Que los vehículos eléctricos son el futuro, casi nadie lo pone ya en duda, pero las limitaciones en cuanto a autonomía y recarga de los actuales modelos a la venta y prototipos, no los convierten en especialmente atractivos. Y es que resignarse a recorrer solo un par de cientos de kilómetros, en el mejor de los casos, antes de quedarse sin batería y tener que esperar más de media hora para una recarga rápida en una estación que lo permita, no parece lo más práctico. Es por eso que muchos fabricantes están centrando buena parte de sus esfuerzos en desarrollar sistemas para, aun manteniendo la propulsión eléctrica, aumentar esta autonomía, bien con nuevos sistemas de baterías, bien con sistemas de «autonomía extendida» que se apoyan en motores de combustión interna, o bien con la denominada pila de combustible.
Apenas quedan unos días para que el próximo 20 de noviembre, el fabricante japonés Honda presente el Honda FCEV Concept, un vehículo eléctrico de pila de combustible, en el Salón de los Ángeles. Solo dos días más tarde, el 22 de Noviembre, Toyota, el fabricante con más éxito en la comercialización de vehículos híbridos, mostrará en la 43º edición del Salón Internacional del Automóvil de Tokio, el nuevo Toyota FCV Concept. El denominado ya por muchos, como el sustituto del exitoso Toyota Prius, será un vehículo de cero emisiones con propulsión eléctrica pero que obtendrá su energía de una pila de combustible.
En ambos casos, estamos ante dos vehículos conceptuales que, al menos según los fabricantes, adelantan una tecnología que veremos en coches de calle en apenas un par de años. Honda ha declarado que su nuevo vehículo eléctrico con pila de combustible se lanzará al mercado estadounidense, al japonés y al europeo en 2015. Por su parte Toyota también ha mostrado su intención de fabricar un primer modelo de producción con pila de combustible de hidrógeno en 2015, que en su caso podría compartir con el FCV Concept mucho más que tecnología, pues podríamos estar ante el antecesor mismo del modelo de producción.La carrera por el liderato en esta nueva tecnología ha empezado
No hay duda que la carrera por el liderato en esta nueva tecnología ha empezado. Pero, ¿Qué aporta la pila de combustible que puede cambiar el modo de ver la propulsión eléctrica?. Para entenderlo, nada mejor que explicar, de una manera simplificada, como funciona la pila de combustible, y así entender las ventajas prácticas que se obtienen con respecto a las baterías tradicionales.
Un sistema de pila de combustible está formado básicamente por dos elementos:
El depósito de hidrógeno: se trata de uno o varios recipientes muy resistentes que deberán de soportar la alta presión con la que se inyecta el hidrógeno (de 70 MPa en el caso del Toyota FCV Concept) La pila de combustible: para transformar el hidrógeno en electricidad es necesaria la «pila de celdas de combustible», un dispositivo electroquímico que utilizando hidrógeno proveniente del depósito y oxígeno obtenido directamente del aire, produce electricidad emitiendo únicamente agua.
¿Cuáles son las ventajas de este sistema? La ventaja principal de este sistema con respecto a las baterías tradicionales, cuando se utiliza como fuente de energía para un vehículo eléctrico, estriba en la posibilidad de recargar el depósito de hidrógeno cuantas veces se quiera, y en el mismo tiempo que tardaríamos en rellenar nuestro depósito de gasolina. En la práctica tendríamos un vehículo eléctrico, de cero emisiones contaminantes, y una autonomía tan ilimitada como nos permitan las estaciones de recarga de hidrógeno. ¿Estamos ante la tecnología definitiva para la movilidad del futuro? Es pronto para afirmarlo, pero para fabricantes como Honda y Toyota, la apuesta es clara.