Jack Brabham
Hay nombres en la Fórmula Uno que ningún aficionado desconoce, pues si hablamos de escuderías como Ferrari, McLaren o Williams, así como de pilotos como Schumacher, Fangio o Senna, cualquiera coincidirá de decir que son los pilares de la historia de la Fórmula Uno. Sin embargo existe otro nombre quizá hoy no tan presente y sin embargo tan importante o más que los citados anteriormente: Brabham. Y es que el piloto australiano Jack Brabham marcó un hito importantísimo en la F1, pues tras coronarse como bicampeón del mundo con Cooper en 1959 y 1960, pasó a construir sus propios monoplazas y en 1966 se convirtió en el primer hombre en lograr un campeonato del mundo de F1 con un coche fabricado por él mismo. Tras este hito nunca repetido, los monoplazas Brabham lograron otros tres títulos mundiales. Este fin de semana Jack Brabham ha fallecido a los 88 años de edad y por ello queremos recordar la brillante trayectoria de esta leyenda del automovilismo.
Nacido en un suburbio de Sidney (Australia) en abril de 1926, Jack Brabham dejó la escuela a los 15 años para trabajar en un garaje; pero poco después, a los 20 años, ya tenía su negocio de reparación de motores y comenzó a participar en carreras automovilísticas. En 1955 se traslada al Reino Unido para fichar por el equipo Cooper, con el que en 1959 y 1960 se proclama Campeón del Mundo de F1. Un año después aparecen los monoplazas de F1 que construye junto a su socio Ron Tauranac, los cuales se bautizan con el apellido de Jack y se identifican con las iniciales de ambos: Brabham BT.
En 1962 Jack Brabham pasa a pilotar para su propia escudería, pero no fue hasta 1966 cuando le llegó la gloria, a sus 40 años de edad. Ese año la FIA había modificado la reglamentación mecánica y subió la cilindrada de los motores V8 hasta los 3.0 litros, momento en el que Brabham confió en la firma australiana de motores Repco, que no tenía experiencia en la F1. Esta temporada llegó la primera victoria del australiano con su propio coche, en el GP de Francia, un hito que sólo igualó Bruce McLaren. Lo que nadie ha podido conseguir, salvo Jack Brabham, es alcanzar el título absoluto con sus Brabham BT19-BT20 con motor Repco. El año siguiente su compañero de equipo, el neozelandés Denny Hulme repitió el éxito más absoluto con los BT20-BT24. Por cierto, este mismo mes de mayo de 2014, en la Subasta de Mónaco de RM Auctions, un Brabham BT20 del 67 se vendió por más de un millón de euros, superando la cotización de muchos otros F1 de alto pedigrí que igualmente se adjudicaron.Los Brabham-Repco lograron el mundial en 1966 y 1967, el primero con el propio Jack, y el segundo con Denny Hulme
En 1970 Jack Brabham traspasó su parte de la escudería a su socio Ron Tauranac y pensaba retirase, pero por diferentes motivos continuó como piloto y aún logró su última victoria en un GP (ya con 44 años), pero por problemas de fiabilidad no pudo repetir el triunfo a pesar de que seguír siendo plenamente competitivo. Ron Tauranac no tuvo una buena temporada 1971 y a finales de año decide vender la escudería Brabham a otro pilar importante de la historia de la F1, ni más ni menos que a quien hoy es el jefe del “gran circo”: Bernie Eclestone. El astuto empresario británico, tras realizar multitud de cambios –entre ellos despedir al antiguo dueño, Ron Tauranac, quien inicialmente se había quedado como diseñador de los coches y administrador- en 1974 cosechó sus primeros éxitos como dirigente de la nueva Brabham con el piloto argentino Carlos Reutemann, quien logró tres victorias.
Pero como la gloria no llegaba, Eclestone logró un gran patrocinador como la compañía de productos lácteos Parmalat para financiar en 1978 el fichaje del entonces bicampeón Niki Lauda, y al año siguiente al joven piloto brasileño Nelson Piquet. En 1981 se presentó un Brabham BT49C con motor Ford y numerosos avances técnicos que sirvió para que el brasileño lograse su primer mundial, algo que repetiría dos años después ya en la era turbo y con BMW como proveedor de motores. Hoy día, el “gentleman driver” español Joaquín Folch triunfa con un Brabham de 1981 en la F1 Histórica, bólido que vimos recientemente en acción en el Espíritu de Montjuic 2014. El Brabham de los años 80 con los colores de Parmalat que hizo bicampeón a Nelson Piquet es uno de los F1 míticos
Los últimos años de la escudería Brabham ya no fueron tan existosos, y Piquet conseguiría en 1985 la última victoria en un GP. En 1988 Eclestone vendió el equipo y pasó por diferentes manos poco cualificadas hasta que en 1992 se puso fin a una de las escuderías más famosas de la Fórmula Uno. Por su parte Jack Brabham, tras retirarse en 1970, regresó a su Australia natal y permaneció alejado de la alta competición, si bien no perdió el contacto con el automovilismo y sus tres hijos -Geoff, Gary y David- han seguido su carrera como pilotos. Hoy día incluso dos de sus nietos, Matthew y Sam, compiten ya en carreras; tanto es así que han creado la web www.brabham.co.uk para mostrar la herencia y la continuidad de este gran mito. Finalmente, decir que en 1978 Jack Brabham se convirtió en el primer piloto en ser nombrado caballero por la Reina Isabel II de Inglaterra; mientras que recientemente, en Australia, le fue otorgada la distinción de “Tesoro Nacional”. Descanse en paz.