará inyectar en su capital unos 3.000 millones de euros, lo que contribuirá a paliar las dificultades que atraviesa en la actualidad.
Según el esquema que se ha filtrado en los últimos días, Dongfeng y el Estado francés aportarán cada uno 800 millones de euros y obtendrán a cambio un 14 % del capital.
La familia Peugeot, que cuenta ahora con un 25 % de las acciones y con un 38 % de los derechos de voto que le permiten ejercer el control, tendrá que poner hasta 200 millones de euros para quedarse al final con un porcentaje similar del accionariado.
Sacarán al mercado acciones por valor de 1.200 millones suplementarios y la operación se podría completar con una emisión de bonos de suscripción de acciones por otros 1.000 millones de euros.
De los 14 miembros del consejo de administración, los Peugeot, Dongfeng y el Estado francés tendrán dos cada uno, y el actual presidente, Thierry Peugeot, opuesto a esta operación, dejará el puesto a alguno de los seis administradores independientes.
El exnúmero dos de Renault Carlos Tavares sustituirá mañana al responsable ejecutivo en la división automovilística, Philippe Varin.
Dongfeng, que ha sido socio de PSA en China desde 1992, y con el que comparte allí tres factorías de producción de las que salieron el grueso de los 557.000 vehículos vendidos en ese país el pasado año (un 26 % más que en 2012), aportará a la compañía francesa dinero fresco pero también una nueva dimensión y un potencial de crecimiento.
El Gobierno francés se ha comprometido en esta reestructuración para salvar lo que considera ‘unas de las joyas de la corona de la industria del país’ -como dijo hoy la portavoz, Najat Vallaud Belkacem- y garantizar que siga siendo una empresa francesa.
El Estado francés ya había intervenido en octubre de 2012, con una garantía de 7.000 millones de euros para la filial financiera de PSA que le ha permitido seguir acudiendo al mercado para obtener dinero fresco y continuar dando créditos a los que compran sus vehículos.
Según las filtraciones, la solución para PSA Finance, filial financiera del grupo, pasa por un acuerdo con el banco español Santander, que podría quedarse con la mitad de su participación.
La compañía francesa necesita rápidamente recuperarse después de un año 2013 en que sus ventas cayeron un 4,9 % y tras las pérdidas récord de 5.010 millones de euros que había tenido que encajar el ejercicio precedente.
Con el objetivo de remontar la situación, ya había establecido un plan de reestructuración que suprimirá en total 8.000 empleos en Francia.