La recientemente renovada Clase E de Mercedes posee una versión que resulta muy interesante por precios, prestaciones y consumos; y la cual se erige como única opción híbrida-diésel dentro del segmento de las berlinas de gama alta. Cierto es que tanto Audi como BMW, y también Infinti y Lexus, ofrecen en esta categoría versiones híbridas, pero siempre combinadas con un motor de gasolina, de modo que lógicamente no logran las extraordinarias cifras de nuestro protagonista de hoy: 4,1 l/100 km.
Sorprende que por ahora las ventas de esta versión híbrida no sean muy representativas dentro de la gama de la Clase E de Mercedes, pero si analizamos a fondo esta versión y valoramos sus principales aspectos veremos cómo resulta una opción muy recomendable. Con sus 231 cv, 4,1 l/100 km y 7,5 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h cuesta 54.775 euros; prácticamente lo mismo que el E250 CDI de 204 cv si lo solicitamos con el cambio 7G-Tronic que en el híbrido viene de serie. Parte de esta ventaja se explica porque el modelo que hemos probado es –junto al 220 CDI Eco Edition- el único de la Clase E que baja de la barrera de los 120 g/km, y esa exención del impuesto de matriculación se deja notar de forma positiva.
Por todo lo dicho anteriormente, quien desee una berlina de gama alta que corra bastante, no le importe que su motor sea de cuatro cilindros y valore especialmente el bajo consumo tendrá en este E 300 BT Hybrid probablemente su mejor opción. Si además valora la ecología, o el poder circular en momentos concretos en modo 100% eléctrico (en zonas residenciales, etc), nuestra recomendación se incrementa: ¡el Mercedes E 300 BT Hybrid es su coche! Y todavía vemos más ventajas, ya que el peso y la capacidad de carga –enemigos de muchos coches híbridos- apenas se ven perjudicados en este caso. ¿Tiene fallos este automóvil? Pues fallos como tal no, sólo que su capacidad de circular en modo eléctrico está muy limitada, y algún que otro fabricante ya ha lanzado vehículos híbridos cuyo motor eléctrico puede funcionar de forma autónoma mucho mejor. Si analizamos consumos, prestaciones o precio; el Mercedes E 300 BT Hybrid resulta muy recomendable
Nos subimos a la unidad de pruebas del Mercedes E 300 BT Hybrid y analizando lo que lleva y sus precios nos damos cuenta del otro “inconveniente” de este coche, y es que si tiramos de extras el precio se incrementa notablemente, y de los 54.775 euros pasamos en este caso a nada menos que 75.300 euros; un coste de los extras quizá excesivo. De hecho, el precio básico de este Mercedes es uno de los argumentos de venta, ya que con mecánica híbrida y con estas prestaciones sale muy bien parado. De hecho, el Audi A6 Hybrid corre lo mismo que el Mercedes, cuesta algo más (59.320 euros) y gasta 2 litros más.
Aunque estemos ante una versión muy concreta, Mercedes permite personalizarla a gusto del cliente prácticamente igual que cualquier otra de mecánica convencional. De serie viene ya con todo lo necesario e imprescindible, y en este caso añade como dotación estándar el cambio 7G-Tronic y unas llantas de aleación de 9 radios con neumáticos 225/55 R16. Sobre el básico se puede pedir la línea Elegance, Avantgarde y el paquete deportivo AMG, que entre otras cosas modifica el diseño del frontal (el Elegance es el único que mantiene la estrella sobreelevada; el coche probado que aparece en las fotos la tiene integrada en la parrilla como corresponde en la línea Avantgarde).La línea Avantgarde y el paquete AMG le aporta un estilo muy dinámico
En esta versión la línea Avantgarde sale por 2.555 euros e incluye el volante deportivo de tres radios, los escapes rectangulares terminados en acero pulido, llantas de 17 pulgadas y diversos detalles deportivos; pero la máxima expresión deportiva la obtenemos añadiendo el paquete AMG sobre el acabado Avantgarde (por 3.418 euros en este caso), que lo completa con discos delanteros perforados de mayor diámetro con pinzas que incluyen el distintivo “Mercedes-Benz”, llantas de 18 pulgadas con neumáticos 245/40 R18 delante y 265/35 R18 detrás, una tapicería símil cuero Ártico/microfibra o un tren de rodaje deportivo como elementos principales.
Técnicamente la clave de este modelo es el motor eléctrico de 20 kw (equivalente a 27 cv), el cual posee una baterías que apenas restan espacio al maletero (pierde sólo 35 litros para albergar 505 litros) y que tampoco incrementa de forma notable el peso (pasa de los 1.775 kilos del E 250 CDI a los 1.845 kilos de esta versión). Transmite la potencia a las ruedas traseras a través del cambio automático de 7 velocidades, y le permite unas prestaciones muy buenas (242 km/h y 7,5 segundos de 0 a 100 km/h) combinadas con un consumo medio de 4,1 l/100 km y unas emisiones de 107 g/km de CO2. En la práctica percibimos un empuje muy notable y una capacidad para realizar adelantamientos fantástica, mientras que en el ordenador de consumo podemos ver cifras inferiores a 5 l/100 km en las condiciones más favorables. Excelente relación entre consumos y prestaciones
En cuanto al modo 100% eléctrico el sistema sólo lo permite a velocidades inferiores a 20 km/h y durante unos 2 km como mucho, por lo que sólo podemos ir en “modo 0 emisiones y 0 consumo” en zonas residenciales muy concretas. Cuando se requiere, el motor 2,2 litros de cuatro cilindros y 204 cv arranca rápidamente y nos proporciona toda la potencia que necesitemos, mientras que para ver el estado del sistema híbrido toda la información se muestra tanto a través de sus indicadores específicos como a través de los gráficos de la consola central. Finalmente, el comportamiento dinámico de este coche se veía condicionado por su equipamiento deportivo con grandes llantas y neumáticos, que le permitían una contundente pisada y un perfecto guiado. Con las especificaciones estándar y llantas de 16 pulgadas tendrá un tacto menos deportivo, pero igualmente estable y seguro y con algo más de suavidad ante los baches. En definitiva, una lujosa berlina de bajo consumo que se suma con acierto a la creciente “hibridación” del automóvil.