La marca inglesa con más renombre y leyenda a sus espaldas, MINI, ahora en manos del fabricante alemán BMW, está presentando al mercado auténticas genialidades todas derivadas de su famoso modelo hatchback de 3 puertas, un diseño retomado tras 10 ó 15 años sin producirse y relanzándolo hasta convertirse en todo un icono de exclusividad y deportividad.
a favor-Amplio espacio para pasajeros y buen maletero-Altas prestaciones y bajos consumos-Atractivo diseño radicalen contra-Habitáculo sólo para dos pasajeros-Reacciones demasiado perceptibles-Crujidos interiores bastante molestos
Pues para aumentar aun más el carácter deportivo de la marca, básicamente a través de la imagen, enganchar a los entusiastas de la conducción deportiva y, como no puede ser de otra manera perteneciendo al fabricante BMW, con una gran tradición deportiva, MINI presenta su nueva versión denominada Coupé, que se une así al convencional Hatchback 3 puertas, al Cabrio, al Clubman y al Countryman. Se trata de la última genialidad de la marca de origen inglés, una versión coupé alargada de tres volúmenes, tres puertas y dos plazas, más deportiva y jovial que sus hermanos de gama, muy al estilo de las antiguas preparaciones que se hacían para competición en los años 60 y 70. Este quinto modelo de la gama es el primero de la marca que adopta una carrocería biplaza.
Este modelo por tamaño, estética y dinamismo le es muy difícil encontrar rivales en su segmento específico, compitiendo siempre con modelos algo más grandes que él, como el Honda CR-Z o el Volkswagen Scirocco y el Peugeot RCZ ambos con motores más potentes.
Impresionante diseño biplaza
Lo más espectacular de este pequeño deportivo es su radical diseño deportivo que presume de una cortita zaga elevada y rematada además por un atractivo alerón retráctil muy aerodinámico y de grandes dimensiones, así como de un techo bajo en forma de casco con spoiler integrado realmente muy original. En nuestra versión alta de gama Cooper SD destaca, como en todo el resto de modelos MINI con este propulsor, la entrada de aire central sobre el capó, las salidas de aire en los laterales rematadas con molduras cromadas donde se especifica la versión, el sistema de escape doble central y los faldones por todos los bajos del coche, tanto en los paragolpes como en los laterales. Este diseño tan impresionante y original sólo tiene un pero, crea una carrocería pequeña que deja un habitáculo bastante escueto, únicamente aprovechable por dos ocupantes.Este MINI Coupé destaca por un diseño más agressivo que el de sus hermanos de gama, con una carrocería de 3 puertas alargada, espacio para dos ocupantes y menor altura general
Lo más espectacular de este pequeño deportivo es su radical diseño deportivo que presume de una cortita zaga elevada y rematada además por un atractivo alerón retráctil muy aerodinámico y de grandes dimensiones, así como de un techo bajo en forma de casco con spoiler integrado realmente muy original. En nuestra versión alta de gama Cooper SD destaca, como en todo el resto de modelos MINI con este propulsor, la entrada de aire central sobre el capó, las salidas de aire en los laterales rematadas con molduras cromadas donde se especifica la versión, el sistema de escape doble central y los faldones por todos los bajos del coche, tanto en los paragolpes como en los laterales. Este diseño tan impresionante y original sólo tiene un pero, crea una carrocería pequeña que deja un habitáculo bastante escueto, únicamente aprovechable por dos ocupantes.Este MINI Coupé destaca por un diseño más agressivo que el de sus hermanos de gama, con una carrocería de 3 puertas alargada, espacio para dos ocupantes y menor altura general
El interior es otro elemento destacado de este y de cualquier MINI, con unas calidades excepcionales que lo colocan en la gama más Premium entre los utilitarios de capricho. Además, a pesar de su reducido tamaño, la habitabilidad para sus dos pasajeros no se resiente en absoluto, pues podrá adaptarse cómodamente a todos sus mandos con una ergonomía y posición al volante excepcionales, transmitiendo sensaciones propias de un kart al realizar una conducción muy deportiva. Además, podremos cargar su maletero con cantidad de equipaje, mucho más que en cualquier MINI, a excepción del Countryman claro, gracias a sus 280 litros a costa de unas plazas traseras inexistentes.
Como cualquier MINI, preside el salpicadero simétrico el inmenso reloj central de información básica de conducción, con el cuentakilómetros en círculo, el indicador de gasolina y en nuestro caso una pantalla central digital cuadrada a color para el sistema de navegación y todo el sistema multimedia, de audio Harmann Kardon y telefonía. El salpicadero destaca asimismo por incorporar unas elegantes molduras en cromo cepillado mate, de las cuales la derecha se abre para dejar un hueco en su interior para ocultar objetos. El volante, tapizado en cuero, incorpora los mandos de audio y telefonía y deja ver a través el elegante reloj circular del cuentavueltas biselado en cromo en el que también se muestran los datos del ordenador de a bordo. En la consola, como en todos los MINI, destaca la climatización bizona y todos las teclas cromadas tipo avión. En general, todo es muy atractivo y está muy cuidado, lo que justifica su precio tan elevado.
El equipamiento de nuestra versión Cooper SD, como en todo los MINI sólo ofrece de serie lo imprescindible, como las llantas de aleación de 16 pulgadas, climatizador, radioCD con lector de MP3 con 6 altavoces, elevalunas eléctricos, sensores de aparcamiento trasero, sistema Start/Stop de arranque y parada automáticas del motor, control de estabilidad y tracción dinámicos DSC y doble airbag frontal. El resto de extras, habituales en los vehículos actuales de nivel intermedio, hay que pagarlos a parte, algo que como siempre nos parece exagerado.
Motor rápido y muy económico
El motor de nuestra versión Cooper SD es otro elemento destacable, moviéndose con un motor de 2.0 litros turbodiesel de cuatro cilindros con inyección directa por common rail que entrega una potencia de 143 cv a 4.300 rpm y un par motor de 305 Nm desde sólo 1.750 vueltas. Combinado con un rápido cambio manual de 6 velocidades y en modo Sport consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h, cifras muy buenas para un coche tan pequeño. Por otra parte, en la búsqueda incesante de la máxima eficiencia dentro del programa de MINI Minimalism, el consumo medio se reduce a 4,3 litros a los 100 km según ficha técnica y las emisiones de CO2 a 114 gr/km, gracias a sistemas como el Start/Stop de serie y un importante aligeramiento general de la carrocería.La conducción de la versión Coupé del MINI es muy rápida y directa, resultando muy divertido en cada metro de tramos revirados bien asfaltados
El motor de nuestra versión Cooper SD es otro elemento destacable, moviéndose con un motor de 2.0 litros turbodiesel de cuatro cilindros con inyección directa por common rail que entrega una potencia de 143 cv a 4.300 rpm y un par motor de 305 Nm desde sólo 1.750 vueltas. Combinado con un rápido cambio manual de 6 velocidades y en modo Sport consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h, cifras muy buenas para un coche tan pequeño. Por otra parte, en la búsqueda incesante de la máxima eficiencia dentro del programa de MINI Minimalism, el consumo medio se reduce a 4,3 litros a los 100 km según ficha técnica y las emisiones de CO2 a 114 gr/km, gracias a sistemas como el Start/Stop de serie y un importante aligeramiento general de la carrocería.La conducción de la versión Coupé del MINI es muy rápida y directa, resultando muy divertido en cada metro de tramos revirados bien asfaltados
Las reacciones, como comentábamos son muy rápidas y directas, recordándonos al manejo de un kart, mediante una posición de los asientos muy cercana al suelo y unas reacciones de la dirección y la suspensión muy rápidas, lo que lo hace un coche verdaderamente divertido de conducir a buen ritmo. Pero eso es sólo en tramos de asfalto bueno, convirtiéndose en incomodísimo en tramos de carretera más rotos y en peor estado, donde lee cada grieta y cada bache, sientiéndose mucho. Su rígida carrocería ayuda notablemente a su gran estabilidad y rapidez de reacciones, pero penaliza lógicamente el confort interior de los pasajeros con sensaciones muy ásperas, así como curiosamente genera también unos extraños ruidos internos de la bandeja trasera atípicos en un MINI.