Uno de los protagonistas del Salón del Automóvil de Ginebra es el Audi TT en su tercera generación. Fue en 1998 cuando la marca de los cuatro aros sorprendió y convenció con este pequeño coupe que derrochaba originalidad y audacia, y ahora 16 años después el Audi TT –inicialmente desvelado en carrocería cerrada tipo coupe- sigue sorprendiendo con avances notables, como el nuevo “Audi Virtual Cockpit”: una pantalla TFT de 12,3 pulgadas que sustituye a los tradicionales relojes del cuadro de mandos.
La tercera generación del Audi TT no crece en cuanto a medidas exteriores se refiere, pero sí aprovecha mejor el espacio gracias a una distancia entre ejes incrementada en 37 mm (ahora 2.502 mm) y a unos voladizos más cortos. Las medidas exteriores no varían más de un centímetro en ninguna cota, para fijarse en esta tercera generación en 4,18 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,35 metros de alto. Pero por ejemplo el maletero crece 13 litros de volumen de carga, siendo ahora de 305 litros. Además, recordemos que estamos ante un 2+2 plazas, y aunque las plazas traseras sean casi testimoniales, estas se pueden recoger e incrementar el espacio para el equipaje.
Otra medida que ya vimos en el paso de la primera a la segunda generación es la disminución de peso, que continúa en este nuevo cambio. Ahora se logran bajar 50 kilos más, para dejar el peso de la versión 2.0 TFSI de gasolina en sólo 1.230 kilos. Esto se ha logrado entre otras cosas gracias al montaje de muchas partes de la carrocería en aluminio: capó, techo, puertas, maletero, etc. En cuanto a chasis se refiere, se ofrece el “Audi Drive Select” para tener así un sistema de conducción a la carta con varios modos de uso que modifican diferentes parámetros y modifican el comportamiento del coche. Hay un paquete S-Line opcional, que le dota de un comportamiento más deportivo y rebaja la altura del conjunto 10 mm.Muchas partes del coche son de aluminio, lo cual le permite un peso muy contenido
Estéticamente no hay cambios revolucionarios, y con la modificación de algunos rasgos se ha buscado, en todo caso, volver al diseño de la primera generación. Eso sí, los tiempos evolucionan y, por ejemplo, los nuevos faros “matrix de 12 leds” dan una nueva seña de identidad además de mejorar la capacidad de alumbrado. Ahora se cuenta con una gama de colores más atrevida compuesta por 11 tonos, 7 de ellos nuevos. Estos se pueden combinar con tres colores de interior, una de las opciones bitono. También se ofrece una gran oferta de llantas, con 11 modelos diferentes. Las versiones estándar de las motorizaciones de acceso en gasolina y diesel recurren a una razonable medida de 225/50 17, aunque para la versión más deportiva o para quien desee enormes llantas puede elegir hasta de 20 pulgadas.
Inicialmente la oferta mecánica la compondrán motores ya conocidos pero optimizados respecto a la anterior generación del TT. Se trata de un 2.0 TDI que pasa de 170 a 184 cv y marca ahora unas cifras de consumos y prestaciones muy buenas: 4,2 l/100 km, 7,2 segundos de 0 a 100 km/h y 235 km/h (con tracción delantera y cambio manual). El siguiente motor, el 2.0 TFSI de gasolina también mejora su cifra de potencia, en este caso ganando 19 cv hasta los 230 cv y superando las cifras de prestaciones de su antecesor: 6 segundos de 0 a 100 km/h, 250 km/h y 6,8 l/100 km (si optamos por la versión con tracción quattro y cambio S tronic el registro de aceleración baja a 5,3 segundos). Finalmente, el Audi TTS –que se diferencia del TT normal por su parrilla frontal y entradas de aire además de por las cuatro salidas de escape en lugar de dos- comparte base mecánica con su hermano de gasolina pero cuenta con una evolución muy superior. En concreto este tope de gama (por ahora) alcanza los 310 cv y baja el tiempo en aceleración de 0 a 100 km/h hasta los 4,7 segundos.
Inicialmente existen tres motores de 184 a 310 cv con cifras tan destacas como 4,2 l/100 km para el TDI y 4,7 segundos de 0 a 100 km/h para el TTS