En la actual gama de todoterrenos Jeep, el Compass es el más vendido, por delante del lujoso Grand Cherokee y del auténtico Wrangler. Sin embargo, frente a la competencia de los SUV compactos el Jeep Compass no registra en nuestro mercado unas buenas cifras de ventas, probablemente por el desconocimiento general de este modelo. Para que nos hagamos una idea comparándolo con alguno de sus rivales, el reciéntemente renovado Compass es lo más parecido a, por ejemplo, un Toyota RAV4, una de las referencias de la categoría aunque no por ello mejor que el Jeep objeto de nuestra prueba. Nos subimos a la versión más potente y equipada asociada a la tracción integral –Compass 2.2 CRD Limited 4×4 163 cv– que cuesta 28.906 €. Eso sí, existe un Compass desde 19.900 € (menos equipado, con motor de gasolina y tracción simple).
a favor-Motor potente de origen Mercedes-Buena relación precio/producto-Comportamiento en carretera y fuera de ellaen contra-Maletero pequeño-Algunos detalles muy austeros-No puede llevar cambio automático
Puede que para quien sólo busque un todoterreno por la imagen, y únicamente lo utilice para asfalto, el Jeep Compass no sea la mejor opción; pues algunos europeos como el Volkswagen Tiguan, o incluso los modernos coreanos, como los Kia Sportage y Hyundai ix35, presentan detalles más actuales, impresiones de conducción más refinadas en carretera y habitáculos con un espacio mejor aprovechado. Sin embargo, para quien de vez en cuando transite por pistas forestales o caminos algo más complicados, y tenga un mayor espíritu aventurero o afición por el “mundo todoterreno”, el Jeep Compass es sin duda una de las mejores opciones del mercado por comportamiento, mecánica y relación precio/producto.
El Jeep Compass nació en 2007 en un momento en el que la confusa y amplísima gama Jeep contaba con seis modelos. Ahora, bajo el seno del Grupo Fiat, la firma americana ofrece una oferta mucho más racional compuesta por tres modelos debidamente diferenciados entre sí y con distintos perfiles de cliente. Además, en su nacimiento presentaba un clásico y no muy agraciado diseño frontal que ahora se ha visto totalmente modificado por un conjunto de parrilla y grupos óticos mucho más atractivo y que se asemeja al del Grand Cherokee. Y en estos últimos años todavía se han experimentado más cambios de importancia, como la sustitución del anterior motor 2.0 diésel de origen VW, por el nuevo 2.2 CRD –dividido en dos escalones, de 136 y 163 cv- de procedencia Mercedes.
Una vez analizados sus antecedentes, el Jeep Compass de hoy es un SUV de 4,45 metros de largo, 1,81 metros de ancho y 1,66 metros de alto; y cuyo maletero tiene una capacidad de 328 litros (458 litros cargado hasta el techo) ampliables a 1.269 litros si abatimos los asientos traseros y utilizamos todo su volumen. En diésel está a la venta desde 22.451 euros con tracción 4×2, pero ya que estamos ante un todoterreno de una marca mítica como Jeep recomendamos ir a por el 4×4, que obligatoriamente viene asociado al motor de mayor potencia y se vende en dos acabados: Sport (25.922 €) y Limited (28.906 €).En la gama diésel del Compass la mecánica de 136 cv va con la tracción 4×2 y la de 163 cv con la 4×4.
Al acceder al Jeep Compass Limited de nuestra prueba enseguida nos agrada la tapicería de cuero, los asientos de regulación eléctrica y la pantalla central táctil a color. Ahora bien, hay que reconocer que el diseño del cuadro de relojes y algunos de sus indicadores y mandos han quedado ya algo anticuados. No es tampoco de los más ergonómicos o con el espacio mejor aprovechado, pero una vez elegida la postura al volante resulta cómodo y con una buena posición de conducción elevada y de gran visibilidad.
En marcha la mecánica turbodiésel se percibe como tal, y el motor comienza a empujar con notable energía desde las 1.400 rpm. Asociado obligatoriamente a un cambio manual de 6 velocidades de correcto manejo, el Compass se desenvuelve con agilidad y soltura. Marca unas prestaciones de 201 km/h en velocidad punta y de 10,2 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h; cifras que se encuentran en la línea de las de sus rivales. También son buenos los registros de consumos, pues los 6,6 l/100 km de media son un dato bastante contenido, y en la práctica, en carretera, a velocidades constantes y legales, incluso bajan de esa cifra. Además, las recuperaciones y los adelantamientos se realizan rápidamente y con total seguridad gracias a una respuesta mecánica muy llena.El motor empuja con fuerza y gasta bastante poco.
Y si la mecánica recibe buena nota, tanto o más consigue el comportamiento dinámico. El Compass es más bien alto y con unos tarados de amortiguación suaves, por lo que resulta muy cómodo aunque sin llegar a balancear en exceso. Se nota por tanto muy bien asentado en la carretera a la vez que filtra con delicadeza las irregularidades del asfalto; mientras que si necesitamos realizar una frenada de emergencia ésta se produce con gran energía y sin que el coche se descoloque en ningún momento.
Ahora vamos a ver qué tal por caminos. Ya hemos dicho que en carretera iba bien, aunque algunos de sus rivales le puedan superar por deportividad o refinamiento. Sin embargo fuera de la carretera, una vez conectada la tracción 4×4 mediante un mando ubicado junto al freno de mano, comienza a destacar las virtudes del Compass, entre ellas la diversión en la conducción por pistas. El Compass se desenvuelve con agilidad, con movimientos de la carrocería muy neutros y divertidos, y con un control electrónico de estabilidad que si bien deja sentir el coche, siempre está allí por si el conductor ha cometido un exceso de confianza, momento en el que interviene y corrige manteniendo al vehículo dentro de la trazada. En definitiva, el Jeep Compass en un 4×4 ideal para quien transite de vez en cuando por campo, nieve o cualquier superficie complicada. Puede que este Jeep esté superado en algunos aspectos como refinamiento, tecnología de vanguardia y aprovechamiento del espacio interior; pero sobresale por su mecánica, comportamiento dinámico en cualquier superficie y relación precio/producto tanto o más que sus rivales, entre los que el más cercano es el antes mencionado Toyota RAV4.