El nuevo Citroën C1, primicia mundial en el Salón de Bruselas
El nuevo Citroën C1 gana en personalidad con un nuevo aspecto, dominado por un capó que es más corto y un frontal totalmente rediseñado y faros que mantienen su forma redondeada.
Éstos y, especialmente, las luces diurnas LED, ahora de serie, son poco habituales dentro del segmento.
En la parte trasera, conserva el portón con cristal integrado, donde puede verse el ‘doble Chevrón’ modernizado.
El nuevo Citroën C1 se pinta con un nuevo tono, el azul Boticelli, ya visto en los modelos C3 y DS3. La paleta de colores, opacos o metalizados comprende también, según países, el Rojo Scarlet, un Amarillo Tritium, el Azul Eléctrico, un Blanco Lipizan, un Negro Caldera, y dos grises (uno claro: Gallium y otro oscuro Carlinite).
En el habitáculo, la parte inferior del cuadro de instrumentos, la consola central y los paneles de las puertas pasan del gris al negro, y adoptan el mismo color que la parte superior del salpicadero.
El volante de cuero, en las versiones con caja pilotada, presenta un nuevo diseño, mientras una nueva palanca de cambio de marchas dota a la caja manual.
La tapicería de los asientos de las versiones Seduction y Exclusive, se renueva, estando disponible un nuevo tejido denominado Orsai Multicolor. En el acabado Attraction, incorpora un tejido malla Gris Oscuro. Además, y de forma opcional, puede incorporar el Cuero/Alcántara.
El nuevo C1 conserva sus dos siluetas, 3 y 5 puertas, y su tamaño compacto, con 3,44 metros de longitud. El C1 posee un corto radio de giro de 9,63 metros entre aceras y un espacio de almacenamiento que varía de acuerdo a las necesidades gracias a los asientos traseros plegables, con una capacidad que puede ir desde los 139 litros hasta más de 700 litros.
El nuevo Citroën C1 llega con un motor 1.0i de gasolina de tres cilindros. Asociado a una caja manual, entrega 68 CV de potencia y su consumo promedio se sitúa en 4,3 l y 99 gramos de CO2 por kilómetro, por lo que es el primer motor de gasolina de la marca en pasar bajo la línea de los 100 gramos de CO2 por kilómetro.
Esta mecánica, también está disponible con caja manual pilotada, alcanzando un consumo de 4,5 litros por cada cien kilómetros con unas emisiones de 104 gramos de CO2.