A pocas horas de viajar a Alemania para probar de primera mano el restyling del Opel Insignia 2014 (diseño, equipamiento y motores), Autocity busca aproximarse a las sensaciones del Insignia que permanecía inalterable en el mercado desde 2009. La unidad elegida no es una cualquiera, se trata del Opel Insignia Cross Four, en otras palabras, el Insignia familiar más capero: deriva de la carrocería Sports Tourer (4,90 metros de longitud), únicamente se puede asociar al acabado tope de gama “Sportive”, y añade sobre estos dos aspectos, la tracción total y protecciones exteriores en su carrocería.
a favor- Estética- Chasis- Tracción 4x4en contra- Plazas traseras- Motor diésel áspero- Conducción off road limitada
En el Insignia 2014, disponible en el mercado español a partir de este otoño, el “Cross Four” será sustituido por las siglas “Country Tourer”, que monta una suspensión que deja la carrocería 20 mm más alejada del suelo, además de emanar los nuevos cambios estéticos y de equipamiento de dicha actualización. En cualquier caso, el chasis y los motores de nuestro Cross Four son idénticos al familiar campero venidero, únicamente disponible con las motorizaciones diésel 2.0 CDTI de 163 cv y 2.0 CDTI biturbo de 195 cv (éste es el protagonista de nuestra prueba), y en ambos casos de serie con el sistema de parada y arranque automáticos del motor (botón “ECO” en la consola central).
La fórmula carrocería familiar más estética off road no es nueva en el sector. Al contrario, los tiempos invitan a que este tipo de vehículos proliferen: son capaces por dentro, más estables en carretera por la tracción 4×4, y destacan por esa estampa tan todoterrenera que entra mucho más por los ojos. De tal manera, el Opel Insignia Cross Four, que todavía está en stock en los concesionarios de Opel España alcanza los 37.665 euros en esta variante BiTurbo, siendo alrededor de 4.000 euros más caro que un Insignia Sports Tourer (familiar) equivalente pero más barato que sus alternativas naturales: Audi A4 Allroad 2.0 TDI 177 cv (43.040 €), Peugeot 508 RXH con motorización híbrida (42.500 €) y Volkswagen Passat Alltrack 2.0 TDI 177 cv (41.0105 €).Son capaces por dentro, más estables en carretera por la tracción 4×4, y destacan por esa estampa tan ‘todoterrenera’
Este plus que hay que desembolsar por el Insignia Cross Four se debe en buena parte a los elementos exteriores que le distinguen del resto de la gama Insignia Sports Tourer. Por ejemplo, todo el perímetro inferior de la carrocería está cubierto por protecciones de plástico en color gris mate. En la parte central del paragolpes delantero monta una protección en aluminio mate, al igual que en la zaga, donde el punto y final lo pone la doble salida de escape ovalada, una a cada lado. De perfil destacan las taloneras cromadas en la parte baja de las puertas y los raíles sobre el techo. Además, el Insignia Cross Four que pasó por la redacción de Autocity montaba unas enormes llantas de 20” con frenos firmados por Brembo (opcionales) que redondeaban la robustez del modelo.
FUERA DE ASFALTO
Este Insignia Cross Four está disponible únicamente con el acabado “Sportive”, en otras palabras, el tope de gama que incluye de serie entre otros elementos el chasis adaptativo FlexRide y un diferencial autoblocante trasero, para aumentar sus posibilidades en caminos con mucha piedra. El sistema de tracción 4×4 conectable mediante un embrague de tipo Haldex mejora la adherencia sobre este tipo de firme, transmitiendo siempre algo de fuerza al eje posterior incluso en situaciones de perfecta adherencia, y al mismo tiempo las protecciones en paragolpes y bajos evitan daños mayores a velocidades alegres. Sin embargo, el corto recorrido de la amortiguación y la poca altura libre de la carrocería respecto al suelo, imposibilita ir mucho más allá en la conducción off road.
Fuera de asfalto, la tracción total con embrague tipo Haldex reparte par a las ruedas traseras incluso en condiciones óptimas de adherencia
Este Insignia Cross Four está disponible únicamente con el acabado “Sportive”, en otras palabras, el tope de gama que incluye de serie entre otros elementos el chasis adaptativo FlexRide y un diferencial autoblocante trasero, para aumentar sus posibilidades en caminos con mucha piedra. El sistema de tracción 4×4 conectable mediante un embrague de tipo Haldex mejora la adherencia sobre este tipo de firme, transmitiendo siempre algo de fuerza al eje posterior incluso en situaciones de perfecta adherencia, y al mismo tiempo las protecciones en paragolpes y bajos evitan daños mayores a velocidades alegres. Sin embargo, el corto recorrido de la amortiguación y la poca altura libre de la carrocería respecto al suelo, imposibilita ir mucho más allá en la conducción off road.
Fuera de asfalto, la tracción total con embrague tipo Haldex reparte par a las ruedas traseras incluso en condiciones óptimas de adherencia
EN CARRETERA
En el apartado mecánico, lo dicho, toma la palabra el bloque turbodiésel de inyección directa 2.0 CDTI BiTurbo de 195 cv de potencia y 400 Nm de par motor máximo, combinado con el cambio manual de seis velocidades (opcional, automático). Esta motorización, que en otros escalones de potencia también está basado en el sistema de distribución variable en admisión y escape, añade dos turbocompresores, uno más pequeño (que empuja a bajo régimen) y otro más grande (a giro alto del motor) y los dos trabajan conjuntamente a medio régimen, suponiendo la principal diferencia con el 2.0 CDTi de 163 cv: el BiTurbo se siente más lleno y empuja en un régimen más amplio que es muy de agradecer en un coche como el Insignia que se siente pesado y que no destaca especialmente por sus aceleraciones y recuperaciones. El consumo (homologa 6 litros) es alto en condiciones de conducción normal, siendo complicado bajar de 8 litros a poco que combines muchos kilómetros por carretera con kilómetros diarios por la ciudad. A velocidad lanzada, un coche de casi 200 cv y con un coeficiente de resistencia aerodinámica tan bajo como éste (0,27) es muy rápido: de punta, 223 km/h.
En el apartado mecánico, lo dicho, toma la palabra el bloque turbodiésel de inyección directa 2.0 CDTI BiTurbo de 195 cv de potencia y 400 Nm de par motor máximo, combinado con el cambio manual de seis velocidades (opcional, automático). Esta motorización, que en otros escalones de potencia también está basado en el sistema de distribución variable en admisión y escape, añade dos turbocompresores, uno más pequeño (que empuja a bajo régimen) y otro más grande (a giro alto del motor) y los dos trabajan conjuntamente a medio régimen, suponiendo la principal diferencia con el 2.0 CDTi de 163 cv: el BiTurbo se siente más lleno y empuja en un régimen más amplio que es muy de agradecer en un coche como el Insignia que se siente pesado y que no destaca especialmente por sus aceleraciones y recuperaciones. El consumo (homologa 6 litros) es alto en condiciones de conducción normal, siendo complicado bajar de 8 litros a poco que combines muchos kilómetros por carretera con kilómetros diarios por la ciudad. A velocidad lanzada, un coche de casi 200 cv y con un coeficiente de resistencia aerodinámica tan bajo como éste (0,27) es muy rápido: de punta, 223 km/h.
Con el chasis adaptativo FlexRide que modifica la dureza de la amortiguación y la asistencia de la dirección, el Insignia Cross Four con cambio manual es un coche muy preciso en lo que a guiado se refiere, sobre todo con el modo “Sport” activado. Esto motiva que los cambios de apoyo puedan ser bastante rápido para un coche de su tamaño y peso. Sin embargo, los enormes rodillos con llanta de 20 pulgadas le hacen ser muy sensible a cualquier irregularidad del asfalto. Esto tiene dos efectos inmediatos en un conductor con una experiencia media: en calles empedradas en ciudad el modo “Tour” hay que llevarlo activado y en carreteras rugosas o mal asfaltadas la dirección se hace tan sensible por la poca capacidad de absorción, ya no solo de la amortiguación sino también del propio neumático de perfil bajo, que nos obliga a aminorar la marcha, ralentizando notablemente el paso por curva. Lo mejor dinámicamente, el equipo de frenos Brembo, que garantiza un alto rendimiento en cualquier circunstancia. Los enormes rodillos con llanta de 20 pulgadas obligan a levantar el pie del acelerador al trazar una curva
CARGADO HASTA LOS TOPES
Por lo demás, el interior invita a correr. El cuadro de mandos se colorea de rojo al activar el modo “Sport”, el volante deportivo de diseño OPC, los pedales de aluminio, o unos asientos delanteros en cuero, calefactados y con ajustes eléctricos, incluido la extensión de la banqueta para los conductores de talla más grande, hacen que en la parte delantera todo esté orientado a una conducción más dinámica. Además, cuando la noche aceña, Opel monta en esta unidad de prueba el efectivo sistema de iluminación adaptativa AFL+ que cambia automáticamente de luces cortas a largas y viceversa, a los que se suman asistentes muy útiles para largos trayectos como el control de crucero adaptativo, el asistente de cambio de carril involuntario o el reconocimiento de señales de tráfico, tecnologías gestionadas por el ‘Opel Eye’, una cámara situada en la parte superior del parabrisas delantero, y los sensores de proximidad. Por sus dimensiones, también son muy necesarios los asistentes de parking que monta de serie.
Por lo demás, el interior invita a correr. El cuadro de mandos se colorea de rojo al activar el modo “Sport”, el volante deportivo de diseño OPC, los pedales de aluminio, o unos asientos delanteros en cuero, calefactados y con ajustes eléctricos, incluido la extensión de la banqueta para los conductores de talla más grande, hacen que en la parte delantera todo esté orientado a una conducción más dinámica. Además, cuando la noche aceña, Opel monta en esta unidad de prueba el efectivo sistema de iluminación adaptativa AFL+ que cambia automáticamente de luces cortas a largas y viceversa, a los que se suman asistentes muy útiles para largos trayectos como el control de crucero adaptativo, el asistente de cambio de carril involuntario o el reconocimiento de señales de tráfico, tecnologías gestionadas por el ‘Opel Eye’, una cámara situada en la parte superior del parabrisas delantero, y los sensores de proximidad. Por sus dimensiones, también son muy necesarios los asistentes de parking que monta de serie.
En el aspecto de habitabilidad, el vigente Opel Insigia Sports Tourer que es al fin y al cabo en el que está basado este Cross Four, tiene que mejorar bastante. Las plazas traseras son justas en todas las cotas, aunque esta carrocería familiar aumenta ligeramente la altura libre hasta el techo. Ni que decir tiene que la plaza central es de uso muy limitado, con un túnel central muy pronunciado. Tampoco juega a su favor el acceso a esta fila trasera, con un hueco más bien limitado entre el piso y el techo. Por último, el maletero presenta una capacidad de 530 litros (1.530 l con los asientos traseros abatidos), un dato normal para un coche de su tamaño pero que gracias a los accesorios para transportar la carga en el maletero ‘FlexOrganizer’ o el sistema de apertura y cierre automáticos del portón, aumentan la practicidad en un uso diario.