Diésel o gasolina
El informe ha analizado en detalle los 10 modelos más vendidos en España en lo que va de 2014, poniendo frente a frente las motorizaciones diésel y gasolina más representativas y con prestaciones similares. “Para realizar nuestro estudio, hemos tenido en cuenta los principales factores que todo usuario debería considerar antes de decidir si elegir un automóvil diésel o gasolina, como son el precio de compra, el precio y consumo de combustible, la cuantía del seguro de coche, los gastos derivados del mantenimiento y la diferencia en el valor residual del vehículo”, explica Carlos Brüggemann, Director de Operaciones de Acierto.com. “Y la principal conclusión a la que hemos llegado es que, en más del 50% de los casos, no se recupera la inversión inicial, por lo que la compra de un vehículo diésel no resulta rentable para gran parte de los usuarios”, añade Brüggemann.
El primer factor fundamental a tener en cuenta es, evidentemente, el precio de compra. Según el informe realizado por el comparador de seguros, el precio medio de las versiones con motor de gasolina de los 10 modelos más vendidos en España se sitúa en 14.567 euros, frente a los 16.495 euros de las versiones diésel con prestaciones similares; es decir, estos últimos resultan de media casi 2.000 euros más caros. Teniendo en cuenta que el 80% de los usuarios adquiere un préstamo para financiar la compra de sus vehículos, a estos 2.000 euros habría que añadirles de media otros 335 euros en concepto de intereses adicionales, que de haber optado por una versión con motor de gasolina no habría sido necesario asumir.
Del mismo modo, los seguros de coche a todo riesgo de todos los vehículos diésel analizados son significativamente más elevados que sus versiones gasolina; en concreto un 13,6% más de media. La diferencia neta entre las pólizas es de 56,8 euros anuales, lo cual supone un coste adicional de 624 euros de media para los coches diésel, si se tiene en cuenta un ciclo de vida de 11 años para el automóvil.
Finalmente, la mayor complejidad en el mantenimiento de los motores diésel hace que, a lo largo de la vida del vehículo, el coste asociado a sus cuidados resulte en torno a 330 euros más caro, que el de un motor gasolina de prestaciones similares.
Sin duda, el principal factor que explica el auge de las ventas de motores diésel es su menor consumo de combustible y el inferior precio del diésel frente a la gasolina. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los coches a gasolina cada vez consumen menos, hasta el punto de que su gasto de combustible se está equiparando de forma progresiva al de los diésel.
En cifras, la mayor diferencia media de consumo entre vehículos alimentados por gasolina y gasóleo tiene lugar en el entorno urbano, donde se sitúa en cerca de 1,8 litros a favor de estos últimos. Mientras, con un uso mixto, la disparidad de consumo se estrecha a 1,2 litros, cantidad que se ve reducida hasta 1 litro cada 100 km para uso extraurbano. En lo referido al precio del combustible, es importante recordar que en la actualidad el gasóleo es solo un 5% más barato que la gasolina, mientras que hace 10 años la diferencia era de un 14%.
El otro argumento que jugaría en favor de los diésel es su valor residual, puesto que su mayor precio de compra, en principio, también garantiza un mayor importe de reventa. No obstante, el análisis del valor residual de los predecesores de los 10 modelos más vendidos en España en 2014, refleja que esta diferencia, pasados los 11 años de vida, apenas asciende a cerca de 400 euros.
Entre otros detalles que también cabría considerar al decantarse por un coche diésel o gasolina juega a favor de éstos últimos su mejor sonido y suavidad en la conducción. No se puede olvidar tampoco que los automóviles alimentados por gasolina tienen un menor efecto nocivo sobre el medio ambiente por sus emisiones, hasta el punto de que ciudades como París ya han tomado medidas para impedir o limitar el uso de vehículos diésel en sus calles, mientras otras como Londres estudian hacer lo propio.
Tras analizar todas las variables, el estudio establece que para recuperar la inversión adicional que supone la adquisición de un coche diesel es preciso recorrer de media más de 160.000 km en la vida del vehículo y sólo a partir de los 200.000 km se empezaría a generar un retorno cercano a los 1.100 euros a favor de los motores a gasóleo.
No obstante, la conclusión es que la mayor parte de usuarios no realiza un uso tan intensivo de su vehículo y por lo tanto de las 540.000 ventas de turismos diésel que se estiman para 2014, en torno a 150.000 deberían corresponder a motorizaciones gasolina, atendiendo a criterios puramente económicos.