Porsche confirma el adiós de los motores bóxer de seis cilindros en sus deportivos de acceso, los biplaza con carrocería descapotable (Boxster) o coupé (Cayman), que a partir del año que viene estrenarán una gama integral de motores de cuatro cilindros, eso sí, manteniendo la tradicional configuración bóxer (tumbados) de la firma de Stuttgart.
Después de la apuesta total por la turboalimentación de su hermano mayor, el 911, también prevista para el año que viene, Porsche apuesta por la eficiencia acompañada del rendimiento de siempre gracias a la sobrealimentación de mecánicas más compactas. Y es que aunque no lo parezca, los motores bóxer de cuatro cilindros tienen una larga tradición en Porsche, cuando a finales de los años 50, el 718, sucesor del legendario Porsche 550 Spyder, representó el máximo nivel en la configuración de motores planos de cuatro cilindros.
De ahí que la llegada de los nuevos motores de cuatro cilindros vengan acompañados de una nueva denominación comercial, pasándose a llamar ambos modelos 718 Boxster y 718 Cayman, en lo que supone un claro guiño histórico. Ambos mostrarán más similitudes entre sí, tanto visuales como técnicas e idénticos motores (ahora la cilindrada y la potencia difiere mínimamente), aunque Porsche puntualiza que el cabrio o roadster, el Boxster, se posicionará en cuanto a precio por encima del coupé.En el futuro, el roadster se posicionará con un precio más elevado que el coupé
Ya fuera compitiendo en las 12 Horas de Sebring en 1960 o en el Campeonato Europeo de Montaña que corrió entre 1958 y 1961, el Porsche 718 en el que están inspirados ambos modelos consiguió importantes triunfos, incluidos los tres logrados en la legendaria prueba italiana de la Targa Florio, en Sicilia, entre 1958 y 1961. Y en la actualidad, en 2014, Porsche regresó a la máxima categoría de la famosa carrera de Le Mans y al Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) con el 919 Hybrid de competición, que combina dos sistemas diferentes de recuperación de energía con un motor dos litros de cuatro cilindros turboalimentado (otra prueba más de que los nuevos Porsche de calle, a pesar de romper con la cultura atmosférica, tienen mucho que decir).