El BMW Z1 ya es un clásico
El BMW Z1, precursor del exitoso Z3 y del actual Z4, ya es oficialmente un clásico al cumplir los 25 años, el club de este vehículo reúne esta semana en Munich (Alemania) un centenar de ejemplares procedentes de toda Europa e incluso de Estados Unidos. Los entusiastas del Z1 visitan el Museo y Mundo BMW de la capital bávara, donde podrán admirar otros mitos como el M1 o conocer la historia de BMW en la Fórmula Uno.
En Autocity ya publicamos un reportaje con motivo de los 75 años de roadsters BMW, pero ahora, para celebrar el 25 aniversario del Z1, volvemos a acordarnos de este modelo y vamos a profundizar un poco más en su historia, ya que fue el que reanudó la comercialización de modelos deportivos descapotables de dos plazas en la marca, tras 29 años sin estar presente en la categoría, y el antecesor del que posteriormente resultó ser un “boom” de ventas: el Z3. Hoy día la casa de la hélice tiene un Z4 de segunda generación con techo duro retráctil que es de los más competitivos del mercado; pero para comprender sus orígenes vamos a retroceder 25 años en la historia.
El Salón del Automóvil de Frankfurt de 1987 fue el lugar elegido sorprender al público con un descapotable biplaza repleto de innovaciones. Desde luego que sus puertas retráctiles eléctricas que se abren hacia abajo son lo más llamativo y diferenciador, un curioso sistema que permite circular con ellas bajadas y por tanto aumentar las sensaciones en la conducción. Pero no sólo fue eso, ya que una carrocería monocasco de acero con paneles de ligeros compuestos plásticos y un motor situado unos centímetros por detrás del eje delantero (disposición central-delantero) le permitían lograr una interesante fórmula: bajo peso y bajo centro de gravedad.La puertas retráctiles que se abren hacia abajo son su seña de identidad.
Por supuesto este coche se creó con propulsión trasera, y para la mecánica se recurrió a un motor de seis cilindros en línea 2.5 de 170 cv procedente del 325i de la época, asociada a una caja de cambios manual de cinco velocidades. El BMW Z1 declaraba unas cifras de aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 8 segundos y una velocidad máxima de 225 km/h, pero más que las prestaciones puras, el Z1 destacaba por la diversión que proporcionaba al volante.
Y es que este biplaza abierto con capota de lona sólo pesa 1.250 kilos, claro que su carrocería era realmente compacta: 3,92 metros de largo, 1,69 metros de ancho y 1,22 metros de alto. Lo cierto es que el diseño de Ulrich Bez fue totalmente revolucionario y adelantado a su época, como se intenta dejar patente en su denominación Z (del alemán Zukunft: Futuro). Las siguientes series –Z3 y Z4- serían mucho más exitosas en cuanto a ventas se refiere, pero sus carrocerías y sus soluciones técnicas no pudieron igualar el impacto que causó en su día el Z1. El Z1 fue un adelantado a su época y hoy es un interesante modelo de colección.
Tras su presentación en el Salón de Frankfurt del 87, BMW inició la comercialización del Z1 en junio del 88, y la cesó sólo tres años después, igualmente en el mes de junio, de 1991, con un total de 8.000 unidades matriculadas. Su baja cifra de ventas, y la exclusividad de su precio (en España costaba en su último año de comercialización 8,5 millones de pesetas), hacen del Z1 hoy día un modelo de colección. De hecho, las escasas unidades que se encuentran a la venta rondan los 30.000 euros si se encuentran en buen estado, un precio cuatro veces superior a lo que pueden pedir en el mercado de ocasión por muchas unidades bien conservadas del más moderno Z3.