El año comienza para BMW con el anuncio del precio del superdeportivo híbrido i8, que ya se puede reservar pagando un precio de 129.900 euros. Evidentemente es caro, pero nada comparado con los 767.555 euros que cuesta el Porsche 918 Spyder, el único deportivo híbrido que puede superar a la creación de la casa bávara. El BMW es claramente más civilizado, menos potente y rápido, a la vez que mucho más económico que el Porsche. De hecho, por precio, prestaciones y consumos podemos decir que el BMW i8 es realmente competitivo.
No existe en la gama BMW ningún otro modelo similar con mecánica tradicional para establecer diferencias, pero si nos fijamos en un 650i (aunque sea un GT y no un deportivo puro) vemos como aunque sea algo más económico y potente, acelera menos rápido y gasta cuatro veces más. El innovador BMW i8 que llegar este año a los concesionarios incluye de serie un deportivo y lujoso habitáculo que se caracteriza por su cuadro de mandos totalmente digital y la pantalla del navegador con información del funcionamiento del conjunto propulsor y previsiones de la conducción puramente eléctrica. También son de serie los deportivos asientos de piel, la suspensión DDC, el regulador de velocidad con función de frenado o el sistema de ayuda al aparcamiento. Aún así, el BMW i8 ofrece un interesante equipamiento opcional, así como cuatro colores de carrocería y cuatro variantes de equipamiento interior.
El BMW i8 es un espectacular deportivo híbrido enchufable de nada menos que 362 cv derivados de sus dos motores (gasolina y eléctrico) que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, alcanzar los 250 km/h y homologar un consumo medio de 2,5 l/100 km ¡Impresionante! Además, sus proporciones son muy llamativas gracias a su escasa altura (1,29 metros) y su gran anchura (1,94 metros). La longitud de este deportivo 2+2 plazas es de 4,69 metros; mientras que la capacidad para guardar bultos será limitada ya que lleva el motor de gasolina en la parte trasera y el eléctrico en la delantera.
Al llevar un motor delante y otro detrás, cada uno transmite la potencia un eje, por lo que puede considerarse un 4×4. La unidad eléctrica desarrolla 131 cv de potencia y 250 Nm y puede funcionar por sí sola durante 35 km y a una velocidad de hasta 120 km/h. Para su recarga se puede utilizar una enchufe de la red eléctrica convencional y en menos de tres horas sus baterías están totalmente llenas. En cuanto al propulsor de gasolina, se estrena el revolucionario 1.5 de tres cilindros Twin Power Turbo de 231 cv de potencia y 320 Nm de par.La mecánica de gasolina sólo tiene tres cilindros y cubica 1,5 litros, pero tiene 231 cv
Para que el conductor gestione las dos fuentes de energía, BMW ha dispuesto en este deportivo híbrido i8 el “Driving experience control” y la “tecla eDrive”, con el objeto de que se pueda primar más la deportividad o la ecología. Con esta conducción a la carta se da mayor protagonismo a un motor u otro, se modifican las leyes de cambio de la caja automática de seis velocidades e incluso se varía el comportamiento de la suspensión. Otros aspectos que han tenido vital importancia para que el BMW i8 sea un deportivo pura sangre han sido al casi perfecto distribución de pesos (50:50) y bajo centro de gravedad, así como el uso masivo de materiales ligeros para lograr un peso total inferior a los 1.490 kilos. Finalmente, destacar la rara medida de neumáticos, pues utiliza unos 195/50 R20 en el eje delantero y 215/45 R20 en el trasero.