Nos ponemos al volante de la tercera carrocería en llegar del BMW Serie 3 F30, la nueva carrocería de tipo berlina-coupe bautizada como GT, abreviatura de Gran Turismo, con la que el BMW Serie 3 pretende competir con modelos como el Audi A5 Sportback, quizás su rival más directo, pero también con el Volkswagen CC o el Mercedes CLA. Por exclusividad, la nueva carrocería GT alcanza un nivel superior a la propia carrocería berlina, contando además con un plus de practicidad y versatilidad al beneficiarse de unas mayores dimensiones, gracias a las que el GT cuenta con mayor capacidad de carga y mejor habitabilidad.
Un vistazo al exterior es suficiente para apreciar las mayores dimensiones de esta carrocería frente al resto de la gama. No en vano es, con 4,82 metros, 20 centímetros más largo que la versión familiar, con una batalla que también crece 11 centímetros. Se aprecia además que este modelo GT es considerablemente más alto que la berlina, concretamente 8 centímetros, suficientes para que, incluso con la acentuada caída del voladizo trasero que dibuja su silueta Coupé, las plazas traseras cuenten con suficiente altura para albergar pasajeros de talla elevada. Además de sus líneas de Coupé, son características de esta versión GT, el alerón trasero retráctil de accionamiento automático y los denominados Air Breathers, situados tras los pasos de rueda delanteros, y cuya función, además de estética, es la reducción de la resistencia aerodinámica.
La versión de pruebas cuenta con una de las motorizaciones más demandadas en el nuevo Serie 3, en todas sus versiones, el motor 2.0 d de 184 CV, unido en esta ocasión a la nueva transmisión automática secuencial de 8 velocidades. Accedemos al interior, que en esta versión con acabado Luxury line cuenta con inserciones de madera, cromados y asientos de cuero de excelente tacto, y tras ajustar nuestro asiento y el volante, iniciamos la marcha.
a favor- Consumos contenidos- Respuesta de motor y caja de cambios- Capacidad de carga y versatilidaden contra- Precio elevado- Mayor sensibilidad al viento lateral
El motor es vigoroso, silencioso y sobre todo agradable de conducir, en especial unido a esta transmisión automática de 8 velocidades, que admite manejo secuencial, y que gracias a una acertada relación del cambio, consigue sacar lo mejor de esta motorización, aparentando mejor respuesta que en las variantes de cambio manual con igual propulsor. La mayor batalla con respecto a la berlina y al familiar, se traduce en un mayor aplomo al circular en autovía y vía rápida, el medio favorito sin duda de este modelo.El conjunto motor + caja de cambios es sobresaliente
Durante la prueba pudimos realizar un viaje largo por carretera, alternando carreteras convencionales con autovías, donde nos sorprendió la comodidad y el buen desempeño de este modelo en este tipo de trazados, con una suspensión cómoda, un motor capaz y bien aislado acústicamente, y unos frenos con un buen mordiente y sobresaliente capacidad de retención. Esto no quiere decir que estemos ante un coche torpe en carreteras con curvas, donde también se mostró suficientemente ágil, y donde pudimos comprobar además el buen funcionamiento de la caja de cambios automática cuando se maneja en modo secuencial utilizando las levas situadas tras el volante. Solo un ruido aerodinámico que se filtraba al habitáculo al circular en autovía a alta velocidad, y que no recordábamos en la berlina, y algo más de sensibilidad al viento lateral, seguramente ambos producidos por la mayor altura y exposición al viento de esta carrocería, nos impiden dar la nota de sobresaliente en el apartado dinámico a este GT.
Un punto muy a tener en cuenta, a favor de esta solución mecánica en combinación con el cambio automático, y que no tiene que perder de vista sobre todo quien planee hacer muchos kilómetros y viajar con este vehículo, es el apartado del consumo. Atrás quedaron ya aquellos coches automáticos que, por llevar este tipo de transmisión, consumían hasta un litro más que sus homólogos de cambio manual. Circulando a velocidades legales, no fue difícil obtener promedios de consumo en autovía, según el ordenador de a bordo, en torno a los 5 litros a los 100 kilómetros, un buen registro para un modelo de estas características. En conducción combinada, realizando aproximadamente un 20% de trayecto en ciudad, donde el star-stop se mostró efectivo y rápido, la media sube hasta apenas los 5,6 litros, debiendo de circular realmente rápido o en circunstancias de tráfico poco favorables para el consumo, para superar los 6 litros de consumo promedio.
Nos quedamos con una sensación general muy positiva sobre este nuevo modelo que completa la gama del Serie 3 de BMW, y que además, con la combinación de motor y caja de cambios probada, consigue un buen equilibrio entre agrado de conducción, eficiencia, deportividad y comodidad. Gracias a sus buenos consumos y al buen tarado de suspensión, el Serie 3 GT resulta un coche muy apropiado para viajar, contando además con un gran maletero y mucho espacio para los ocupantes, ofreciendo sin duda un plus de versatilidad con el que no cuentan otras berlinas ni vehículos del segmento Premium.