Mitsubishi Outlander PHEV 2016
La marca japonesa Mitsubishi vende desde el mes de enero el Outlander PHEV MY2016, la pionera versión híbrida enchufable que lanzó a finales de 2013. A mitad de su vida comercial, la firma del triple diamante realiza una oportuna revisión, después de que el pasado mes de septiembre relanzase la variante diésel (220 DI-D de 150 CV) y antes de que en febrero comercialice una variante de gasolina que dará el precio de acceso a la gama (22.645 euros).
En lo sustancial, el tamaño (apenas crece 40 milímetros por el rediseño de los paragolpes, hasta los 4.695 mm de longitud total) y el sistema de propulsión (dos motores eléctricos, uno a cada eje, y un gasolina de dos litros, más el paquete de baterías bajo el piso del habitáculo, que desarrollan una potencia conjunta de 203 CV y una autonomía eléctrica de 52 kilómetros), el Outlander PHEV se mantiene prácticamente inalterable.
Son los pequeños detalles los que varían con esta actualización. El objetivo es por un lado impulsar las ventas (hasta duplicarlas en el caso de España, pasando de las 400 de 2015 hasta las 1.000 en 2016) y por otro normalizar su naturaleza mecánica (que nadie mire como un bicho raro a un SUV que se enchufa a la red), para lo que Mitsubishi y su red de concesionarios han ajustado al máximo los márgenes para lograr el competitivo precio de 35.020 euros (campaña de lanzamiento y PLAN MOVEA ya aplicados), 2.275 menos que el modelo saliente.
De hecho, el Mitsubishi Outlander PHEV es un acabado exclusivo, asociado sin remedio a la versión tope de gama Kaiteki, a la tracción integral 4WD, al habitáculo de cinco plazas y sin ningún equipamiento opcional. Todo está incluido en su tarifa. Con esta fórmula, Mitsubishi quiere convertir al PHEV (a secas, así se refieren a él sus responsables) en una alternativa real frente a los SUV diésel del segmento: Honda CR-V, Hyundai Santa Fe, Mazda CX-5, Volvo XC60 o el propio Outlander de gasoil.
Se posiciona como una versión tope de gama, aunque con un precio muy competitivo gracias a la campaña de lanzamiento y al PLAN MOVEA para vehículos de propulsión alternativa
El rediseño exterior es ligero, pero apreciable. Como el Outlander PHEV Concept-S, prototipo en el que está basado y que fue presentado en el Salón de París 2014, el Outlander PHEV 2016 hereda la nueva identidad visual de Mitsubishi: Dynamic Shield, un impactante frontal que se distingue del resto de la gama. Por fuera, también cambia el diseño de las exclusivas llantas de 18 pulgadas, se eliminan las molduras de plástico en los pasos de rueda, se apuesta por una aleta tipo de tiburón en sustitución de la antena, y se amplía la paleta de colores disponibles (con el negro Ruby Black Pearl).
Por dentro, el cambio más sustancial está en la nueva forma del volante, ahora de cuatro brazos, con mejorados mandos y con calefacción. De que la calidad general percibida aumente en el habitáculo se encargan una nueva luz ambiental de LED, los nuevos asientos en piel y Alcantara que ofrecen sujeciones laterales más acentuadas que antes, los acolchados más suaves en la zona de la consola, o los guarnecidos más depurados en puertas y techo.
En cuanto al trabajo de insonorización, los ingenieros de Mitsubishi han aminorado el nivel de ruidos, vibraciones y asperezas, incluyendo ventanas y parabrisas de mayor grosor y con un tratamiento acústico específico y utilizando nuevos materiales fonoabsorbentes en múltiples áreas y amortiguadores de ruido en elementos mecánicos. En las puertas se ha mejorado espectacularmente la percepción de solidez al abrir y, especialmente, al cerrarlas.
Esta sensación de estar a bordo de un vehículo normal (con independencia del tipo de motor que mueva las ruedas) y de calidad avanzada se consolida con asistentes a la conducción como la tecnología de mitigación de aceleración no intencionada (UMS), el sistema de señalización de frenada regenerativa, el control crucero adaptativo (ACC) o la alerta de salida de carril (LDW); así como con elementos de confort como la cámara de visión 360 grados (Multi Around Monitor System), el portón de apertura eléctrica o la navegación con una pantalla táctil de 7 pulgadas.
EN MARCHA
El motor de gasolina es un dos litros de 121 CV potencia, acoplado al eje delantero junto al primero de los dos motores eléctricos de 82 CV, mientras que la segunda unidad eléctrica mueve las ruedas traseras mediante un sistema de tracción 4WD sin eje de transmisión y con las baterías de iones de litio situadas bajo el piso del habitáculo. La potencia conjunta es de 203 CV (como antes), siendo el consumo mixto oficial de 1,8 litros a los 100 kilómetros (-0,1 l) y las emisiones de CO2 homologadas de 42 g/km (-2 g), mientras que el gasto de combustible sin batería se reduce a los 5,5 litros (-0,3 l).
El sistema híbrido enchufable funciona de distintas maneras, según las circunstancias de conducción y la carga de las baterías. Por defecto, el Outlander PHEV arranca en modo eléctrico, contando con una autonomía sin emisiones de 52 kilómetros. Siempre y cuando no superemos los 120 km/h, el motor de gasolina no impulsa las ruedas. Mitsubishi entiende que son valores suficientes para el día a día de un usuario tipo que compre su vehículo.
La principal manera de recargar las baterías es con una toma de corriente externa: un enchufe doméstico estándar (8 horas de recarga), opcional con un adaptador que se compra aparte por unos 500 euros (3 horas y media) y rápida en puestos habilitados en la ciudad (80% en 30 minutos).
También las baterías se pueden recargar parcialmente mientras circulamos, por ejemplo, cuando en modo eléctrico el motor de gasolina actúa como regenerador de electricidad. Otra situación es cuando la batería está descargada (nunca, por fiabilidad, lo hace del todo) o la velocidad es superior a 120 km/h; entonces, el motor eléctrico delantero deja de impulsar el Outlander y el trasero lo hace en situaciones de máxima demanda de potencia (alcanzado los 203 CV comentados).
En la parte inferior de la consola central, junto al joystick que hace las veces de pomo del cambio, el conductor cuenta con el auxilio de dos botones, Charge (carga) y Save (guardar) para bien aprovechar la electricidad generada en situaciones de frenada o desaceleración (con las levas se puede retener más el PHEV para así regenerar más electricidad), o para almacenar esa electricidad, no perderla en situaciones defavorables y aprovecharla posteriormente en un contexto más óptimo como es la ciudad. Hay un tercer botón eco, que prioriza la eficiencia de todos los motores.