El RAV4 de Toyota, aquel pequeño 4×4 que irrumpió en 1994 como hermano modesto del colosal Land Cruiser, se actualiza adoptando patrones más urbanos y asfálticos típicos del segmento de los todocamino medianos, de las pocas categorías que se escapan de la crisis por la polivalencia, practicidad y dinamismo de los nuevos conceptos lanzados. Casi 20 años y cuatro generaciones después, el RAV4 2013 que se comenzará a vender la primera semana de abril ha recorrido un camino por el que ganado 88 centímetros de longitud y ha perdido la carrocería de tres puertas o la campera y útil rueda de repuesto sobre un portón trasero de apertura lateral, características todas que ahondaban en su carácter off road.
Asumiendo los nuevos parámetros de diseño de Toyota (su frontal y su zaga recuerdan a los de los remodelados Auris y Verso), nos encontramos con una cuarta generación del RAV4 de imagen más deportiva y aplomada que, con una altura rebajada en 2,5 centímetros y una anchura mayor en 3 cm, disimula la primera gran noticia de la nueva generación: estamos ante un todocamino mucho más grande que antes. Su longitud crece en 13 cm, hasta los 4,57 metros, y su batalla en 10 cm, hasta 2,66 m, lo que se traduce en unas capacidades interiores muy destacables.El crecimiento tan considerable de sus cotas exteriores beneficia, principalmente, al espacio en la fila trasera y a la capacidad del maletero
Concretamente en la fila trasera, con 970 mm de la butaca delantera a la trasera, ésta con el respaldo reclinable, y una plaza central aprovechable si no fuese por el duro mullido de banqueta y respaldo; y en el maletero, que, en las versiones con kit antipinchazos, ofrece un cofre de 547 litros gracias a la ganancia de espacio, de 100 litros, bajo el piso de carga, muy útil incluso para una maleta de mano, y que ridiculiza los 366 litros del anterior RAV4. Si a eso le añadimos un piso de carga más bajo, el portón trasero de apertura vertical (no lateral como antes) de accionamiento automático (opcional) y el sencillo modo de abatir los asientos traseros mediante un pulsador en configuración 60/40, los hasta 1746 litros de capacidad de carga total postulan a este Toyota RAV4 2013 como todo un coloso de la categoría.
NUEVOS RIVALES, POR ENCIMA DE LOS 4,50 METROS
De hecho, con estas dimensiones y capacidades, el RAV4 se reubica en el cada vez más atomizado segmento de todocaminos. Todavía desarrollado a partir de una plataforma compacta (SUV-C), el RAV4 2013 es por relación dimensiones/capacidades un digno rival para Honda CR-V (4,57 m), Subaru Forester (4,56), Ford Kuga (4,52 m) o Renault Koleos (4,52 m), dejando muy atrás a Nissan Qashqai, Mitsubishi ASX o incluso Volkswagen Tiguan.
De hecho, con estas dimensiones y capacidades, el RAV4 se reubica en el cada vez más atomizado segmento de todocaminos. Todavía desarrollado a partir de una plataforma compacta (SUV-C), el RAV4 2013 es por relación dimensiones/capacidades un digno rival para Honda CR-V (4,57 m), Subaru Forester (4,56), Ford Kuga (4,52 m) o Renault Koleos (4,52 m), dejando muy atrás a Nissan Qashqai, Mitsubishi ASX o incluso Volkswagen Tiguan.
Tradicionalmente con más éxito las versiones 4×4 que las 4×2 en relación al ratio de ventas de sus competidores, el Toyota RAV4 2013 ofrece guiños de turismo para el uso diario que le alejan del concepto original 4X4 de 1994. Por ejemplo, la posición de conducción es llamativamente diferente, con un volante situado más abajo, un parabrisas delantero mucho menos vertical y una banqueta que se puede configurar más baja y retrasada, que, unido a unos mandos reorientados hacia el propio conductor, una visibilidad trasera optimizada, y los 10,6 metros de ángulo de giro de volante, le otorgan una manejabilidad más típica en un turismo que en un todocamino tradicional.
En el habitáculo del nuevo Toyota RAV4, las calidades de materiales y ajustes y distribuciones de mandos son las típicas de las últimas novedades del fabricante japonés. Con los acabados altos que acompañaban a los coches de la presentación, los acolchados en piel toman protagonismo en puertas, salpicadero y asientos de mullido muy confortable, pero a medida que bajemos en el escalafón los plásticos duros y más ásperos van dominando. Aun así, es de agradecer el excelente ordenamiento de la botonería de la climatización en la consola central, la pantalla a color de hasta 7” y táctil (Toyota Touch Pro) con sistema de navegación y conectividad integral, o que podamos acceder y arrancar el RAV4 sin uso de llave, pequeños guiños premium.Por dentro, el habitáculo está mejor terminado, con recubrimientos parciales en piel en los acabados más altos, y un puesto de conducción muy cómodo para uso diario
El RAV4 de 2013 ofrece equipamientos, en materia de seguridad activa, novedosos en relación al modelo que sucede y cada vez más habituales en el segmento C, ya sean turismos o todocaminos. Hablamos de la alerta de cambio de carril (que se desactiva mediante un botón en la parte superior del salpicadero que no es muy sencillo de encontrar), el detector de ángulo muerto o el cambio automático de luces cortas a largas y viceversa. Además, se mantienen elementos más off road como el arranque en pendiente y el asistente de descensos, éste de serie en los RVA4 automáticos. En todas las versiones habrá siete airbags, incluido uno de rodillas para el conductor, nueve colores disponible para la carrocería (tres de ellos nuevos), y accesorios como llantas de hasta 18′, raíles sobre el techo o estriberas laterales, entre otros, para personalizar al RAV4.
ESTIMACIÓN DE PRECIOS
La gama en España se organiza de la siguiente manera. El motor de acceso diésel (2.0 D-4D de 124 cv) únicamente estará disponible con tracción simple 4×2, cambio manual de seis velocidades y acabado básico “Active” o intermedio “Advance”. El motor diésel superior (2.2 D-4D de 150 cv) se oferta con la tracción total conectable automáticamente “AWD”, con cambio manual o automático de convertidor de par en ambos casos con seis relaciones, y con acabado “Advance” o superior “Executive”. Y la única motorización gasolina disponible será el 2.0 Valvematic de 151 cv, tracción AWD, cambio manual o automático de variador continuo (Multidrive S, lo llama Toyota) y con acabado “Advance” o “Excecutive”. Hasta mediados de marzo, Toyota España no hará oficial los precios de la nueva generación, pero podemos avanzar que, sin descuentos o promociones de lanzamiento que los habrá, los RAV4 de tracción simple arrancarán en aproximadamente un PVP de 26.000 euros y los RAV4 de tracción integral AWD en los 30.000.
La gama en España se organiza de la siguiente manera. El motor de acceso diésel (2.0 D-4D de 124 cv) únicamente estará disponible con tracción simple 4×2, cambio manual de seis velocidades y acabado básico “Active” o intermedio “Advance”. El motor diésel superior (2.2 D-4D de 150 cv) se oferta con la tracción total conectable automáticamente “AWD”, con cambio manual o automático de convertidor de par en ambos casos con seis relaciones, y con acabado “Advance” o superior “Executive”. Y la única motorización gasolina disponible será el 2.0 Valvematic de 151 cv, tracción AWD, cambio manual o automático de variador continuo (Multidrive S, lo llama Toyota) y con acabado “Advance” o “Excecutive”. Hasta mediados de marzo, Toyota España no hará oficial los precios de la nueva generación, pero podemos avanzar que, sin descuentos o promociones de lanzamiento que los habrá, los RAV4 de tracción simple arrancarán en aproximadamente un PVP de 26.000 euros y los RAV4 de tracción integral AWD en los 30.000.
EN MARCHA
Conducimos por carreteras barcelonesas las dos mecánicas turbodiésel, la pequeña de 124 cv será la única que disponga Star/Stop en toda la gama con un consumo oficial de 4,9 l/100 km (127 g/km de CO2) y la superior de 150 cv con cambio automático y tracción integral con modo dinámico deportivo “Sport” como una de las grandes novedades del RAV4 2013. En términos generales, la respuesta y las reacciones son más típicas de un turismo (su Cx de 0,31 nos hace pensar que el centro de gravedad es otro de los parámetros que se han variado sustancialmente) de tracción delantera que de un todocamino con tracción integral. De hecho, el diésel pequeño es tracción delantera, y de la mano de un dirección eléctrica endurecida, una suspensión trasera independiente más efectiva, y un tarado de amortiguación más firme, ofrece una rigidez dinámica mucho mayor que antes, entrando en curva con más sensación de domino (el control de tracción salta continuamente) sin que por ello se vea perjudicada al confort de la marcha, de hecho es al contrario, ya que la calidad de rodadura de los RAV4 diésel es altísima a velocidades crucero en autovía, y eso que al ralentí los motores son bastante ruidosos. Lo peor de esta opción mecánica puede ser una potencia de 124 cv algo escasa en determinadas circunstancias, aunque la sexta relación, ya a velocidad lanzada y autorizada por autovía de 120 km/h, desahoga y garantiza un consumo real de 6,2 l/100 en nuestro ordenador.El motor diésel de 124 cv es algo justo de potencia, limitando aceleraciones y recuperaciones, pero reduce el consumo real a unos escasos 6 litros a los 100
Conducimos por carreteras barcelonesas las dos mecánicas turbodiésel, la pequeña de 124 cv será la única que disponga Star/Stop en toda la gama con un consumo oficial de 4,9 l/100 km (127 g/km de CO2) y la superior de 150 cv con cambio automático y tracción integral con modo dinámico deportivo “Sport” como una de las grandes novedades del RAV4 2013. En términos generales, la respuesta y las reacciones son más típicas de un turismo (su Cx de 0,31 nos hace pensar que el centro de gravedad es otro de los parámetros que se han variado sustancialmente) de tracción delantera que de un todocamino con tracción integral. De hecho, el diésel pequeño es tracción delantera, y de la mano de un dirección eléctrica endurecida, una suspensión trasera independiente más efectiva, y un tarado de amortiguación más firme, ofrece una rigidez dinámica mucho mayor que antes, entrando en curva con más sensación de domino (el control de tracción salta continuamente) sin que por ello se vea perjudicada al confort de la marcha, de hecho es al contrario, ya que la calidad de rodadura de los RAV4 diésel es altísima a velocidades crucero en autovía, y eso que al ralentí los motores son bastante ruidosos. Lo peor de esta opción mecánica puede ser una potencia de 124 cv algo escasa en determinadas circunstancias, aunque la sexta relación, ya a velocidad lanzada y autorizada por autovía de 120 km/h, desahoga y garantiza un consumo real de 6,2 l/100 en nuestro ordenador.El motor diésel de 124 cv es algo justo de potencia, limitando aceleraciones y recuperaciones, pero reduce el consumo real a unos escasos 6 litros a los 100
El contacto con el diésel 150 cv AWD fue más breve, pero la marca habla de un “Sistema integrado de conducción dinámica” que trabaja sobre el control del par en ambos ejes, el control de estabilidad, la dirección asistida, y el cambio automático si es que lo equipa, con tres modos de funcionamiento: “Normal”, “Eco” y “Sport”. En este último, el reparto del par en condiciones óptimas de la marcha, también es del 100/0 delante pero es más rápido y efectivo hasta llegar al 50/50 al detectar pérdidas de adherencia o desvíos de la trayectoria natural en la entrada de una curva (subviraje). Existe también un botón de bloqueo (“Lock”) 4×4 para que la distribución del par 50/50 se mantenga invariable, siempre y cuando no superemos los 40 km/h.El optimizado sistema AWD, asociado a los motores más potentes, ofrece un modo Sport que varía el reparto del par entre eje y eje, así como la respuesta de acelerador, dirección, y cambio automático si lo tiene