Aunque la gama XF de Jaguar lleve ya en el mercado desde 2008, con las diferentes actualizaciones tanto estéticas como mecánicas que ha experimentado la elegante berlina británica sigue siendo una de las opciones más recomendables para quien desee un automóvil de lujo. Supera en detalles y distinción al famoso trío alemán de lujo –A6, Serie 5 y Clase E– a la vez que no tiene nada que envidiarles en comportamiento, motores o acabados. Se vende significativamente menos que los tres alemanes antes mencionados, precisamente quizá por ostentar una imagen más llamativa, pues hoy día, con la larga y dura crisis económica que estamos viviendo en España, los pocos que sí pueden tener una berlina de alto nivel pretenden pasar lo más desapercibidos que se pueda. Y, desde luego, el Jaguar XF llama más la atención que sus rivales de Audi, BMW y Mercedes.
a favor-Imagen y detalles-Interior cómodo y lujoso-Funcionamiento refinadoen contra-No pasa desapercibido-Muy largo y ancho para maniobrar
Al margen de las apariencias, que tanto para presumir como para pasar desapercibido sí importan hoy día, vamos a ver lo que nos ofrece el XF actual, el cual hemos probado en su carrocería sedán (desde finales de 2012 se comercializa también con carrocería familiar denominada Sportbrake) y con la mecánica V6 diésel de 240 cv (también la hay disponible con 275 cv); una versión a nuestro juicio extraordinaria pero que, según las cifras de ventas, se ha convertido en minoritaria frente a la variante de cuatro cilindros 2.2 de 200 cv. Nuestro modelo de pruebas cuesta 56.190 euros con el acabado Luxury, o 63.567 euros si viene asociado al Premium Luxury que se puede ver en las fotos, el cual trae de serie un exquisito nivel de acabados.
El Jaguar XF es una gran berlina de nada menos que 4,96 metros de longitud y 1,88 metros de anchura, que en todas sus versiones viene con propulsión trasera y cambio automático ZF de 8 velocidades. La sublime belleza de su estampa se vio modernizada en septiembre de 2011 con la llegada de unos nuevos grupos ópticos con leds para la iluminación diurna, los cuales no restaron un ápice de su elegancia y sí le otorgaron un aspecto más tecnológico y actual. No hubo muchos más cambios significativos con el restyling de hace dos años y medio ya que tampoco los necesitaba.
Pero si el aspecto exterior del XF es uno de sus fuertes, el interior no lo es menos. Si el acabado elegido es el Premium Luxury el interior nos obsequia con un salpicadero forrado en cuero que le aporta un refinamiento exquisito; mientras que los asientos tapizados en piel, las inserciones en madera o la pantalla táctil de 7 pulgadas con navegador incluido son de serie ya en el acabado inferior (eso sí, todos estos elementos son mejores en el Premium Luxury: varía la piel, la madera y las características del navegador). Además del agradable volante de cuero con el escudo de Jaguar, y del sencillo pero correcto cuadro de relojes, agrada su consola central con una parte baja en la que se encuentra la ruleta del cambio, que emerge cuando el motor arranca.El interior del Jaguar XF es, probablemente, el más cuidado y lujoso de su segmento
Todo cae muy a mano y el ambiente de lujo que nos rodea es total. De hecho es tal la amplitud, brillante realización, detalles de buen gusto, etc; que pretender un nivel más y poner tu punto de mira en el nivel superior que ocupa el XJ, aunque te sobre el dinero, es probablemente excesivo. Entre sus rivales tiene algo más de sentido pensar en el A8 en lugar del A6, en el Serie 7 en lugar de Serie 5 o, sobre todo, en el Clase S en lugar del Clase E; pero en el caso de la gama británica nos parece que el XF debería colmar las expectativas de los clientes más exigentes y sibaritas. Por su parte las plazas traseras son comodísimas y amplias para dos pasajeros, mientras que el maletero tiene un gran capacidad de 540 litros.
Arrancamos mediante el botón, seleccionamos la “Directa” con la ruleta del cambio e iniciamos la marcha. Salvo en los primeros compases, en frío y con las ventanillas bajadas –momento en el que sí se percibe que llevamos un propulsor de gasóleo- el grado de refinamiento, insonorización y ausencia total de vibraciones es extraordinario. Cierto es que la mecánica inferior de cuatro cilindros (la más vendida) también ofrece un buen resultado, pero evidentemente el V6 es más fino. Con un par motor de 500 Nm desde 2.000 rpm es fácil imaginar la tremenda respuesta, y en la práctica así sucede, con unas recuperaciones y unos adelantamientos fantásticos. Declara un tiempo de 7,1 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h, un registro notable a lo que también contribuye su rápido y preciso cambio automático ZF de 8 velocidades, el cual también es posible manejarlo en modo secuencial con las levas ubicadas tras el volante.La respuesta del XF 3.0 D es brillante, mientras que los consumos resultan muy ajustados
En cuanto a consumos, es una maravilla ver las medias que arroja en el ordenador de viaje, pues que un coche de tan altas prestaciones y un peso considerable (1.770 kilos) como este Jaguar haga medias reales de 6 l/100 km circulando a 120 km/h es digno de mención. La cifra homologada de consumo medio es de 6,0 l/100 km/h (bajó tres décimas con los últimos ajustes efectuados en la gama hace dos años), por lo que la teórica en carretera es incluso inferior, pero ya sabemos que de la cifra teórica a la real siempre hay algo de desfase. Sin embargo, mientras que en motores como este 3.0 V6 diésel ambas cifras –real y teórica- no se alejan mucho, en otros tipos de motores, como los tan de moda “downsizing” (pequeñas cilindradas y considerables cifras de potencia) éstas si se incrementan de forma exagerada.
Por comportamiento dinámico el XF es un automóvil impecable y comodísimo, que no de tacto deportivo. En su puesta a punto ha primado el mimo a los ocupantes, sin bien al volante también se puede disfrutar de su poderoso motor, estupenda dirección, rápida y precisa caja de cambios o sobresaliente pisada. Eso sí, lo más recomendable es disfrutar de su conducción de forma relajada. Con esta berlina la firma británica ofrece la alternativa perfecta a los mucho más conocidos A6, Serie 5 y Clase E. El Jaguar XF no es el más barato, ni el que más corre, ni el que menos consume de los cuatro; pero su relación entre precio, equipamiento, prestaciones, consumos, imagen y agrado de conducción sí se sitúa al máximo nivel. En una valoración global, y analizando aspectos únicamente objetivos, podríamos decir que nuestro protagonista de hoy está a un nivel igual o superior al de sus rivales alemanes. Si lo que pensamos es en temas subjetivos, como el diseño o las apariencias, eso ya queda a gusto del consumidor. Nos hemos fijado en todo momento para ubicarlo en el mercado sólo en los tres alemanes, ya que otras opciones como el Lancia Thema o el Volvo S80 no pueden competir con el Jaguar, el Lexus GS no tiene versión diesel, y el Infiniti M en su versión homóloga tampoco alcanza el brillante resultado del XF.