Amparado en su dilatada experiencia en el mundial de rallys, el fabricante checo Skoda pone a la venta una edición especial conmemorativa “Montecarlo” para su utilitario de cuatro metros de longitud y cinco puertas, el Fabia, que mantiene sus rasgos tradicionales de confort de marcha y un habitáculo espacioso, y además en esta oportunidad añade elementos decorativos de orientación deportiva y sobre todo un chasis específico más rígido que comparte con el más radical y potente Skoda Fabia RS.
a favor- Diseño exterior RS – Chasis deportivo específico– Respuesta motor TSIen contra- Sin opción DSG – Poca personalización interior
EL MONTECARLO, ¿DIÉSEL O GASOLINA?
Este Skoda Fabia Montecarlo se vende con dos mecánicas, ambas con 105 cv de potencia, pero obtenidos, bien, a partir del motor turbodiésel 1.6 TDI o del pequeño gasolina 1.2 TSI (el de nuestra prueba a fondo de hoy). Su precio base es de 17.570 euros (2.000 € menos que el Fabia Montecarlo gasóleo y 3.000 € menos que el Fabia RS), disfrutando de un precio promocional realmente ajustado próximo a los 15.000 €, lo que le permite competir en un segmento B muy competido, con rivales como, Citroën C3, Opel Corsa, Fiat Punto o Ford Fiesta.
Este Skoda Fabia Montecarlo se vende con dos mecánicas, ambas con 105 cv de potencia, pero obtenidos, bien, a partir del motor turbodiésel 1.6 TDI o del pequeño gasolina 1.2 TSI (el de nuestra prueba a fondo de hoy). Su precio base es de 17.570 euros (2.000 € menos que el Fabia Montecarlo gasóleo y 3.000 € menos que el Fabia RS), disfrutando de un precio promocional realmente ajustado próximo a los 15.000 €, lo que le permite competir en un segmento B muy competido, con rivales como, Citroën C3, Opel Corsa, Fiat Punto o Ford Fiesta.
Exteriormente las medidas y la plataforma se mantienen intactas respecto al Fabia convencional, simplemente se añaden aditamentos que acentúan ese espíritu deportivo que siempre se ha echado tanto en falta en toda la gama Fabia, sobre todo al compararse con sus hermanos de grupo, Volkswagen Polo, Seat Ibiza y ya no digamos Audi A1. De esta manera, nuestra unidad de prueba con carrocería de color rojo contrasta a la perfección con los “extras Montecarlo”, como: parrilla y pilotos delanteros oscurecidos, las molduras negras en los pasos de ruedas y en las puertas, a juego con unas llantas de 17” Trinity y los retrovisores exteriores también negros, o el techo flotante en color negro finalizado con un pequeño spoiler sobre el portón trasero.
Por un precio tan ajustado, no se puede pedir mucho más, o quizás sí: una mayor personalización deportiva en el habitáculo de este Skoda Fabia Montecarlo. A la imagen y semejanza del Fabia RS, todo resulta muy sencillo, algo espartano para una edición especial como esta: apenas notamos esos guiños deportivos en los asientos deportivos con tapicería rojo/negro y el pequeño paquete de cuero con el volante perforado con ribetes rojos, al igual que palanca de cambio y freno de mano.
La posición de conducción es muy agradable, y pronto se le toman las medidas a un Fabia que en esta edición Montecarlo implementa unos asientos delanteros deportivos que cumplen con su cometido de sujetar bien el torso cuando apretemos el acelerador. El resto del habitáculo presenta una calidad de acabados elevada, con plásticos duros pero agradables y resistentes. Detrás, sigue siendo uno de los utilitarios con las mejores cotas para viajar, aunque siempre mejor dos que tres personas, y el cofre de maletero ofrece unos interesantes 300 litros de capacidad (ampliables a 1.163 l con los respaldos traseros abatidos).Se echa en falta un habitáculo con una personalización deportiva más acentuada
Los equipamientos más avanzados como el Climatronic, el sistema de navegación, las conexiones externas tipo Bluetooth o los propios sensores de aparcamiento se pagan como elementos opcionales, lo que provoca un sensible aumento de la factura final pero al mismo tiempo genera una sensación de coche de segmento superior, como era el caso del coche de prueba que tuvimos durante una semana.
Asociado al cambio manual de cinco velocidad (no existe la posibilidad de la comunión con el DSG), el motor que late bajo el capó del Fabia Montecarlo es el 1.2 TSI inyección directa de gasolina turboalimentado hasta los 105 cv de potencia (75 menos que el Fabia RS), rindiendo un par motor máximo de 175 Nm a un régimen muy bajo de 1.550 rpm y ajustando el consumo medio en 5,3 l/100 km. A efectos prácticos estos datos se traducen en una alegría de marcha notoria, es muy ágil (10 segundos en el 0 a 100 km/h), parecen más caballos de los que son, y la curvatura a la que gira el motor es más típica de un diésel (una buena patada cuando alcanza esas 1.500 ‘vueltas’, estirando muy bien a medio régimen y sufriendo más de la cuenta a “altas”). De hecho, a más de 5.000 revoluciones y reduciendo marchas para avivar la velocidad, el motor deja de ser tan fino y, aunque gasolina, el sonido que alcanza el interior del habitáculo puede resultar algo molesto.
La gran baza en el apartado dinámico en este Skoda Fabia Montecarlo está en su chasis deportivo, específico y rebajado en 15 mm la altura libre hasta al suelo y con un tarado de los amortiguadores mucho más firme, sin que por ello perjudique el confort en el día a día. Simplemente, con esta característica, emanada del Fabia RS, el Montecarlo te permite conducir con más precisión y más rápido en la entrada de una curva y con apoyos más fuertes a la salida de la misma, cualidades que se echan en falta en los Fabia convencionales. Por lo demás, el tacto de la dirección es bastante informativo y la palanca del cambio, aunque está situada muy a mano, tiene algunas holguras en los cinco recorridos. El chasis deportivo, de serie, dota al Fabia Montecarlo de una precisión desconocida en versiones estándar del modelo