Honda quiere liderar el mercado SUV con la cuarta generación del CR-V

El objetivo de ventas para los primeros doce meses de comercialización es de 3.500 unidades, cerca de la mitad de las ventas de Honda en el mercado español, aunque esta es una cifra provisional porque la llegada de un nuevo motor diesel de 1.6 litros y 120 caballos de potencia debería incrementar las ventas de este todocamino de 4,57 metros, según la compañía.

El modelo, que en su día contribuyó a definir el segmento de los SUV (Sport Utility Vehicle) compactos, está siendo presentado en Munich a la prensa europea, ha sido rediseñado totalmente en esta nueva generación, bajo los principios de eficiencia, funcionalidad y seguridad, y por primera vez estará disponible con la opción de tracción a dos y a cuatro ruedas motrices.

Por otra parte, las mejoras realizadas al motor de gasolina y al diesel han llevado a una reducción considerable de las emisiones de CO2, en algunos casos de más de 20 gramos de CO2.

Partiendo de cero, los diseñadores han creado un automóvil que en longitud y altura ha disminuido 5 y 30 milímetros, respectivamente, en comparación con el modelo actual, sin reducir el espacio interior e incrementando el volumen de carga.

El CR-V ha sido diseñado como un automóvil global, pero el modelo para Europa añade una serie de especificaciones exteriores desarrolladas exclusivamente para este mercado.

El parabrisas ha sido adelantado 60 milímetros, con lo que la nueva posición del parabrisas y el nuevo diseño del capó han proporcionado una mejora de la visibilidad y de la maniobrabilidad del CR-V.

Con los asientos traseros totalmente plegados, la capacidad del carga del CR-V ha aumentado 147 litros hasta llegar a 1.648 litros, mientras la capacidad del maletero es de 589 litros con los asientos en posición normal, lo que ha supuesto un aumento de 65 litros sobre la actual generación.

Con una aerodinámica mejorada y una reducción en 3 decibelios del ruido interior del coche (en sensación supone la mitad del ruido percibido), el CR-V llegará al mercado con un motor de gasolina 2.0 i-VTEC, disponible con tracción 4×2 y 4×4, en el momento de lanzamiento y el diesel 2.2 i-DTEC, con una reducción conjunta del 10 % en las emisiones de CO2.

La potencia y el par del motor i-DTEC se mantienen en 150 CV y 350 Nm, respectivamente, pero las emisiones de CO2 se han reducido de 171 g/km a 149 g/km en las versiones con transmisión manual y de 195 g/km a 174 g/km en las versiones equipadas con la transmisión automática de cinco velocidades.

La potencia del motor de gasolina i-VTEC de 2.0 litros ha aumentado de 150 CV a 155 CV, aunque las emisiones de CO2 han descendido de 192 g/km a 173 g/km en la versión manual y de 195 g/km a 175 g/km en la automática.

En el chasis, Honda ha logrado respecto a la versión actual, una rigidez a la flexión de un 7 % mayor y un 9 % a la torsión.

El nuevo CR-V es fabricado en la planta de Honda en Swindon (Reino Unido), instalación en la que empezó a fabricarse este modelo en el año 2000. Honda ha anunciado una inversión de 336 millones para, entre otras cosas, preparar la factoría para el nuevo CR-V y el nuevo motor.

El CR-V está en el mercado desde 1997, para ser sustituida esta primera generación en 2001, segunda que fue relevada por el actual CR-V en 2006.

Del CR-V, que acumula ya 17 años de vida comercial en el mundo, 15 en Europa 15, ya han sido vendidas más de 5 millones de unidades en los 160 países en los que se comercializa, y en los que acumula también 142 galardones.

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