El Gobierno francés avala el plan de reducción de empleos de Renault

‘No se han superado ciertos límites, no hay despidos y no hay cierre de plantas’, señaló Montebourg al término del Consejo de Ministros, sobre el anuncio de la marca del rombo de suprimir 7.500 puestos en Francia hasta 2016.

Renault indicó que lo hará mediante la no sustitución de 5.700 trabajadores que se jubilarán en ese periodo, a los que se sumarán 1.800 jubilaciones anticipadas en los puestos con condiciones de trabajo más duras.

El ministro de Reconstrucción Productiva aseguró que, de esta forma, Renault marca distancias con el plan que hace unos meses presentó su rival PSA, fabricante de Peugeot y Citroën, duramente criticado por el Gobierno.

PSA anunció la reducción de 8.000 puestos de trabajo en Francia incluido el cierre de algunas plantas, como la de Aulnay-sous-Bois, a las afueras de París.

Montebourg indicó que Renault, del que el Estado francés tiene el 15 por ciento de las acciones, ha obrado de forma diferente y aseguró que volverá a contratar cuando las condiciones del mercado lo permitan.

Además, el ministro indicó que los socios de Renault, en particular el japonés Nissan y el alemán Daimler, deben desviar parte de su carga de trabajo a las plantas francesas de la marca del rombo.

‘Deseamos que el mercado se recupere y que Renault se comprometa a hacer nuevas contrataciones, sobre todo de jóvenes, para sustituir a los que se jubilen’, indicó Montebourg.

La no sustitución de los que se jubilen hasta 2016 propuesta por Renault ‘forma parte de la vida de una empresa’ que debe adaptarse a las condiciones del mercado, indicó el ministro, que señaló que ‘es mejor eso que no los despidos o el cierre de plantas’.

‘El Estado está muy atento a que Renault pueda, en este periodo difícil, conservar ventajas competitivas y comparativas, con el fin de que esta empresa pueda seguir el camino de otros constructores europeos de automóviles’, aseguró.

Con su plan, propuesto a los sindicatos y que está siendo negociado, Renault prevé ahorrar unos 400 millones de euros y mejorar la competitividad de sus plantas francesas.

Los empleados deberán aumentar de media un 6,5 % su tiempo de trabajo, para acercarse a lo que hacen los empleados de las plantas españolas.

Además, el plan incluye flexibilidad en cuanto a la movilidad de los empleados entre las diferentes plantas.

Algunos de los sindicatos del grupo, que emplea en Francia a 44.000 trabajadores, han mostrado ya su rechazo a la propuesta de la empresa.

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