Aston Martin CC100 Speedster
Aston Martin celebra este año su centenario y para darle relieve al acontecimiento ha creado, en seis meses, un brutal y apasionante deportivo de nombre CC100 Speedster presentado este fin de semana en Las 24 de Horas de Nurburgring y acompañada de una unidad conservada del célebre DBR1 que ganó en 1959 Las 24 Horas de Le Mans y los 1.000 kilómetros de Nurburgrin pilotado por el piloto de leyenda Stirling Moss; un homenaje a los prototipos de competición de la firma que reciben influencias de las ‘flechas de plata’ alemanas de los años 30 y las barquetas de competición en pruebas de resistencia.
Es un biplaza abierto sin parabrisas y con influencias en su diseño de las barquetas de competición de pruebas de resistencia
El prototipo Aston Martin CC100 Speedster es un descapotable biplaza sin parabrisas y completamente descubierto que mide 4,50 metros de longitud y dos metros de ancho. Las dos plazas son totalmente independientes con un módulo central fijado de separado entre ambas. Al habitáculo se accede por dos pequeñas puertas laterales de apertura vertical que sin embargo ofrecen un amplio espacio para acceder al mismo.
Al igual que en los coches de calle, Aston Martin ha conseguido rebajar el peso final del CC100 Speedster a 1.200 kg gracias a una carrocería fabricada en fibra de carbono y un chasis en aluminio. Carente de techo como los Speedster de antaño, el CC100 incorpora elementos de insinuación futurista (seguramente, algunos de ellos llegarán a la cadena de producción de sus modelos, según la marca) como su parrilla frontal, los pilares lateral pintado en amarillo y en la zaga unas sobredimensionadas jorobas que albergan los pronunciados arcos de seguridad y que descienden hacia el imponente difusor trasero con doble salida de escape independiente a cada lado. El color principal en el que está pintada la carrocería (parcialmente hay zonas descubiertas que dejan ver la estructura) recibe el nombre de British Racing Green.
En el habitáculo persisten los elementos minimalistas en detrimento del lujo que presumen los modelos actuales de la marca, con instrumentalización digital sustituyendo a la analógica basada en indicadores con agujas. Tampoco existen equipamientos de confort y se apuestan por un cockpit de enfoque deportivo con asientos tipo baquet, moldura de fibra de carbono en salpicadero y puertas y un volante achatada con terminaciones en Alcantara.Por dentro, la instrumentalización digital sustituye a la analógica con esferas clásicas, típicas en los modelos de la marca
Por último, este Aston Martin CC100 Speedster monta un motor delantero V12 de 6.0 litros y 650 cv de potencia, asociado a un cambio automático de seis relaciones, para conseguir unas prestaciones de 290 km/h de velocidad punta (limitada electrónicamente) y una aceleración de 0 a 100 km/h en “menos de cuatro segundos”, según Ulrich Bez, que no descartó que el modelo pueda llegar a producirse (“aunque en un número limitado de unidades”, dijo) y por un valor que pueda superar el millón de euros (“Aston Martin es exclusividad en todo”, sentenció).El DBR1, en 1959, fue el único Aston capaz de ganar en Le Mans