Volkswagen Tiguan 2016
Entre el 1 y el 30 de abril, un hecho insólito se produce en el mercado del automóvil español: el Nissan Qashqai no es el SUV más vendido del mercado. El Hyundai Tucson superó al superventas japonés por un puñado de matriculaciones. Lo que parece un hecho aislado, tiene una transcendencia notable: el segmento más en auge y competido ya no es un monopolio y tiene a media docena de adversarios disputándose la supremacía a cara de perro.
En esta encrucijada, llega a las carreteras de nuestro país la segunda generación Volkswagen Tiguan. Haciendo un análisis global, bien podría hablarse del segundo SUV preferido por los españoles desde su lanzamiento en 2007. Incluso en los últimos meses, en mitad del cambio de modelo y con la categoría inferior de los todocaminos más pequeños al alza (los Captur y compañía), el Tiguan sigue vendiéndose a buen ritmo.
Posicionado en un segmento estratégico, donde compiten marcas generalistas (además de los ya citados, Mazda CX-5, Kia Sportage, Renault Kadjar, Ford Kuga o próximamente Seat Ateca) y de lujo (Audi Q3, BMW X1 o Mercedes GLA) por igual, el nuevo Tiguan es el modelo clave para Volkswagen en 2016. Como primer SUV desarrollado sobre la plataforma modular MQB -estrenada hace más de tres años por el Golf-, se beneficia de todas las facetas valoradas por el cliente potencial: imagen, versatilidad, confort, seguridad y conectividad.
En el apartado del diseño -esencial en esta categoría- las proporciones de la carrocería cambian sensiblemente, apostando por unas formas más robustas (con parrilla y ópticas más estilizadas). Más bajo (3 centímetros) , ancho (3 cm) y largo (6 cm) que su antecesor, el nuevo Tiguan ofrece una imagen general más atrevida y menos conservadora que las últimas novedades de Volkswagen (sin ir más lejos el Passat).
Aunque no se aparta de las líneas del actual Golf, la marca ha querido ir un paso más allá con diferentes estéticas dentro de la nueva gama Tiguan. Además de la versión normal (On road), Volkswagen apuesta por una variante de estilo campero (Off road, con paragolpes específicos y un faldón más amplio para mejorar el ángulo de ataque) y una declinación deportiva (R-Line, con un diseño imponente con llantas de 19 o 20 pulgadas por 2.000 euros).
Beneficiándose de una batalla dos centímetros más larga, el habitáculo también es más grande que antes, sobre todo en las plazas traseras (el espacio para las rodillas es muy bueno) y en el maletero (desde 520 litros). Y es que en el Tiguan 2016 la fila posterior puede desplazarse longitudinalmente, así como reclinarse y abatirse los respaldos, pudiendo modular el espacio de carga según las necesidades: 615 litros de cofre con los asientos posteriores en la posición más adelanta y hasta 1.665 de capacidad de carga máxima con unas formas cúbicas y muy aprovechables (el asiento del acompañante también se puede abatir).
Vayamos a la parte delantera. Como en el diseño exterior, se aprecia que estamos a bordo de un Volkswagen, pero también es justo decir que cualquier parecido con el Tiguan anterior es pura coincidencia. Con acabados correctos (tampoco superlativos) y una organización de mandos y una presentación impecable, la sensación al sentarte en el puesto de conducción ligeramente elevado es la de estar en un vehículo moderno y agradable.
Como elemento estrella, el Volkswagen Digital Cockpit (estrenado en Volkswagen por el Passat; de serie en el acabado Sport de este Tiguan y opcional en el resto por 650 euros), una pantalla TFT de 12,3 pulgadas que sustituye al cuadro analógico y muestra una batería de datos, incluida la cartografía de navegación.
Por supuesto no faltan los elementos de seguridad activa más extendidos en la competencia como el Head-Up Display (550 euros), el sistema de mantenimiento de carril (de serie) o el detector de patones y el capó activo (de serie); o comodidades para el día a día como el portón del maletero de accionamiento eléctrico y de apertura sin manos (Easy Open & Easy Close, por 400 euros).
Tampoco se ha olvidado Volkswagen de dar un empujón al nuevo Tiguan en materia de conectividad. Conocidos como sistemas Car-Net, Volkswagen ofrece tres paquetes distintos. El más básico (App Connect) proyecta las aplicaciones del móvil en la pantalla táctil central; el intermedio (Guide & Information) ofrece durante diez años servicios de información del tipo de plazas de parking libres, rutas de navegación, etc; y el superior (Security & Connect) tiene como principal novedad el estreno de la llamada de emergencia (eCall).
Por su parte, la gama mecánica está compuesta por siete motores con potencias comprendidas entre los 115 y 240 CV: cuatro diésel (2.0 TDI de 115, 150 y 190 o 2.0 TDI biturbo 240 CV) y tres gasolina (1.4 TSI 125 o 150 CV con desconexión de cilindros y 2.0 TSI 180 CV). Las cajas de cambio (manual de seis marchas o automáticas de doble embrague y siete velocidades DSG) y el tipo de tracción (delantera o total 4Motion tipo Haldex) no son combinables con todos los motores.
El motor más lógico por el tamaño y el probable uso familiar del Tiguan (y para que el precio no se dispare más) es el 2.0 TDI 150. Nosotros lo hemos probado por asfalto en una primera toma de contacto, con cambio automático y tracción integral con cuatro programas de funcionamiento distintos (mediante una ruleta en la consola puede elegirse entre los modos On Road, Snow, Off Road y Off Road Individual); y el resultado general ha sido satisfactorio.
El TDI no es especialmente refinado, pero su sonoridad queda bastantea contenida por la buena calidad de construcción del Tiguan. En cuanto al empuje que da, si bien no es espectacular (el 190 puede ser una mejor opción si vas a viajar muy cargado), es suficiente en la mayoría de circunstancias y cómodo de utilizar ya que los 340 Nm de par máximo están disponible en una horquilla amplia que va de los 1.750 a 3.000 Nm.
Con una buena carta de presentación tanto en prestaciones (200 km/h de velocidad máxima y 9,3 segundos de 0 a 100 km/h) como en consumo (5,7 litros en ciclo mixto homologado), el Tiguan 2.0 TDI 150 4Motion DSG probado rozó los 8 litros en el recorrido de prueba (carretera de montaña y autovía) en una conducción tranquila: un dato ligeramente elevado.
Por último, el Tiguan 2016 ofrece una dinámica de referencia dentro del segmento. Todo muy Volkswagen: una puesta a punto de la suspensión para contener las inercias de la carrocería, pero no molestar lo más mínimo el confort de los pasajeros; una dirección eléctrica de un tacto muy agradable; frenos con una eficacia acorde con la filosofía del modelo… en definitiva un Volkswagen seguro, fácil y cómodo de conducir.
Volkswagen lanza en España el nuevo Tiguan por un precio de 24.100 euros (promociones incluidas), correspondiente al motor 1.4 TSI 125 CV acabado Edition.