El segmento de los coupés compactos, fantasía de todo joven que aspira a su primer pseudodeportivo, vive un momento de gloria con los tres fabricantes premium alemanes –Audi, BMW y Mercedes- en una batalla por imponer su estilo. Hoy nos toca hablar de un Clase C Coupé que se coloca dentro de la gama Mercedes como el coupé de acceso, más pequeño que el Clase E Coupé, y sustituto del compacto CLC, respecto al cual mantiene prácticamente intacta sus dimensiones exteriores y cambia el portón trasero por una nueva tapa de maletero, apuesta idéntica a la de su hermano mayor el Clase E Coupé.
a favor- Conjunto motor/cambio – Exterior agresivo y elegante- Asientos deportivosen contra- Tapa de maletero- Acceso plazas traseras- Precio de extras
El Clase C Coupé mide 4,59 metros de longitud, similar a un Clase C Berlina, diferenciándose uno y otro, además de por su silueta, por la altura de la carrocería: 4 centímetros menor en nuestro protagonista de hoy (1,40 m). Con una anchura de 1,77 metros, el Mercedes Clase C Coupé ofrece la misma batalla de 2,76 metros que el Clase E Coupé (ambos derivan de la plataforma del Clase C), otorgándole un aspecto tan agresivo y musculoso que nada tiene que envidiar a los Audi A5 y BMW Serie 3 Coupé (ya Serie 4), eso sí, ambos modelos son claramente más baratos incluso con motores más potentes (esto puedo justificarse, parcialmente, por un ciclo de vida comercial mucho más avanzado en las generaciones de A5 y Serie 3 Coupé).
El Mercedes Clase C Coupé y el Clase E Coupé comparten plataforma, la del Clase C Berlina
Y es que lo que tenemos entre mano no es un Clase C Coupé cualquiera. Conducimos una de las versiones más deportivas de la gama, aunque el motor que late bajo su capó tendríamos que posicionarlo en un nivel intermedio. Es el Clase C Coupé 250 Sport (52.550 euros) revestido del kit deportivo AMG, una bomba de terciopelo. Se nota el gusto de Mercedes por los coupés clásicos, ahí están su larga línea de capó, su voladizo delantero corto, un parabrisas muy inclinado y unos pasos de ruedas sobredimensionados. El conjunto se remata con el paquete AMG, que afila más el morro al acoplar un faldón delantero muy agresivo, incluyendo unas espectaculares llantas opcionales de 19 pulgadas en perfecta combinación con unas elegantes taloneras, y concluye en una zaga recortada y deportiva de luneta trasera tendida (marcando sutilmente los tres volúmenes) y unida al techo panorámico (2.050 euros) dejando como punto y final un pequeño spoiler sobre la tapa del maletero y un difusor trasero incrustado sobre un faldón trasero AMG.El kit AMG completa un conjunto aerodinámico y musculoso que engrandece una estampa tan deportiva como elegante
Como siempre, el lujo y los acabados del Clase C Coupé están a la altura de lo esperado. Son, simplemente, exquisitos, aportando un plus de modernidad que Mercedes necesitaba para competir con sus rivales. Destaca el salpicadero, con materiales de primera calidad y apariencia impecable, y una instrumentalización y botonería de sencilla lectura pero al mismo tiempo con ese toque deportivo tan sugerente cuando nos colocamos frente al volante. El pomo del cambio, forrado en piel, y con ribetes rojos, a juego con los del volante deportivo multifunción, añade otro plus de deportividad.
Y cuando creíamos que todo terminaba ahí, el Clase C Coupé 250 Sport nos reserva uno de sus secretos mejor guardados: unos lujosos asientos deportivos con reglaje eléctrico, realizados con un tapizado mixto de tela y piel que sujetan el cuerpo de forma extraordinaria, complementándose la magistral combinación con cinturones de seguridad de color rojo en las cuatro plazas configuradas en su interior. El súmmum de cómo combinar estilo y deportividad.
Este Clase C Coupé es una criatura nacida de la nueva Mercedes: diseños más modernos y atrevidos
Además de toda la armonía que se respira en el habitáculo, podemos hablar de un interior apto para cuatro ocupantes. Dejando de lado lo incómodo que puede ser el acceso a las plazas traseras por el poco espacio libre que dejan las butacas delanteras y la altura de la carrocería, una vez acoplados dos personas adultas viajarán holgadamente en esas dos butacas independientes unidas entre sí por una consola de plástico que hace las veces de portabebidas. La otra noticia es la sustitución del portón trasero (CLC) por una tapa de maletero, menos práctica para maniobras de carga, pero que da cabida a un cofre de 450 litros, muy similar a sus contendientes principales (Serie 3 Coupé, 440 l; Audi A5, 455 l) y calcada a la de un Clase E Coupé.
El conjunto motor/cambio es otro tándem que nos convence, con una gran suavidad de funcionamiento del 1.8 litros de cuatro cilindros con turbo e inyección directa gasolina, que entrega de forma refinada y progresiva sus 204 cv de potencia y sus 310 Nm dese 2.300 vueltas. Esto le permite acelerar hasta los 100 km/h en 7,7 segundos y alcanzar los 240 km/h. A estas notables prestaciones (por encima quedan el C Coupé 350 y los C Coupé 63 AMG con hasta 507 cv) de una motorización gasolina intermedia se unen unos consumos ajustadísimos de 7 litros de media, una cifra homologada que no está muy lejos de la realidad si dosificamos con racionalidad el pedal del acelerador, sobre todo en carretera, donde la séptima marcha del cambio automático (“7G-Tronic Plus” de convertidor de par, tan suave como rápido) desahoga y colabora un poco más en no disparar el gasto de combustible.
Gracias a la perfecta comunión entre el motor gasolina 1.8 litros turbo y el rapido cambio automático 7G-Tronic Plus, la entrega de los 204 cv de potencia es tan refinada como progresiva
Gracias a la perfecta comunión entre el motor gasolina 1.8 litros turbo y el rapido cambio automático 7G-Tronic Plus, la entrega de los 204 cv de potencia es tan refinada como progresiva
Sin ofrecer un comportamiento tan pasional o deportivo como un Serie 3 Coupé, Mercedes encamina la puesta a punto de sus últimas novedades hacia una orientación cada vez más dinámica (como pudimos corroborar en el fantástico Clase A). El Clase C Coupé 250 Sport así lo corrobora. Es cómodo gracias al sistema de amortiguación adaptativa “Agility Control”, de serie, con un alto compromiso entre confort de la marcha y rigidez para entrelazar curvas. Su peso, de 1.550 kg, también juega a su favor respecto a los 100 kg extras de un Clase E Coupé. Al igual que unas vías más anchas –1.549 mm delante y 1.552 mm detrás- que, unido a a un tren de rodaje deportivo con muelles más duros y 15 mm más cortos y a una dirección de desmultiplicación variable que es acariciarla y sentir que guía al Clase C Coupe hacia el punto exacto ordenado por el conductor, convierten a nuestra criatura en un coupé a propulsión sencillo de conducir en carreteras con mucha curva por la seguridad dinámica que transmite. Una magistral combinación, otra vez.Su tren de rodaje deportivo pega la carrocería más al suelo, y junto a unos amortiguadores más rígidos y una dirección muy informativa, ofrece un comportamiento comprometido con el confort y la deportividad
La cuadratura del círculo en materia de seguridad activa es cosa del fabuloso control de crucero adaptativo “Attention Assist’, que casi convierte al Clase C Coupé en el coche fantástico kitt porque apenas necesitamos anticiparnos en maniobras tipo adelantamiento; el asistente de cambio de carril involuntario “Distronic Plus”; y el extendido sistema en toda la gama Mercedes “Pre-Safe”, que pone el punto de cordura si nos pasamos de la raya y la trasera quiere superar al eje delantero, anticipando la actuación del control de estabilidad y tensando automáticamente los cinturones de seguridad.