Oponer dos marcas premium como Audi y BMW supone empezar una guerra de trincheras en donde desprenderse de las filias y fobias personales es fundamental para llegar a un veredicto lo más justo posible. El reto es doble si los contendientes son dos carrocerías que conceptualmente no son exactamente equiparables, Audi A5 Sportback (5 puertas, más coupé que berlina) y Serie 3 Gran Turismo (5 puertas, más berlina que coupé), dos modelos que manifiestan el esfuerzo que desde los departamentos de desarrollo de Ingolstadt y Múnich están poniendo en la diversificación de sus respectivas gamas abriendo nuevos nichos de mercado.
De la clásica berlina A4 se pasó al A5 Coupé y A5 Cabrio, y más tarde a este gran coupé que en Audi se denomina A5 Sportback; mientras que del sedán Serie 3 se han desligado los coupé y cabrio en la Serie 4 y la carrocería más práctica y grande de la gama, este Serie 3 Gran Turismo (GT), dejando para el tercer trimestre del año el nuevo Serie 4 Gran Coupé, que por tamaño y concepto sería el riguroso rival del A5 Sportback.
Mientras llega este Serie 4 Gran Coupé, el fabricante bávaro ofrece una combinación de practicidad y habitabilidad con elegancia y dinamismo muy difícil de superar con su Serie 3 GT, la segunda carrocería de este tipo para la marca después del Serie 5 GT, que en casi cinco años de vida no ha sabida ganarse ni al público ni a la crítica. El Serie 3 GT, que también ha tenido sus detractores, ofrece un conjunto estético más proporcionado con un montante trasero mejor integrado y una línea lateral más deportiva, coronada por el alerón trasero retráctil de serie.El GT es el Serie 3 más grande y está mejor aprovechado por dentro
Como estaréis comprobando por las fotos el Serie 3 GT es un coche grande, no tan voluminoso como el Serie 5 GT, pero con unas dimensiones (4,82 metros de largo, 1,83 m. de ancho y 1,51 m. de alto) que lo convierten en el Serie 3 de mayor tamaño (tiene 20 cm. más de longitud que la berlina y el familiar ‘Touring’, y 7 y 5 cm. respectivamente más de altura) y como consecuencia en el mejor aprovechado por dentro, pudiéndose ser una alternativa al BMW Serie 5, berlina ya perteneciente al segmento E de lujo.
Todo lo relacionado con el estilismo, las proporciones y el diseño se antoja más natural en un A5 Sportback que se conforma con una longitud de 4,71 metros y una altura bastante menor que su rival, de 1,39 metros, 12 centímetros más bajo que se traduce por un lado en un puesto de conducción más deportivo (en el Serie 3 GT la postura es más alta) y en un acceso al habitáculo más complicado, especialmente en lasplazas traseras, donde la caída de techo tan acentuada (más tendida en el Serie 3 GT) deja un espacio algo parco en un coche de este tamaño.El diseño más deportivo del A5 Sportback lastra el acceso al habitáculo, sobre todo en sus plazas traseras
Antes de entrar en sus habitáculos, la primera idea parece clara: el Serie 3 GT es más conservador en estética y el A5 Sportback no tiene remilgos en mermar sus cotas interiores en favor del diseño. También en el maletero las diferencias son apreciables, no tanto con la ficha técnica en mano (son 520 litros de cofre para el BMW por los 480 del Audi) ni por sendos portones de tamaño generoso (con bocas amplias y fáciles de cargar), sino por las formas (la profundidad y la anchura del Serie 3 GT son colosales) y sobre todo por el nivel de modularidad (el Serie 3 GT cuenta con respaldos traseros abatibles en configuración 40:20:40 y reclinables en 19 grados, doble fondo, y raíles, red o cinta elástica para organizar una carga de hasta 1.600 litros de volumen; por los ganchos y los respaldos traseros abatibles asimétricamente de un A5 limitado a 1.283 litros de carga máxima).
Las plazas traseras son muy amplias en el Serie 3 GT, que se aprovecha de una batalla de 2,92 m., 11 cm. más que la de su rival, para ofrecer un generoso espacio para las rodillas de dos pasajeros adultos. Y decimos dos porque, al igual que en el A5 Sportback, la plaza central es estrecha y sobre todo queda penalizada para un uso prolongado por lo acentuado que es el túnel de transmisión. Además de por las rodillas, el BMW gana la partida claramente en altura, donde el Audi se verá en problemas si van a viajar dos pasajeros altos, que tocarán con sus cabezas en el techo.
El lujoso ambiente que ofrecen ambos modelos en la parte delantera es incuestionable, aunque cada uno con su propia personalidad. El A5 Sportback presume de unas guanteras (laterales y central) más generosas y un tablero de mandos mejor integrado junto al navegador ‘Plus’ con pantalla táctil de 7′ (2.991 €) asociado al mando MMI con menos botones (en la parte baja de la consola), todo orientado hacia un conductor que por la postura tan baja que puede adoptar (asientos delanteros eléctricos y con extensión de banqueta, y además el del conductor con memoria por 1.489 €) se encontrará en una especie de cockpit aderezado por el paquete deportivo ‘S-Line’ (2.035 €) con elementos específicos.
En el Serie 3 GT, el volante multifunción es completamente redondo (y no achatado por abajo como en el A5), todos los mandos están muy bien organizados y la atmósfera premium típica de BMW se adereza con la línea de acabado ‘Luxury’ (de corte clásico) y una ristra de opcionales (de serie, viene con lo justo) entre los que destacamos los butacones de piel con cuatro regulaciones eléctricas y memoria (1.304 €) o el navegador Business (1.885 €) con pantalla color (no táctil) de 6,5′.
Analizando la oferta diésel, el Serie 3 GT (320d con 184 cv) arranca en los 41.200 euros, 1.000 euros más caro que el A5 Sportback TDI (2.0 TDI con 177 cv). Sin embargo, nuestro A5 se carga de razones al volante por la superioridad mecánica mostrada: un V6 turbodiésel 3.0 de 245 cv de potencia, asociado a la tracción integral Quattro y al cambio automático de doble embrague y siete relaciones S-Tronic (53.810 €), ofreciendo una capacidad de aceleración sobresaliente para un coche de su tamaño y peso (1.770 kg. en vacío) y un refinamiento notable para tratarse de un gasoil. El A5 diésel más potente de la gama presume de unos estupendos 500 Nm de par motor (entre 1.400 y 3.250 rpm) que literalmente, te pegan al asiento, con una respuesta desde bajas vueltas que nada tiene que envidiar al de un gasolina de potencia equivalente: acelera de 0-100 km/h en 5,9 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad máxima (limitada electrónicamente). Sin forzar la máquina, el consumo mixto se mueve en márgenes entre 7,2 y 7,6 litros a los cien kilómetros.Los 500 Nm de par y la tracción Quattro permiten al A5 acelerar con una fuerza sobresaliente desde bajas revoluciones
En el BMW todo ocurre más despacio, algo lógico teniendo en cuenta los 61 cv menos que tiene y tracción simple (al eje trasero). De cualquier manera el bloque turbodiésel de dos litros y cuatro cilindros en línea es una mecánica suave, que consume poco (6,2 l/100 km dato real) y ofrece unas altas prestaciones (8 segundos de 0-100 km/h), siendo un vehículo seguro, sencillo y muy agradable de conducir a altas velocidades (230 km/h de velocidad punta) por autovía o carreteras con poca curva. Su mayor al altura libre al suelo y su peso (1.645 kg.) no invitan a correr tanto con él cuando la carretera se vuelve ratonera con inercias muy apreciables. Hay dos cosas llamativas en este BMW, generalizadas en otros motores diésel de la marca: la brusquedad con la que funciona el Start and Stop y las vibraciones mecánicas a baja velocidad.Además de consumir poco, el Serie 3 GT 320d se puede conducir muy rápido en autovía y con altos niveles de confort