La evolución deportiva de los SUV de lujo parece no tener fin. El techo de potencia y rendimiento queda cada vez más alto, equiparable a deportivos ilustres a pesar de sus carrocerías sobreelevadas y más pesadas. A los Porche Cayenne Turbo S (570) y BMW X6 M (575 cv), les ha salido un nuevo rival: el Mercedes-AMG GLE 63 Coupé. Derivado del último SUV de estilo coupé presentado por la marca de la estrella, el Mercedes GLE Coupé, el GLE 63 Coupé monta un motor AMG V8 biturbo de 5,5 litros de cilindrada. Hay dos escalones de potencia, de 557 cv y 585 cv (denominado ‘S’), en ambos casos, asociados a la tracción total 4MATIC y al cambio automático de siete relaciones ‘AMG SPEEDSHIFT PLUS 7G-TRONIC’.
Los dos turbocompresores imprimen una rabiosa aceleración de 4,3 y 4,2 segundos (en el ‘S’) de 0-100 km/h, igualándose con el BMW X6 M y a una décima del Cayenne Turbo S, y siendo su par motor máximo de 760 Nm entre 1.750 y 5.250 rpm (‘S’), algo inferior al récord que atesora el modelo de Porsche (800 Nm). Autolimitada la velocidad máxima a 250 km/h, el consumo de ambas versiones (GLE 63 Coupé y GLE 63 S Coupé) es de 11,9 l/100 km, equivalente a 279 g/km de emisiones de CO2, un dato superior a cualquiera de sus dos alternativas alemanas.Exprimido hasta los 585 cv, el GLE 63 S Coupé acelera de 0 a 100 en 4,2 segundos
Como siempre que el emblema AMG irrumpe en un modelo de Mercedes, la puesta a punto del chasis está a la altura de las expectativas. Los Mercedes-AMG GLE 63 Coupé y GLE 63 S Coupé montan un tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL con estabilización activa del balanceo ACTIVE CURVE SYSTEM y suspensión neumática AIRMATIC, que se unen a la tracción integral 4MATIC, que distribuye la fuerza de propulsión con prioridad al eje trasero, y a los programas de conducción DYNAMIC SELECT, entre los que se encuentran el modo SPORT PLUS para realizar una conducción más deportiva. Para frenar a la bestia, un equipo de frenos de alto rendimiento AMG autoventilados y perforados de formato 390×36 milímetros (delante) y 345×26 (detrás) en combinación con pinzas de freno de color plata con distintivo AMG.Deriva del GLE Coupé, pero con una puesta a punto realizada por AMG para optimizar su comportamiento
Por fuera destacan los paragolpes rediseñados, las enormes entradas de aire frontales y la cuádruple salida de escape en su difusor trasero, elementos que sirven para distinguirlo a simple vista del resto de sus hermanos de gama. Mientras que por dentro los acabados metalizados, sobrios pero elegantes, anuncian el protagonismo de AMG en la ejecución de este SUV. Destaca el volante Performance de tres radios, de aro grueso, aplanado en la sección inferior y forrado en napa de color negro con perforaciones en la zona de agarre para favorecer una conducción deportiva.