El mal clima y el descenso de las horas con luz aumentan el riesgo al volante
Un estudio del RACE y de la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) señala que la falta de iluminación y la climatología adversa aumentan la fatiga y la somnolencia al volante y recomienda acortar las pausas de descanso en la conducción a un máximo de 150 kilómetros o una hora y media continuada al volante.
Según el citado estudio, el 74 % de los conductores españoles reconoce que circular con poca luz (crepúsculo o noche) les fatiga mucho más que de día.
Esto se suma a que, por la noche, la falta de luminosidad, los cambios de sueño, la temperatura interior o la deshidratación provocan un aumento en el riesgo de sufrir somnolencia al volante.
Así, según los datos de la DGT para el año 2011, desde octubre a marzo, con horario de invierno, se produjeron el 45,5 % de los muertos en carretera.
El estudio responde al problema señalando que el cansancio y la somnolencia se pueden prevenir con pautas como parar a descansar y beber un refresco, una decisión que permitirá mantener la capacidad de atención.
La ingesta de un refresco, además de que necesariamente supone detener el viaje para hacerlo, permitirá mantener los niveles de hidratación recomendados y adquirir la glucosa necesaria para mantener la atención, todo lo cual ayuda a prevenir la fatiga y a mejora el tiempo de respuesta ante un imprevisto, dice el RACE.